Huracán Haaland casi dobla en goles a un mustio Mbappé

Martes de pasión. Barcelona y Atlético salieron trasquilados contra el Inter y el Brujas. Inoperancia ofensiva, Lewandowski incluido, y falta de contundencia defensiva, características comunes para los dos equipos y unas explicaciones parecidas. "Y si… el árbitro hubiera pitado el penalti -lo era- de Dumfries". "Y si… Morata hubiera acertado en su mano a mano ante Mignolet". El Isi de verdad juega en el Rayo y bien que lo hace, por cierto. Xavi y Simeone deberían buscar soluciones y huir de los tópicos. La Champions no perdona.

Miércoles de emoción. La vivida en el Sánchez Pizjuán con la despedida de Lopetegui. El sevillismo supo reconocer el trabajo del buen técnico vasco. Los que mandan en Nervión, Monchi incluido, se han quedado sin escudo. Ya no tienen coartada para ocultar su mala planificación. Sampaoli no tiene precisamente un carácter fácil, llegará con una lista de fichajes bajo el brazo y la caja está vacía.

Lástima que Pep Guardiola le diera descanso en el segundo tiempo con un doblete ya en el cuerpo. El noruego, en racha permanente, podría haber seguido sumando. El universo-fútbol está pendiente de cada partido de este depredador que gana en todas las comparaciones posibles. Por ejemplo, en el mano a mano con Mbappé. Él llega a los 19 goles, 17 al primero toque, por los 11 del francés. De ellos, 14 son en la Premier, casi la mitad de los 29 marcados por su equipo. Dianas de todos los colores. Nueve con la izquierda, dos con la derecha y tres con la cabeza. En la Champions lleva cinco de los 11 del City (cuatro de zurda y uno de diestra). Solo cuatro clubes de la Liga inglesa, Arsenal (20), Tottenham (19) Liverpool (18) y Brentford (15) han anotado más tantos que el noruego; Leicester y Brighton (14), los mismos y 13 equipos no llegan a su cifra. Un delantero camino de hacer época.

El técnico italiano, desde su tranquilidad y sosiego, se muestra exigente en la búsqueda de la excelencia. El empate ante el Osasuna le hizo pensar y contra el Shakthar dio una vuelta de tuerca al equipo. Él, tan fiel al 1-4-3-3, apostó por un 1-4-4-2 en defensa que se transformaba en un 1-4-2-4 cuando tenía el balón. El gran beneficiado de la operación, Rodrygo. Jugó por dentro, al lado de Benzema. Más cerca del área. Donde mejor se puede aprovechar su buena relación con el gol. Marcó uno después de tirar la pared con un contrario. A lo Pelé. Los blancos ganaron por la mínima, pero tuvieron ocasiones (36 remates, 14 a puerta) para igualar o superar la goleada récord de la competición. Los 8-0 de Liverpool al Besiktas (2007) y del propio Real Madrid al Malmoe (2015).

No puede ser casualidad que un equipo lidere la Serie A por delante de todos los grandes ricos del norte de Italia y lidere, a su vez, su grupo de la Champions con tres victorias consecutivas, 13 goles a favor por dos en contra. Este Nápoles de Spalletti (63 años) es hijo de la revolución táctica de su entrenador, que se ha dado cuenta de que a la victoria se llega antes desde el ataque que desde la defensa. Sin su estrella, Osimhen, un mes lesionado, los 'hijos' de Maradona no respetan ni la historia. Lo mismo le meten cuatro al Liverpool seis veces campeón de Europa, que seis al Ajax, que tiene cuatro 'orejonas'. Repasen su plantilla y verán que no tiene estrellas, que se le han marchado Koulibaly, Fabián Ruiz, Mertens, Insigne y Milic, pero han tenido tino con los fichajes. Raspadori (tres goles en la Champions), Kvaratskhelia (cinco en la Liga)… y Giovanni Simeone que desde el banquillo ya suma tres tantos en las dos competiciones.

Ahí está. Un coleccionista de MVP. El de la liga belga del mes de septiembre, el del partido de la Champions contra el Oporto y también el del encuentro del martes contra el Atlético. Este Ferran Jutglà es un parto bien aprovechado. Desde sus 175 centímetros, cuello de boxeador, mirada de águila siempre en vuelo, destrozó el envoltorio defensivo montado por Simeone. Un tanto y un pase de gol para sumar ya ocho en las 14 citas de la temporada. Lo que dejó traslucir la temporada pasada cuando Xavi le hizo debutar con el Barça, lo confirmó cuando regresó al filial y, ahora, que ha volado a una liga apodada Jupiler. Este chico, 23 años, tiene gol, pero también juego. Busca por todo el frente del ataque y encuentra compañeros y espacios. Fuerte de cuerpo, sutil de cabeza ahora se siente un Lukaku en miniatura.

El ex de la Real Sociedad B ya es el nuevo técnico del Bayer Leverkusen. Parecía escrito que su primera gran experiencia profesional como técnico tenía que ser en la Bundesliga, donde goza de un gran prestigio después de sus tres años en el Bayern Múnich, club que le tiene en su órbita de futuro para su banquillo. Xabi dijo no al Borussia Moenchengladbach en marzo de 2021, pero ahora no se ha resistido a la nueva tentación, a pesar de que los de la aspirina, en el que manda un español, Fernando Carro, van penúltimos en la clasificación. En la Champions, con tres partidos por delante, mantiene intactas sus aspiraciones de pasar a octavos y el 29 de octubre visitará el Metropolitano para enfrentarse al Atlético.