Inzaghi se toma revancha con su especialidad, los cruces mano a mano

Fuera de posiciones de Champions League vía Serie A, pero con un pie en semifinales de Copa de Europa y con la posibilidad de meterse en la final de la Coppa Italia. Esto es el Inter de Inzaghi, un equipo que ha tenido dos versiones durante todo el año, una en competición europea y otra en la liga regular.

El Inter llegaba a Lisboa con dudas. Además de los malos resultados en Serie A, las sensaciones era bastante pobres. El equipo interista empató el viernes ante la Salernitana en un partido que tenía controlado y levantó la ira de sus aficionados, que esperaban una reacción.

Y, sin ser por arte de magia, la reacción llegó cuando sonó la música de la Champions. Los jugadores son los mismos, pero la sensación que dan es que cuando hay partidos a cara de perro, mano a mano, los que te pueden dejar fuera, activan la tecla de la concentración extrema y parecen otros.

La línea defensiva no sufrió fisuras, Acerbi comandó y Bastoni destacó, Brozovic llevó la cinta de capitán y puso la pausa, Barella le dio fuerza al equipo, Dumfries y Di Marco volaron y arriba Lautaro - Dzeko fueron lo menos destacado pero lo intentaron. Además, los cambios le dieron otro aire al equipo tras una hora de juego, cuando más lo necesitaba.

Y todo esto llevado a cabo por Simone Inzaghi. Un entrenador que ha tenido momentos buenos y momentos malos, pero que siempre ha estado un poco discutido. Y él lo sabe. "Trabajo por el bien del Inter desde hace mucho tiempo, es necesario escuchar las críticas, pero el foco debe estar en hacer siempre un poco más y mejor", le dijo a la televisión italiana.

Estas críticas a las que se refiere Simone vienen de los aficionados y de los medios de comunicación. Muchos creen que la plantilla del Inter puede dar más, pero lo cierto es que en muchos momentos, varios jugadores estuvieron por debajo de su nivel. En Serie A el equipo ha merecido más en varios partidos, pero no ha podido definir los encuentros. En cambio, cuando aparecen las copas, es diferente.

Porque en los últimos 18 meses, Inzaghi ha conseguido un subcampeonato de la Serie A, ha sido campeón de la Supercoppa de Italia dos veces, campeón de Coppa Italia el año pasado y semifinalista esta temporada (por el momento), el año pasado llegó a octavos de Champions y en esta ocasión tiene un pie en semifinales.

Los rumores seguirán, pero esta semana en Appiano Gentile habrá más calma que durante el último mes. Inzaghi lo tiene claro: "En estos 18 meses no me he lamentado nunca porque a los jugadores no les puedo recriminar nada desde el punto de vista del empeño, ahora concentrémonos en los próximos partidos. Estoy satisfecho por los chicos que me aseguran siempre una prestación increíble. Sé de dónde vienen las críticas, pero la educación que tengo me permiten escucharlas y seguir adelante". El Inter sueña con la Champions 13 años después y en parte es gracias a Inzaghi.