El nuevo formato de Champions es más aleatorio que el anterior y la respuesta está en la 'catástrofe' del Liverpool
El formato varió demasiado las posiciones finales de la tabla, lo que ha dejado un cruce explosivo en el que ha logrado avanzar el PSG.

El Liverpool, flamante campeón de la primera fase de liga de la historia de la Champions League, ha caído eliminado en octavos de final. Era considerado por todos como el gran favorito, sumó un pleno de triunfos en las siete primeras jornadas de competición y solo cayó en una última en la que Arne Slot dejó fuera de la convocatoria a nueve de los once titulares habituales. Casi nada. Demostró ser el que mejor se había adaptado a este nuevo formato, solo encajó cinco goles e impresionó a toda Europa en una temporada excepcional. Desde luego, se puede decir que no tuvo suerte por cruzarse con el Paris Saint Germain, pero ¿realmente no vino este nuevo modelo para dar una mayor impresión de justicia en los emparejamientos?
Hasta ahora, los octavos de final de la Champions quedaban definidos de la siguiente forma: ocho pasaban como primeros, ocho como segundos y se enfrentaban entre sí con la imposibilidad de cruzar a los que ya habían jugado en el grupo y a los equipos del mismo país. Tal sorteo garantizaba que un equipo de esa eliminatoria lo hubiera hecho mejor que el otro, pero había demasiados condicionantes de aleatoriedad. Ahora, supuestamente el orden de la clasificación estaba previsto de tal manera que el mejor jerarquizado en la tabla tuviera ventaja con respecto a su adversario y que los grandes encuentros llegaran más conforme avanzara la competición.
Sin embargo, esa idea funcionaría realmente en una clasificación como la de la Euroliga, en la que juegan todos contra todos durante meses. Y ya ahí se dan sorpresas luego. Pero en una tabla de 36 equipos a ocho partidos hay un sinfín de matices que evidencian que los cruces no solo no son más desequilibrados, sino que son todavía más aleatorios de cuando se decidían por el movimiento de unas bolas en un cuenco. Dicho lo cual, hay datos que así lo aseguran. Entre el sexto clasificado, el Bayer Leverkusen, y el decimoquinto, el PSG, hay solo dos puntos de distancia. Dos puntos suficientes como para que el equipo de Xabi Alonso llegara a la última jornada muy tranquilo y los de Luis Enrique pudieran caer eliminados en caso de un resultado adverso.
Por ejemplo, en el caso del Leverkusen, realmente no era favorito al Bayern de Múnich. Es cierto que los bávaros hicieron una peor primera fase, es cierto que también tuvieron que pasar por la ronda de dieciseisavos de final. Como también es cierto que Xabi y los suyos disfrutaron de la anterior eliminatoria desde el sofá con palomitas y quedarán para la posteridad como uno de los mejores equipos de la primera fase de liga de la Champions League. ¿Pero cuánta diferencia efectiva hubo entre ellos? Aquí llega la gran sorpresa: solo un punto, con la misma diferencia de goles a favor y en contra. Una minucia que ni mucho menos reflejaba la distancia que hay en un torneo normal entre un sexto y un duodécimo clasificado.
El PSG, de eliminado a 15º con un resultado
El caso del PSG es todavía más sangrante. Llegó a la última jornada al borde del desahucio, jugó contra el Stuttgart y, en caso de derrota, habría quedado eliminado, sin ni siquiera tener la posibilidad de disputar los dieciseisavos de final. Tanto es así, cómo son las cosas, que hubo rumores de que la directiva podía destituir a Luis Enrique si no lograba el billete para la siguiente fase. Es más, comenzó la jornada rozando el abismo. ¿Cómo es que entonces acabó la primera fase en la 15ª posición con una sensación incluso de que se clasificó sobrado?
Pues en la última jornada cayeron Mónaco, Brest, Feyenoord, Juventus, Brujas y Celtic, empató el Sporting... Un simple resultado hacía bailar a un equipo más de diez posiciones en la tabla. No hay más que recordar un ejemplo de lo más tonto. En la quinta jornada, el Borussia Dortmund iba ganando su partido y estaba segundo en la clasificación general y solo un minuto más tarde le empataron y bajó hasta la decimocuarta plaza.
¿Es esta Champions más aleatoria?
En definitiva, la aleatoriedad y la enorme igualdad expuesta por todos los presentes ha hecho mella en el formato. No solo hablamos de empates deportivos, sino más bien los condicionantes del cuadro, capaces de dibujar todo tipo de emparejamientos. De momento, de los peores clasificados en fase de liga, ya han avanzado a la siguiente fase tanto el Bayern de Múnich como el propio PSG. Parte también con ventaja el Real Madrid y el Borussia Dortmund está empatado a falta del duelo de hoy, otros dos que tuvieron que pasar por esa ronda de dieciseisavos de final.
Si se llegaran a confirmar, cuatro de ocho casos ya vienen a reflejar que la fase de liga y la clasificación general tienen un mayor peso mediático que efectivo sobre la dinámica de esta Champions. Pero este martes ya ha caído el primer bombazo, con la eliminación del líder y el progreso del Paris Saint Germain de Luis Enrique. Una pincelada de que esta Liga de Campeones es todavía más aleatoria, lo que, sin duda, favorece al espectáculo, a la vez que no permite a ninguno de sus integrantes relajarse lo más mínimo.