La gran apuesta de Ten Hag en la portería no da la talla mientras De Gea sigue sin equipo

"Sí, lo más importante para los arqueros son las vallas invictas, pero él no puede conseguirlas por su cuenta, ya que necesita contar con una muy buena organización defensiva. Eso está bastante claro. Entonces, ese es el primer criterio de un buen arquero, pero el fútbol ahora demanda salir jugando bien desde atrás, y esa es una cualidad que André tiene".

Estas fueron las palabras y explicaciones de Erik Ten Hag cuando el pasado mes de julio su club, el Manchester United, consiguió fichar a André Onana, portero camerunés por entonces en el Inter de Milán y reciente finalista de la Champions League. Fue un pedido expreso del entrenador neerlandés, que valoraba su juego de pies y le conocía de su paso por el Ajax de Ámsterdam durante más de un lustro, pero su llegada a Inglaterra no ha sido buena.

Es cierto que el entramado defensivo del Manchester United no ha funcionado en estas primeras semanas de temporada. El técnico no encuentra la defensa ideal y sumado a lesiones (como por ejemplo la de Varane), no hay regularidad. En cinco partidos de Premier League, Onana recibió diez tantos y solo en uno terminó imbatido: números muy malos para un equipo que quiere aspirar a pelear el título. Además, es la primera vez desde 1978 que el club recibe tres goles en tres partidos consecutivos.

Y tras la derrota en Premier contra el Brighton en casa, llegaba el debut en Champions nada más y nada menos que en Allianz Arena, con un total de 12 bajas en el equipo y con una defensa inédita, con Reguilón, Dalot, Lisandro Martínez y Lindelof.El equipo parecía no sufrir, pero cuando los alemanes levantaron un poco el ritmo, llegaron los disgustos.

Sané marcó el primer tanto del partido pero tuvo la gran ayuda de nuestro protagonista, André Onana. El alemán disparó desde el borde del área un tiro muy normal pero el portero ni pudo controlar el balón, que se fue al fondo del arco. 1-0 para los alemanes y los compañeros intentaban animar al camerunés, que se quedaba tendido en el área chica. Y si lo que le venía bien a Onana era que los minutos pasasen sin sustos, llegó el segundo gol del Bayern de la mano de Gnabry y más con problemas defensivos que por culpa de Onana, que se quedó mirando y no pudo hacer nada.

El el segundo tiempo, Onana encajó un tercer gol, esta vez de penalti. Kane cruzó el disparo y el camerunés no pudo hacer nada, era casi imparable. Más tarde el portero salvó a su equipo por dos ocasiones tras sendos disparos del inglés y de Sané, que lo intentó desde lejos.

Lo del Bayern era acoso y derribo, buscando el cuarto gol del partido, hacer daño. Y Onana volvía a responder. La sombra del primer tanto del partido, el que abrió el encuentro, era alargada y los gestos del guardameta llevaban a recordar ese momento.

El partido continuó y los goles fueron llegando, uno tras otro, de los dos lados. El Manchester United lo intentó pero siempre que se acercó en el marcador, el Bayern marcó. El resultado final fue engañoso porque el equipo inglés nunca estuvo cerca de llevarse el encuentro y si quiere ganar, tendrá que mejorar mucho, empezando por Onana.

Bayern: Ullreich; Laimer, Upamecano, Kim, Davies; Kimmich, Goretzka; Sané (Tel, 87), Musiala (Choupo Moting, 75), Gnabry (Coman, 63); y Kane (Müller, 87).

Manchester United: Onana; Diogo Talot, Martínez, Reguilon; Casemiro, Eriksen (McTomanny, 68); Pellistri (Garnacho, 81), Bruno Fernandes; Rashford; Höljund (Martiall, 81).

Goles: 1-0 (min 27, Sané), 2-0 (min 32, Gnabry) 2-1 (min 49, Höljund), 3-1 (min 54, Kane de penalti), 3-2 (min 88, Casemiro), 4-2 (min 92, Tel), 4-3 (min 94, Casemiro)