REAL MADRID

Nico Paz, la primera joya que sale de La Fábrica moldeada por Raúl y Arbeloa: "Se le notaba una calidad diferente"

El hispano-argentino debutó con el primer equipo contra el Braga. En la cantera le veían detalles de Kaká. España nunca lo llamó.

Nico Paz, durante su debut con el Real Madrid en Champions./Agencias
Nico Paz, durante su debut con el Real Madrid en Champions. Agencias
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

"Que caliente Nico", comentó Ancelotti a su cuerpo técnico cuando el duelo contra el Braga quedó encarrilado. Para sorpresa del hispano-argentino, que se veía un partido más calentando el banquillo. En los últimos dos había ido convocado pero los había visto completos desde el asiento, sin siquiera calentar. No le gustaba la idea de repetir, más aún teniendo en cuenta que por la citación no había podido ayudar al Castilla el pasado fin de semana y al juvenil A en la Youth League el miércoles. Pero la paciencia encontró su premio con un debut soñado para un canterano que lleva desde que era infantil formándose en Valdebebas.

"Ha sido una locura, es un sueño, un sueño que tengo desde pequeño de debutar con el primer equipo y hoy se ha cumplido en el mejor estadio del mundo y todavía no me lo creo", afirmó después del encuentro en los micrófonos de Real Madrid TV.

Llegó con 12 años desde Tenerife, donde nació. El Real Madrid tuvo que convencer a su padre, Pablo Paz, exjugador y encargado de gestionar la carrera de su hijo desde que era un niño. Se enamoraron de su forma de jugar durante un torneo Maspalomas. Antes de que aparecieran los emisarios blancos, Paco de Gracia -jefe de ojeadores- y Sixto Alfonso -ojeador de la zona de Canarias- Nico Paz lo tenía hecho para marcharse al Atlético. Sin embargo, el proyecto que le ofrecieron en Chamartín les hizo cambiar de idea. Eso sí, Pablo tenía decidido que, fuese al equipo que fuese, toda la familia se mudaría a la capital junto al mayor de los hermanos Paz -tiene dos más pequeñas-, por lo que nunca ha pisado la residencia. Actualmente todavía viven en Madrid.

Desde su llegada, enamoró. Algunos trabajadores de la cantera le veían cierto parecido con Kaká. Al contrario del brasileño, Nico es zurdo, pero maneja la pelota con la misma maestría y con el cuerpo siempre erguido, signo de identidad del diez del Milan o del Real Madrid. "Se le notaba una calidad diferente", confirma un miembro de un cuerpo técnico que lo entrenó durante sus primeros pasos en el Madrid.

Durante sus más de siete años en La Fábrica, diferentes entrenadores se han cargado de formarlo. El primero de todos, Carlos del Rey (infantil B), pero también ha pasado por las manos de Juanjo Crespo, Tristán Celador o Fran Beltrán. Sin embargo, dos ilustres le han terminado de forjar como un futbolista diferencial: Álvaro Arbeloa y Raúl.

Raúl abraza a Nico Paz. Getty
Raúl abraza a Nico Paz. Getty

Coincidió primero con el '7' en el cadete B. Se convirtió en un fijo para él junto a Manuel Ángel, uno de los mejores amigos de Nico en la cantera y uno de sus socios predilectos sobre el terreno de juego. A Raúl siempre le llenó el ojo. Era su primer año de entrenador en la cantera y uno de sus retos pasaba por potenciar a sus mejores jugadores, con el tinerfeño entre ellos. Y lo consiguió.

Años más tarde, la temporada pasada, decidió que debía dar el salto antes de tiempo y subir del juvenil A al Castilla. Por ello, después del Sudamericano Sub-20 que jugó con Argentina, Raúl lo incorporó a la dinámica del filial. Debutó incluso antes de marcharse, contra el Algeciras, para convertirse en un fijo cuando regresó. Su primer partido después del torneo continental, contra el Córdoba, marcó y asistió. "No es que haya jugado bien, es que ha sido el mejor", comentaba entusiasmado Raúl a sus cercanos.

Este curso le ha seguido dando confianza. Primero, dándole el '10', dorsal heredado de Arribas, líder indiscutible de ataque del Castilla los últimos tres años. Después, con minutos, jugando siempre que ha estado disponible y completando siete de nueve partidos. Él ha correspondido como mejor sabe hacer: con seis goles y una asistencia.

Arbeloa sacó su mejor versión a lo largo del año pasado. Nico comandó una generación dorada junto a otros talentos como Manuel Ángel, César Palacio o Gonzalo que levantaron tres títulos con el exdefensa como técnico. División de Honor, Copa del Rey y Copa de Campeones, un triplete histórico para la cantera.

El estilo de juego que propone Arbeloa potenció las característica de Nico a niveles que no había enseñado antes. Se convirtió en una referencia para su equipo tanto en el apartado goleador como en el creativo. Lo tenían claro: "Es jugador de Primera División". Ese interés era mutuo: Álvaro contaba con él, incluso cuando subió con el Castilla, y Nico era feliz bajando a jugar con el juvenil. Por ello, muchos fines de semana hizo doblete apareciendo con ambos equipos cuando el reglamento se lo permitía.

España nunca lo llamó... y Argentina lo aprovechó

Entre todos formaron a un futbolista diferencial que la RFEF nunca quiso aprovechar. Se ha hablado mucho de la decisión de Nico de jugar con Argentina, pero la realidad es que no hubo que decidir ya que España nunca contó con él. Por ello, cuando recibió la llamada de la albiceleste, el país de su padre, aceptó encantado. En los últimos años la AFA le ha demostrado un interés que han ilusionado al joven jugador, que nota que lo toman en cuenta como una pieza importante para el proyecto que viene en el futuro.

Nico Paz, con la camiseta de Argentina.
Nico Paz, con la camiseta de Argentina.

Después de la alegría del debut, toca seguir creciendo. Lo hará en casa: el club aseguró su futuro ofreciéndole cinco años de contrato a finales del año pasado. Ancelotti ha demostrado que, cuando falte alguien del centro del campo -Ceballos en este caso-, tirará de Nico para completar el equipo. Un recurso que ya utilizó durante los primeros meses de temporada. Y no se trata de un regalo por los servicios prestados. Carlo y su cuerpo técnico confían en el jugador, al que conocen desde hace tiempo y que siempre les ha encandilado en los entrenamientos. Tocaba verlo en un partido y cumplió. Veremos si, con suerte, puede brillar en alguno más pronto.