La dificultad de ser Nacho y una fecha límite para decidir
Tras 11 años, el canterano solo ha sido indiscutible en unos meses de 2021.
Trescientos partidos con el primer equipo del Real Madrid. Esa es la cifra que alcanzó Nacho contra el Liverpool. Esto sin contar todos los años que se vistió de blanco en la cantera. No deja de ser curioso que cumpla este hito en la temporada y en el momento en el que más dudas hay sobre su futuro. El madrileño se encuentra en un proceso de reflexión en el que debe decidir si aumenta esos números o empieza una nueva aventura, por primera vez, lejos del Bernabéu.
Nacho fue clarividente en zona mixta. "El club me ha dicho que puedo seguir, pero no he tomado la decisión. Ellos serán los primeros en saberla", explicó. Pero, ¿de dónde salen sus dudas de continuar o no en el equipo de su vida? ¿Por qué ahora, a sus 33, buscar un cambio de rumbo en su carrera?
No quiso hablar de lo que se le pasa por la cabeza en este momento, pero sí en lo que se le pasó a principio de curso: "Lo pasé realmente mal. Creía que merecía jugar más". Ahí se encuentra gran parte del problema: está viviendo su décima temporada de blanco y nunca ha conseguido un papel protagonista. Hasta ahora, a pesar de su insistencia por jugarlo todo y de su nivel superlativo, se ha tenido que conformar con ser un actor secundario.
Pepe, Varane, Ramos, Militao y, ya al final, Alaba y Rüdiger han estado por delante. De manera permanente. Cuando Nacho ha encadenado titularidades, ha sido por las bajas de sus compañeros. Salvo en una ocasión, el segundo tramo de la temporada 20-21, en la que se ganó esa etiqueta de titularísimo, por delante de un Varane renqueante y un Militao que en varios partidos se quedó en el banquillo (con Ramos en la enfermería y, sin saberlo, en la puerta de salida).
Esta temporada, con la llegada del alemán, ha pasado de ser tercer central a cuarto. Un duro golpe para él teniendo en cuenta su veteranía. Venía de dos años de mucho protagonismo (2.763 minutos en la 2020/21 y 2.541 en la 2021/22), siendo clave en la conquista de la Liga y Champions el ejercicio pasado. Aún así, el club decidió reforzarse en defensa con un fichaje de campanilla como el de Rüdiger.
En los primeros meses de este curso, Ancelotti se esforzó en encontrarle un sitio al alemán, colocándolo incluso de lateral (otra posición en la que el canterano se desenvuelve a la perfección). Pero su entrada en el equipo no sirvió para mejorar la maltrecha defensa blanca, lejos del nivel exigido durante muchos meses. Esto no fue bien visto por parte del vestuario, que considera a Nacho merecedor de más minutos, además de una posible solución para ajustar la zaga.
Desde que llegó al Real Madrid nunca ha disfrutado de esa condición de intocable de manera regular. Esto no siempre ha sido un problema, pues seguía gozando de un espacio importante para los entrenadores. En los últimos seis años, en dos ha superado la barrera de los 3.000 minutos y en tres, la de los 2.500. Si bien todavía tiene tiempo para sumar, en esta ha visto como esa tendencia se ha frenado en seco: lleva 1.542.
Las bajas de Mendy y Alaba le abren la puerta del lateral izquierdo. No es su posición preferida, pero sí una de las que mejor se le da siendo diestro. Pendientes de las pruebas al segundo, tiene por delante partidos importantes para lucirse como el derbi del sábado o el Clásico de Copa del Rey. Su continuidad o no ya no se trata solo una cuestión de minutos, pero brillar de aquí al final como hizo en Anfield puede servir de motivación para seguir un año más. Hasta Klopp se rindió a su actuación: "¿Qué cambió? Nacho salió y jugó muy bien. Alaba es muy bueno, seguro, pero Nacho… ¿Cuántos años ha jugado con el Madrid? Estuvo muy seguro en defensa".
Pase lo que pase, la decisión no se hará esperar. Principalmente, porque quedan algo más de tres meses de temporada y tanto el club como él tienen que planear qué hacer la que viene. Pero también porque Nacho no quiere marear la perdiz. La idea es que él junto a su familia tomen una determinación en las próximas semanas, con el límite del mes de abril. Pase lo que pase, la unión entre Nacho y el Real Madrid es irrompible y haya un paréntesis o no, está escrito que una vez retirado siga en el club.