No vas a convencer al campeón de Europa de salir a morder en una fecha sin cartel, además en semana de Clásico. Hay algo muy madridista en eso de no tomarse en serio este tipo de citas, y a mí no me parece mal. Un equipo de grandes noches; quedarse a medias es para los demás.
Mendy eligió Varsovia para echarse la siesta en un minuto oportuno: el minuto después de salir del descanso. No debió reposar lo suficiente durante la charla. El Shakhtar encontró ahí el hueco que premió su valentía, con tres actuaciones fantásticas, la de Mudryk, Zubkov y Sudakov.
El Madrid es el Madrid hasta en los días vagos. Y tiene la suerte de contar con Kroos, de los pocos que mantienen la calma en los buenos momentos y en los malos. Dedicó balones al área como si lanzara cartas de amor. Rüdiger pilló las indirectas. Y se coronó de la manera más madridista posible: un gol en el descuento con la camiseta llena de sangre.
No vas a convencer al campeón de Europa de tomarse en serio estas citas. Si al final pasa lo de siempre, con un Clásico a la vuelta de la esquina.
