El Luis Enrique más filosófico le quita hierro a una posible derrota: "Esa es una pregunta muy española"

Cada rueda de prensa de Luis Enrique es un pequeño show. Este lunes se quedó prendado por el nivel de francés de los tres periodistas españoles que preguntaron: "Oye, muy bien vuestro francés, me dejáis por tierra pero nada, muy bien". Así se despidió de la rueda de prensa en la ciudad deportiva antes de hablar sobre el rival, el Dortmund y las posibilidades del equipo de jugar una nueva final, después del 1-0 de Alemania.

Al español le preguntaron por posibles injusticias ante su equipo. Y dejó claro una cosa: no hay que quejarse. "Hay que estar preparado para que las cosas no vayan bien y para darle la vuelta a esas situaciones. Que no te afecten o te afecten los menos posibles y que seas capaz de rendir. Llevado al símil futbolístico, nosotros llevamos toda la temporada arbitrando los partidos a nuestros jugadores desde la 'injusticia deportiva'. Es decir, ¿el balón sale fuera? Sigue. ¿Hay una falta? Sigue. Yo no sé lo que va a pitar el árbitro, el árbitro puede interpretar que la jugada no sea a tu favor. No te quejes, compite. Todo el año. Están preparados. Ante cualquier situación que no sea la que nosotros esperamos, el equipo luchará".

Como siempre, Luis Enrique fue muy claro con las opciones de su equipo y no quiso marcar el segundo gol antes del primero: "El objetivo no es ganar por dos goles. Es ganar. Nosotros en el minuto 90 marcamos un gol y la eliminatoria está empatada. No hay que marcar dos, hay que marcar uno y ganar el partido. En tres minutos se pueden marcar dos goles pero también recibir dos goles. No pasa nada por conceder un gol, no pasa nada porque marcáramos dos goles rápidos. Va a ser un partido parecido al de la ida, muy igualados, con buen nivel con el balón y también sin balón. Difícil para los dos equipos", afirmó.

Pero es que el asturiano se mostró muy tranquilo, explicó que el cuerpo técnico detectó los errores del partido de ida. "Hemos entrenado un día defensivo y otro ofensivo y hoy ha sido un entrenamiento normal más de ocio, diversión, de relax, de pensar lo afortunados que somos de jugar unas semifinales de Champions y mañana será un día de fiesta, de disfrutar de los aficionados y de competir".

Luis Enrique también reflejó la importancia que le da al trabajo: "Es evidente que no todo en la vida es trabajo, es algo que intento hacer, soy un amante del deporte, de ir en bicicleta, de jugar al pádel, hacer gimnasio, ocio... Si hablo de nivel profesional ha sido una semana muy buena. Transmitirle a los jugadores dónde está ese margen de mejora y poder ser mejores que el rival". Trabajo, sí; drama, ninguno.

¿Y qué pasa si el equipo pierde? Según él, nada, la vida sigue: "Esta es una pregunta muy española, eh, muy en vuestro estilo, vamos a lo negativo, qué puede ser lo peor, que no pasemos, eh. Continúa la vida, saldrá el sol, cuando sale el sol en París es maravilloso, nosotros como deportistas y como en la vida si no pasamos a la final aplaudiremos al rival, aunque no lo merezca, le felicitaremos, nos levantaremos al otro día jodidos pero con orgullo que lo volveré a intentar, ese es el objetivo", concluyó.

También se refirió a los merecimientos: "Esto es lo que tiene un maravilloso deporte como el fútbol, muchas veces es ingrato o hasta injusto, es un deporte que en una temporada sucedan muchas cosas y todas las cosas como en la vida no son buenas, es más la mayoría suelen ser malas e ir viviendo ese proceso de una manera más positiva de hacer mejor a tu equipo, es muy gratificante como entrenador sobre todo cuando se consigue un resultado como este. Nuestro objetivo es alcanzar una final de Champions y antes de eso tienen que ser mejor que un gran equipo como es el Dortmund", cerró antes de intentar llegar a una nueva final. Una más para el PSG, una nueva para él.