MANCHESTER CITY

Así utilizó Guardiola una fortaleza de Ancelotti en la ida para destrozar al Real Madrid en la vuelta

Con los mismos jugadores, ajustó para tener una posesión más agresiva y se tradujo en la peor derrota para los blancos.

Pep Guardiola celebrando el triumfo. /GETTY
Pep Guardiola celebrando el triumfo. GETTY
Albert Blaya

Albert Blaya

Todo parecía igual excepto que nada lo era. Como en un reverso oscuro, el partido del Etihad Stadium se desplegó en una simetría mentirosa. Los mismos protagonistas (salvo Rüdiger) y los mismos sistemas, pero a los 15 minutos de partido todos entendían que lo que estaba sucediendo era radicalmente distinto. El Real Madrid de Kroos y Modric solo había dado 13 pases y, esta vez sí, el estrés era real. El equipo de Guardiola los estaba embotellando y zarandeando con violencia, como un oso moviendo un pequeño árbol. Hasta que empezó a caer la fruta. ¿Qué cambió Pep Guardiola para que, con "lo mismo", el City fuese otro equipo?

La táctica es algo, sobre todo, emocional. No importa tanto el esquema, el sistema o la estructura a adoptar sino la intencionalidad que hay detrás de cada gesto, que es la que reviste de fuerza a tu discurso. Y Guardiola lo repitió todo. Menos el mensaje. Un 3-4-3 con pelota con Stones al lado de Rodri y Gündogan y De Bruyne como interiores, pero a diferencia de la ida, donde el planteamiento fue mucho más conservador, en el Etihad Pep buscó agredir a los de Ancelotti desde la voracidad. En dos minutos ya se había visto un desmarque de Gündogan hacia la portería contraria. Era un mensaje.

La regla de los 15 pases de Guardiola la contaba en el libro "Herr Pep" de Martí Perarnau. Narrando su primer año en el banquillo del Bayern, el técnico de Santpedor contaba que se necesitaban 15 pases para desordenar al rival y poder atacar las zonas que su equipo diseñaba. El primer tiempo ante el Real Madrid el City lo logró cada vez que tuvo la pelota, es decir, casi siempre. Juntando pases en zonas centrales para llevarlo siempre en ventaja fuera, hacia Grealish y Bernardo, que estuvieron inmensos. Aprendió algo de la ida: Ancelotti priorizaba defender unos espacios… y dejaba libres otros. Y los atacó.

El balón va fuera y tanto Kroos como Modric se hunden para evitar que el City logre conquistar su zona favorita, pero Pep ajustó.
El balón va fuera y tanto Kroos como Modric se hunden para evitar que el City logre conquistar su zona favorita, pero Pep ajustó.

Cuando los de Pep atacaban por fuera, el Real Madrid perdía muchísima altura defensiva, y Modric quedaba prácticamente a la altura de la línea de centrales, permitiendo que los locales encontraran constantemente por dentro pases extra, como si se tratara de un partido de baloncesto.

Con el pase atrás, el City logra tener toda la frontal para ellos, con un extra de agresividad.
Con el pase atrás, el City logra tener toda la frontal para ellos, con un extra de agresividad.

Esta es la jugada que termina con disparo de Rodri Hernández. Guardiola insistió mucho más por fuera con una intención clara de conducir, fijar y volver a filtrar dentro hasta que la línea defensiva del Real Madrid defendiese prácticamente en el punto de penalti. Una vez allí, el gol era cuestión de tiempo.

La jugada del 1-0 es muy parecida a la anterior, con un pase atrás de Silva para jugar dentro y aprovechar el desorden del Real Madrid.
La jugada del 1-0 es muy parecida a la anterior, con un pase atrás de Silva para jugar dentro y aprovechar el desorden del Real Madrid.
De Bruyne filtra el pase decisivo para Silva con tiempo y espacio.
De Bruyne filtra el pase decisivo para Silva con tiempo y espacio.

El Real Madrid quedó despojado de sus mejores armas. Fue el peor partido del curso a la hora de construir desde los primeros pases y sin opciones de encontrar a Vinicius en ventaja o a Kroos con tiempo, el Real Madrid se limitó a sobrevivir. Pep ajustó la presión de la ida, que fue incapaz de contener las transiciones rivales, lanzando a Grealish sobre los centrales y no a De Bruyne, dejando al belga por detrás. Y funcionó.

Grealish saltando sobre Courtois obligando a jugar en largo, tapando el pase sobre centrales.
Grealish saltando sobre Courtois obligando a jugar en largo, tapando el pase sobre centrales.
Eso llevó a Días, Akanji y Stones a ganar la mayoría de duelos por arriba, haciendo muy corto el campo.
Eso llevó a Días, Akanji y Stones a ganar la mayoría de duelos por arriba, haciendo muy corto el campo.

No hubo forma en la que el Real Madrid lograse meter el miedo atávico que infunde en el cuerpo del City. La lección estaba aprendida e imperó la lógica del juego, aquella que dice que la superioridad sostenida en el tiempo conlleva un resultado favorable. Para ganar la Champions uno debe perder siempre primero una final y después ganarle al Real Madrid. Como si la victoria definitiva llevase un vía crucis implícito.

La victoria soñada por Guardiola condensó todo lo que es como técnico el de Santpedor. Hubo secuencias eternas de pases, presiones de no más de cinco segundos que terminaron con recuperación y ataques por fuera de forma constante. Guardiola reservó la mejor noche desde que salió del Barça para mostrar aquello que siempre ha estado allí, aunque muchos lo hayan ignorado.