La noche más negra del Manchester City acaba con la mofa del Bernabéu: "¡Guardiola, quédate!"
El equipo inglés nunca creyó en la remontada y se vio superado por un Real Madrid que lo hundió un poco más en su drama particular.

La sensación es que el Manchester City no se creyó la remontada en ningún momento. Que lo del "1%" de posibilidades del que hablaba Pep Gaurdiola tenía parte de verdad, aunque él en rueda de prensa previa al partido aseguraba que estaba mintiendo a los periodistas. De hecho, el conjunto inglés vivió una de sus noches más negras, cayendo vapuleado y mostrando una de las peores imágenes desde que pelea en Europa.
Se notaba ya en los alrededores del Bernabéu. Pocos aficionados citizens y muy desperdigados, como si hubiesen venido cada uno por su cuenta y poco convencidos. De hecho, ni siquiera se llenó la parte de la grada que el Real Madrid cedió a la hinchada visitante y los que entraron no se hicieron notar en ningún momento.
Pep Guardiola, que no podía contar con Haaland por unas molestias, metió un equipo físico y con el que intentar correr. No valió de mucho, pues en el minuto tres su defensa fallaba por primera vez -ya no puede confiar en ella- y Mbappé marcaba el primero de sus tres goles. Su plan se derrumbaba.
Para más inri, se le lesionaba Stones al poco de empezar el encuentro y tenía que meter a Kushanov. Todo le salía mal a un Pep que no paraba de rascarse la cabeza, con la mirada perdida y dando indicaciones que caían en saco roto ante la jerarquía de los jugadores de blanco, multiplicados sobre el terreno de juego y, sobre todo, mucho más acertados.
En el segundo tiempo, ya resignado después del tercer gol, no pudo más que recriminar una acción a Bellingham que no le gustó. Nada importante, pero no lo estaba pasando bien y tampoco quería permitir que la cosa fuese a peor. Sí lo quería la afición, que acabó cantando olés con los pases del Madrid y un "¡Guardiola, quédate!" con tono de mofa.
Los jugadores del conjunto inglés salieron abatidos, conscientes de que se habían llevado un repaso del quince veces campeón de la competición, que los eliminó por segunda vez consecutiva. Van a necesitar mucho trabajo para salir exculpados de una temporada que ya es un drama.