El movimiento de Darwin Núñez que puede decantar la balanza ante el Real Madrid
El uruguayo, que es duda, está en un muy buen momento de forma tras anotar un gol y repartir una asistencia en sus últimos dos encuentros.
![Darwin celebrando su último gol /AFP](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202302/19/media/cortadas/Darwin-Liverpool-RWjceFhV4hMbj4PYV3GPj0I-1200x648@Relevo.jpg)
Si uno se fijase en los números de Darwin Núñez (11 goles y 4 asistencias en 28 partidos) no vería al jugador que hay detrás. Solo una parte, pero a buen seguro que no percibiría al jugador que esconden estas cifras, que lejos de ser espectaculares sí señalan el enorme potencial que atesora el uruguayo. El Liverpool empieza a carburar y Darwin tiene gran parte de la culpa de esta mejoría. En el último partido ante el Newcastle, no obstante, además de marcar un gol acabó abandonando el campo por un golpe en el hombro y es duda para el partido ante el Real Madrid.
Los de Jürgen Klopp siguen siendo un equipo muy tendente al error, mantienen vicios defensivos que les lastran en el día a día y aún no han alcanzado el punto de madurez óptimo para superar al rival de forma colectiva a lo largo de los 90 minutos. Este Liverpool es un equipo de oleadas. Como en sus primeros años, Klopp ha recuperado una energía que atropella al rival cuando se condensa. Y Darwin Núñez es el catalizador.
Klopp empezó situando a Darwin de 9, con Luis Díaz y Salah en las alas. Pero algo no funcionaba, a pesar de lo estimulante de este trío, como si de fondo sonara un ruido que no dejara conciliar el sueño. Núñez es un atacante agresivo, tendente a la ruptura larga y generosa y con poca precisión y pausa en situaciones de juego asociativo. No había pausa y sí un vértigo disléxico que el veterano centro del campo del Liverpool no podía sostener. No se ganaban segundas jugadas, no se podía presionar con firmeza y la defensa quedaba expuesta. Klopp tenía que ajustar. Y lo hizo. Llevar a Darwin del centro a la banda le dio dos ventajas en una.
La primera es el rédito individual. Si bien es cierto que la puntería no le ha acompañado, el uruguayo ha encontrado más espacio desde el costado. Su juego, a veces impreciso, no necesita de la pausa que requiere ser el 9, ese nexo entre el centro del campo y el espacio. Darwin puede enfocar toda su energía a la conquista de ese espacio disponible aprovechando que Trent Alexander-Arnold, uno de los mejores y más creativos pasadores del mundo, juega en el otro perfil para alimentarlo. Con Salah, Henderson y Trent, ese triángulo que logró elevar el techo del Liverpool, en el otro perfil, Darwin tiene más margen para atacar espacios desocupados.
![Con el Liverpool atacandon en ataque posicional, es habitual ver a Darwin como 9, aprovechando que Gakpo puede intercambiar con facilidad la posición, y desde ahí atacar espacios.](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202302/20/media/cortadas/Darwin-Gol1-U02351153604WdU-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
Cody Gakpo, el nuevo fichaje de los de Klopp, es el perfecto complemento para Salah y Darwin con la baja de Luis Díaz. Partiendo como 9, posición que ya ocupó en Países Bajos, tiene la sensibilidad en espacios reducidos y la inteligencia para combinar, además de poder intercambiar posiciones con Darwin y caer a banda izquierda, su hábitat natural.
![El primer gol de Darwin ante el Newcaste en la última jornada nació de ese desmarque entre central y lateral, marca de la casa.](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202302/20/media/cortadas/Darwin-Gol2-U74312208870xfy-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
De ahí que la ventaja de resituar a Darwin en banda sea doble. No solo es él el beneficiado, sino el colectivo. Porque sus desmarques cobran sentido. Iniciando fuera, una vez el rival bascula sobre Salah, Trent y el movimiento de Gakpo hacia su derecha, Darwin ataca esa desatención de forma salvaje, cortando con mucha voracidad, obligando al lateral a estar muy pendiente de su ruptura y al central a anticipar un posible desmarque. Esa compenetración exige mucho a nivel colectivo, y ahí el Real Madrid ha dejado a deber, muchas veces dejando al pasador sin presionar y perdiendo referencias con los desmarques.
![De nuevo, situación de intercambio posicional con Gakpo abierto y Darwin cortando a espalda de su par cuando la pelota la tiene Alexander-Arnold.](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202302/20/media/cortadas/Darwin-desmarcada1-U63075036050VoW-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
![El movimiento de Darwin Núñez que puede decantar la balanza ante el Real Madrid](http://s3.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202302/20/media/cortadas/darwin-desmarcada2-U87535857217daB-624x385@Relevo.jpg?cw=780&ch=481)
El Liverpool se va engrasando colectivamente volviendo a su naturaleza primigenia. Ese control desde el sector diestro y la amenaza latente que le da Darwin, sumada a la movilidad y agresividad de Gakpo. Todo nace de un pase, un envío diagonal que es el señuelo para que la maquinaria inicie. El pie de Arnold manda, los de Darwin golpean.
![Todos los pases de Arnold a Darwin en la Premier League este curso (en rojo los buenos, en amarillos los que no llegaron)](http://s1.sportstatics.com/relevo/www/multimedia/202302/20/media/cortadas/IQTactics_Events_Liverpool_For__2022_2023-U33688343520ygP-406x720@Relevo.jpg?cw=300&ch=533)
Esa sociedad, que cada vez crece más, será el principal foco de peligro para un Real Madrid que llega con la moral alta, pero con bajas muy sensibles (Kroos y Tchouameni) que podrían limitar su impacto a la hora de controlar el vértigo rival, aquel que nace de un solo movimiento, tan sencillo como difícil de defender. Darwin tiene la llave.