MANCHESTER CITY - REAL MADRID

Un día más en la oficina para Pep Guardiola: "Estos partidos contra el Real Madrid siempre son especiales, pero ya no los vive como antes"

"Se hizo entrenador para disfrutar estos partidos", dicen del técnico del Manchester City.

Pep Guardiola junto a Haaland. /REUTERS
Pep Guardiola junto a Haaland. REUTERS
Lu Martin

Lu Martin

El día en la City Football Academy no fue hoy muy diferente al de otros partidos de Champions, por lo menos en las rutinas de Pep Guardiola. Será porque ya son tantos para el entrenador del Santpedor contra las huestes blancas que a la fuerza los ha convertido en hábito. Cierto, no es un equipo más, pero ha logrado una de sus premisas cuando llegó a Mánchester: que los azules de la ciudad fueran grandes en tanto en cuanto jugaran este tipo de partidos.

Es cierto que Guardiola esperaba que los duelos contra el Madrid decidieran cuartos o semifinales de la Copa de Europa —"cuantas más veces estemos en esa tesitura mejor, porque significará que somos un club grande", avisó en su día— pero si esta vez llega a estas alturas de la competición es porque no han hecho los deberes —ni uno ni otros, claro— en la primera fase, así que ahí se las han de ver, esta noche en el Etihad.

Entre aquella primera vez en semifinales en el Bernabéu, con el Barça, el 27 de abril del 2011, que empezó en la sala de prensa, cuando el "José, tú eres el puto amo" y el golazo a pase de Busquets de Messi para un 0-2 que sentenció la eliminatoria a falta del partido de vuelta, que siguió con otra semifinal, esta vez con Pep en el banquillo del Bayern (1-0 en el Bernabéu y desastre en Múnich el día que el catalán se traicionó a sí mismo, jugó a la alemana y sucumbió humillado, 0-4) o las cuatro eliminatorias que lleva vividas desde que aterrizó en Mánchester, ya son muchas las veces que el Madrid se ha cruzado en el camino de Pep en Europa.

Guardiola sobre las lesiones y el Real Madrid.

Tantas que el gusano de la primera vez ha muerto. "Sigue siendo un partido grande, pero ya no lo vive como el primer día", admiten sus colaboradores y sus amigos más íntimos. Las rutinas han cambiado poco: se levanta temprano, apenas desayuna, durante el día ve al equipo lo justo, para la charla de la mañana y antes del partido, porque prefiere estar solo, que no le molesten mucho, aunque baja al comedor no come, y si tiene que hablar con algún jugador, lo hace.

"En eso da igual que sea el Madrid o que sea otro equipo", dicen los que le han visto pasar por esto antes. "Sí, claro, está tenso, pero tampoco creas que mucho. Y después de la merienda, antes de salir en bus para el campo, a falta de hora y media del partido, completa la charla que les dio el día anterior y les recordará los últimos detalles.

Luego, mientras el equipo calienta en el campo, completará rutinas: llamará a su padre, a sus hijos, a algún amigo, responderá un par de mensajes, se cambiará de ropa, siempre con orden -"no le gusta reconocer que tiene supersticiones, pero como todos los que hemos sido deportistas, las tiene, claro", admite alguno de sus colaboradores- y cuando ya todo este muy cerca de empezar, lanzará la última arenga motivacional al equipo. Entonces, última llamada telefónica y cuando Estirarte le advierta de que es la hora, cuando la grada cante ya lo de 'Hey Jude', cuando Ancelotti esté en su sitio, saldrá al campo, le buscará para saludarle con el respeto que le tiene, nada falso, nada impostado. Y a jugar.

25 veces se las ha visto Guardiola contra el Madrid, en 13 les ha ganado y en cinco ha perdido, incluida una derrota por penaltis, la única, la última. En Champions, 12. Les ha ganado cinco y ha perdido tres. Son las mismas veces que se ha medido al Shakhtar Donetsk. Pese a todo, pese haber conseguido una Champions, algo impensable cuando la afición del City luchaba por no descender a la Second Division, Pep sigue pensando que en Europa los del City of Manchester siguen sin poder compararse con el Madrid, el Barça o el Milan. E insiste que si hoy le preocupa ganar es más "por el prestigio del club" que por su propio futuro: "No, no creo que me echen si el Madrid nos elimina. De hecho, sigo aquí por todo lo que hemos ganado. No tengo la sensación de que me vayan a echar mañana, por mucho que me lo canten en muchos campos últimamente, porque no lo hemos hecho muy bien".

Bien o mal, Ancelotti sabe que hoy el pasado no existe salvo por un detalle: "Jugar contra Guardiola siempre es una pesadilla". Para Pep, jugar contra el Madrid siempre es un placer. "Lo suele decir", admite alguien muy muy próximo a él, que cierra: "Creo que se hizo entrenador para disfrutar de estos partidos". Y ya van muchos.