Marcus Pürk y su pasado en la Real: "Irureta dejó de confiar en mí y para alguien inexperto, la situación no era la mejor"
Llegó a la Real para cubrir el hueco dejado por Meho Kodro, pero su estancia en Donostia se tradujo en 31 partidos y cinco goles. Hoy, el exdelantero, apuesta por la victoria del Salzburgo.

La Real ya vela armas en Salzburgo a la espera de que el balón eche a rodar hoy sobre el verde de del Red Bull Arena a partir de las 18.45 horas. Los de Imanol Alguacil buscan la primera victoria en la fase de grupos de la Champions League frente a un equipo, el austriaco, que ya estrenó su casillero de triunfos en la primera jornada frente al Benfica. No será la primera ocasión que Salzburgo y Real Sociedad midan sus fuerzas. Ambos conjuntos se vieron las caras en los dieciseisavos de final de la Europa League de la temporada 17/18. Por aquel entonces, fueron los entrenados por Marco Rose, los que se llevaron el gato al agua. Hoy, la Real tratará de resarcirse de aquella dolorosa eliminación. No lo cree así, sin embargo, uno de los dos extranjeros nacidos en Austria que han defendido la camiseta de la Real a lo largo de su historia. "Creo que va a ganar el Salzburgo". Así de claro lo tiene Marcus Pürk (Viena, 1974).
No le fueron nada bien las cosas a la Real cuando se decantó por el mercado austriaco en una parte de su historia. El primero en aterrizar fue el citado Pürk, que llegó en el verano de 1995. Dos años más tarde lo hizo Dietmar Kühbauer, cuya estancia en Donostia estuvo marcado por un drama familiar – su mujer tuvo un accidente muy grave de tráfico y tras mucho tiempo en coma, finalmente falleció- y sus continuas lesiones.
Pürk llegó, en principio, para ocupar el hueco dejado por Meho Kodro, que había abandonado la nave txuri urdin destino Barcelona previo pago de la cláusula de 700 millones de las antiguas pesetas que tenía el atacante bosnio. Asimismo, la fuga de Joseba Etxeberria al Athletic, hizo que la directiva deportiva de la Real se lanzara al mercado y se hiciera con los servicios de un prometedor delantero que por entonces contaba con 21 años.
El ariete del Rapid de Viena venía de completar la mejor temporada de su vida. Jugó 34 partidos de Liga y marcó 13 goles empatando con Mario Haas y Thomas Janeschitz en el título honorífico de máximo goleador nacional de la Bundesliga Austríaca. Su equipo, el Rapid, se alzó con el título de Copa, Pürk debutó con la selección de su país y fue nombrado en algunas votaciones como jugador del año en Austria y miembro del 'once' ideal de la Liga. Todo esto y su gran proyección (tenía todavía 21 años) le valieron el fichaje en julio de 1995 por la Real Sociedad. Pürk lució el dorsal '9' a lo largo de la temporada y no logró dar el nivel esperado ni demostró ser un delantero nato. Aunque comenzó la temporada siendo titular, la mala marcha del equipo, el cambio de entrenador y la recuperación de algunos compañeros lesionados le apartaron de la titularidad en buena parte de la segunda vuelta. Jugó en aquella temporada 30 partidos de Liga (de 42), aunque solo 6 de ellos completos y marcó 5 goles. También disputó un partido de Copa.

Aquella temporada, la 95/96, "no comenzó nada bien y cesaron a Salva Iriarte, que era el que confiaba en mí. Había mucha presión y los resultados no fueron nada buenos. Vino Irureta y ya no confiaba en mí. Para un jugador joven, inexperto y extranjero, la situación no era la mejor. No fue sencillo y las cosas no salieron como todo el mundo esperaba. La temporada siguiente me marché cedido y no volví a jugar con la Real. Una pena", reconoce el exfutbolista blanquiazul.
No quiere echarle la culpa al veterano ya exentrenador de Irun. "Él confiaba en los jugadores más experimentados y apenas me dio oportunidades. Pero eso no quita para que fuera un gran entrenador, tal y como lo demostró en A Coruña. Yo, como jugador joven que era, siempre quería jugar y quizá fui un poco impaciente", sostiene el austriaco que compartió vestuario con dos de los mandamases actuales de la entidad blanquiazul como son Imanol Alguacil y Roberto Olabe.
No coincidirá con ninguno de ellos porque vivirá el partido desde su casa de Leopoldsdorf, localidad austriaca cercana a Viena. Allí trabaja en una inmobiliaria, pero su principal deseo es convertirse en entrenador asistente. "Sigo esperando una oportunidad que no llega", lamenta Pürk. "Puedo ayudar con mi experiencia", asegura el ex de la Real que protagonizó una carrera muy longeva como futbolista. Se retiró a los 43 años -ahora tiene 49- y su último equipo fue el Ask Kaltenleutgeben, de la quinta división austriaca. Hoy es el día en el que todavía sigue jugando con las leyendas tanto del Rapid de Viena y el 1860 Munich. "No puedo prescindir del fútbol. Estoy muy ansioso por un trabajo de entrenador asistente porque quiero aprender y puedo ayudar".
"Él [Irureta] confiaba en los jugadores más experimentados y apenas me dio oportunidades. Pero eso no quita para que fuera un gran entrenador, tal y como lo demostró en A Coruña"
Pese a que su experiencia resultó frustrante, no reniega de su pasado blanquiazul. Todo lo contrario. "Para mí fue un orgullo jugar en la Liga española y defender los colores de la Real", asegura comn añoranza. "Fue una época maravillosa y si pudiéramos retroceder en el tiempo, tomaría la misma decisión de fichar por la Real", deja claro un exfutbolista que además de con Olabe y Alguacil, también compartió vestuario con De Pedro, Karpin o Yaw. Con este último sigue manteniendo contacto vía Facebook. "Me llevaba muy bien con Imanol. Fue un apoyo muy importante para mí en mi época como jugador. Me alegro mucho de cómo le están yendo las cosas", sostiene.
Pese a su amor por los colores de la Real, Pürk tiene el pálpito de que hoy no le van a ir nada bien las cosas a los de su excompañero Imanol Alguacil. "Todo el mundo ya se está dando cuenta de lo bien que lo está haciendo la Real. Se ha convertido en un referente de a Liga junto al Real Madrid y al Barça", elogia el ex de la Real, Eso sí, considera que el Salzburgo está "un punto por encima". Además, el hecho de jugar en casa es una baza a favor de los entrenados por Gerhard Struber. El Red Bull domina la clasificación con siete victorias en nueve partidos y viene de haber goleado por 4-0 al colista Lustenau el sábado pasado, un triunfo, eso sí, con el que se recuperó anímicamente de la inesperada derrota en casa que le endosó el modesto Blau-Weiis Linz.