Nico Paz llama a la puerta de un Real Madrid al que no frenan las bajas

El Real Madrid ha puesto el piloto automático de las victorias en una fase de la temporada donde la acumulación de partidos y las lesiones invitaban a pensar en turbulencias. Sacó un triunfo frente al Nápoles que abrocha la primera plaza y dio la sensación de controlar el encuentro a su antojo incluso con dos marchas menos de las que podía alcanzar. Cada vez que lo necesitó, apretó y solucionó los problemas, como demostró Rodrygo al empatar el partido sólo un minuto después de que Simeone hiciera el 0-1.

La noche la redondearon los goles de Bellingham (¡15 lleva ya!) y el zurdazo de un Nico Paz que después de encandilar al cuerpo técnico comienza a meterse en el bolsillo al Bernabéu. Por si faltaba una guinda, Joselu hizo el cuarto en el descuento después de una noche que difícilmente hubiera olvidado sin ese tanto (erró varias oportunidades claras previamente). Esta victoria le permite a Ancelotti aparcar la Champions durante más de dos meses en un tramo del curso donde entrarán en juego dos nuevas competiciones (Copa y Supercopa). Llegar a octavos como primeros, asignatura lograda con sobresaliente.

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Los 30 son los nuevos 20 en la vida y también en el fútbol. Ver a Kroos presionar, correr, robar, mandar… ¿Cómo va a retirarse en junio a los 34 años? El alemán, a pesar de sus recurrentes molestias en la espalda y en los isquios, está como un chaval. Ancelotti lo sabe y tiembla cada vez que lo dosifica, porque no encuentra en la plantilla a otro que entienda el fútbol como él. Estamos a pocas semanas de que se repita lo del curso pasado: convencer a Toni de que se regale otro baile más en la 2024-25.

El fútbol es un estado de ánimo para todos y especialmente en el caso de los delanteros. Hace pocas semanas Rodrygo hablaba de sus problemas con el gol, mientras reflexionaba de la importancia de la psicología deportiva para mejorar el rendimiento. Su caso demuestra que casi siempre es más necesario ordenar la cabeza que los pies. Cada disparo que hace unos partidos rebotaba en un defensa, ahora limpia las telarañas de la portería. El brasileño se ha sentado definitivamente en la mesa de los mejores delanteros del planeta.

El jugador georgiano es de esos 'nacidos para jugar en el Real Madrid'. Buena prueba de ello es que Carvajal, en la conferencia de prensa previa al encuentro, pronunció Kvaratskhelia sin trabarse en una sola sílaba. Lo había estudiado bien, porque sabía que le tocaba cita con el dentista para marcarlo este miércoles, aunque el crack del Nápoles no pudo brillar como acostumbra. Además, el problema que tiene el habilidoso extremo es que hay otros dos futbolistas nacidos para triunfar en el Santiago Bernabéu que se le adelantaron: Rodrygo y Vinicius.

Cada vez que Bellingham se cae al suelo, el Bernabéu se queda mudo y tarda varios minutos en recuperar la respiración normal. Esta vez fue una torcedura de tobillo al borde del descanso. El inglés se ha convertido en el nuevo ídolo de la grada (sus camisetas abarrotan el estadio en cada partido) y su inicio de curso (15 goles) invita a pensar que ha llegado para marcar una época en el club. ¿Recordáis cuando el debate se centraba en si era caro? ¿Y aquello de que los ingleses no se adaptan a la vida española?

Los atacantes de La Fábrica tienen una oportunidad que pocas veces se presenta en el Real Madrid: escasez en ataque. En el once ante el Nápoles el único canterano fue un defensa, Carvajal. Históricamente, el talonario madridista suele utilizarse para desembolsos en ataque, algo que deja más oportunidades en la parte trasera para la gente de casa. Esta vez ha ocurrido justo lo contrario, existe más abundancia en la zaga que en la delantera. De ahí que mediapuntas como Nico Paz tenga una oportunidad de oro que el talentoso zurdo aprovechó de maravilla al anotar el tercer tanto.