El Lille prende la mecha de un incendio en el Madrid y acaba con su invicto

La primera imagen del Lille - Real Madrid fue la de Kylian Mbappé en el banquillo llevándose a la boca una chuchería. La última, la del equipo francés robándole la merienda con un resultado que retumba. La primera derrota del conjunto blanco desde el 18 de enero, contra el Atlético de Madrid. Una racha heroica que se desmorona en una plantilla plagada de estrellas y transatlánticos, pero sin faro. Los de Ancelotti acumulan cuatro pinchazos en doce partidos, con el mal juego como síntoma.

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El Lille volvió a ser el verdugo del Real Madrid, esta vez en el campo, tras dinamitar los planes en sus despachos con la operación frustrada de Leny Yoro. Florentino Pérez no pudo con Letang. Tampoco Mbappé, Vinicius ni Bellingham, que se toparon con un rival formidable, que firmó la hazaña gracias a un gol de penalti de David en el añadido de la primera parte.

En el Real Madrid no se lo explican: "Hemos juntado a los mejores jugadores del mundo y cada día jugamos peor". Será un castigo divino, una pócima, un hechizo, lo entretenido del fútbol. Pero sobre todo una culpa muy ruidosa para Ancelotti. Su equipo no arranca, y sólo le queda el consuelo blanco, de que aquí lo único que importa es el final.

El conjunto merengue suma únicamente tres goles en las primeras partes de este curso. Muy pocos tantos para un juego tan pobre. Con ajustes cada vez más arcaicos de su entrenador, incapaz de imponerse al Lille, que ya perdió en su estreno en Champions y no atraviesa su mejor momento en la Ligue 1.

Ni con Camavinga ni sin él. El Real Madrid no carbura en ningún esquema, ni con ningún regreso salvador. Y Ancelotti aún no encuentra la solución. Ni se acerca. Contra el Lille movió a Valverde al extremo diestro y volvió a dejar una sensación melancólica con el uruguayo: Fede podría ser el mejor centrocampista de su generación, pero no tiene tiempo para confirmarlo. Siempre está a otras cosas. A la banda, al lateral, a la defensa, al ataque, a rescatar a los suyos de cualquier incendio.

El centro del campo de Bruno Genesio se impuso al del cuadro madrileño. Bouaddi, Remy Cabella y Benjamin André lo bordaron en su estadio. Y precisamente el último de ellos inspiró a uno de los medios blancos. Camavinga se fijó en la forma que André hacía los 'tackles', con una rodilla apoyada en el suelo, y lo copió para su juego. Bellingham lo ejecutó esta misma noche en Lille. Camavinga, a modo de agradecimiento, quizás, le regaló un penalti en su estadio.

El Lille - Real Madrid arrancó con dos datos significativos: Endrick, con 18 años y 73 días, se coronó como el futbolista más joven en disputar un partido de Champions como titular en el equipo madridista. Y Bouaddi, el mejor jugador del Lille junto a Zhegrova, sopló las velas de sus 17 años contra el rey de Europa.

El encuentro salió distinto para ambos. Cuando Endrick echa a correr recuerda al momento en que abren la puerta de los toriles. Imparable, alocado, pasado de revoluciones. Fue protagonista, gozando de la mejor ocasión para los suyos, cuando galopó enfilado y regateador a portería, todo potencia, y se estrelló con un tiro franco al cuerpo de Chevalier. No estuvo afortunado y sí pasado rosca, a lo que Ancelotti respondió cambiándole sin miramientos.

Por su parte, Bouaddi significó todo lo contrario. Jugó tan tranquilo, contra el Real Madrid, con la calma que te dan los 17 años.

El Lille es el único equipo europeo que ha conseguido desquiciar al Real Madrid dos veces seguidas en tan poco tiempo. Tanto en el verde como en los despachos. Todo empezó en verano de este mismo año, cuando el club francés se negó a vender a Leny Yoro a los blancos, y se salió con la suya: vendiendo a su estrella al mejor postor.

Esta noche en su estadio firmaron un partido fantástico, de principio a fin, con un Zhegrova 'superstar' y un Chevalier salvador en los minutos finales, con tres paradas de triunfo. El Real Madrid no pudo con ellos, y el Lille rompe la racha invicta del conjunto blanco, que alargó su don en toda la pasada edición de Champions, y ahora lo pierde en su segunda piedra de toque.

1 - Lille: Chevalier; Tiago Santos, Diakité, Alexsandro, Gudmundsson, Bakker (Meunier, m.88); André Gomes, Bouaddi, Cabella (Sahraoui, m.71); Zhegrova y Jonathan David.

0 - Real Madrid: Lunin; Carvajal, Militao (Modric, m.57), Rüdiger, Mendy (Fran García, m.46); Tchouaméni, Camavinga (Güler, m.67), Fede Valverde, Bellingham; Vinícius y Endrick (Mbappé, m.57).

Goles: 1-0, m.45+3: David de penalti.

Árbitro: Maurizio Mariani (Italia). Amonestó a David (93) y a Diakité (96) por el Lille; y a Endrick (46), Camavinga (59), Bellingham (78), Rüdiger (79) y Modric (81) por el Real Madrid.

Incidencias: encuentro de la segunda jornada de la Liga de Campeones disputado en el Estadio Pierre Mauroy ante 48.800 espectadores.