Mbappé es el Ser Superior

No había ambiente de remontada en el Bernabéu. Y es que, por imposible que parezca en una noche de miércoles en Madrid, no hacía falta. El público merengue vino a su estadio a ver a Mbappé, que él solito despedazó al City con una facilidad pasmosa. Guardiola, entrenador y filósofo a tiempo parcial, tiene que flipar con el equipo blanco: este año no se quisieron gastar un duro en un central (sin ningún central sano en la plantilla), y de pronto surgió de la nada el mejor central del momento. Lo peor es que ya lo hicieron el curso pasado con Joselu y Harry Kane. En la Champions aún no saben quién es uno y quién el otro.

Sí conocen al Real Madrid. Ancelotti, otro filósofo a su manera, de la escuela de los Suertistas, ha encontrado su once justo a tiempo. Con los cuatro diablos siempre en el verde y el futbolista que por arte de magia le ha dado sentido al juego: Dani Ceballos. 'Danifuli' para los colegas. Enfrente ni compareció el Manchester City. Dio la sensación que sus jugadores ni se conocían entre ellos. Ni un amago tuvieron de ganar el partido. Ni salió Haaland.

Cuando Guardiola describió al Real Madrid como un equipo de atletas aún no conocía a Kylian Mbappé. Mbappé no es un atleta es un Ser Superior. Tiene detalles de todos: "La cualidad más importante de un líder es no querer ser un líder", y así lo aplicó el de Bondy, que empezó sin dar una y a mitad de curso ya suma 27 goles y un hat-trick al Manchester City.

Como escribe Hughes, Mbappé sale de las defensas como un saltamontes de las cañas. Con una pizca de su repertorio dejó tres tantos preciosos contra su rival británico. Una vaselina tras pura potencia en el minuto 4, un regate con definición en el 33' y un zurdazo lapidario en el 61'. Facilito.

Tan sólo llevo dos años asistiendo como prensa al Santiago Bernabéu pero en este tiempo no recuerdo un cariño tan sentido y repentino como el del estadio blanco a Raúl Asencio. La grada corea su nombre y celebran cada uno de sus 'tackles'. Se gustan. Y el central canario ya es una certeza para el cuadro de Carlo Ancelotti.

Contra el City, su consagración oficial. Firmó un gran encuentro en el Etihad y esta noche lo rubricó con una actuación redonda en la vuelta. Fue el autor de la imponente asistencia a Mbappé en el arranque, un pase largo de tantos y tantos metros, y ningún delantero del City pudo con él.

¿Qué ha pasado con el Manchester City? No puede ser verdad. Del equipo de todos los récords a una plaga de medianías. Tan sólo han pasado unos meses, apenas salió un jugador, Julián Alvarez, sigue Guardiola. Pero no es lo mismo. Bernardo, Gündogan y De Bruyne (que ni jugó) ya están en el epílogo. Y el resto no acompaña, pese a ser fichajes de muchos millones y nombres impronunciables (Khusanov, Marmoush).

Su principal debe es la defensa, que pareció un bazar no sólo en la eliminatoria contra el Real Madrid. Álvaro de Grado, nuestro compañero y experto en Premier League, nos lo cuenta cada fin de semana. A Guardiola, que ya inventó el fútbol una vez, le toca inventarlo de nuevo.