La nueva Champions provoca que el Shakhtar apoye al Real Madrid en la final
UEFA explicó su modelo, con un gigantesco reparto económico. Expone Marchetti: "Es un sistema que vincula todavía más las competiciones nacionales con las europeas".

UEFA se ha reunido en Madrid con un grupo de periodistas, tal y como está haciendo por toda Europa con el fin de que todo el mundo comprensa el formato de sus competiciones, que presentan un cambio drástico con respecto a las que conocemos desde hace años. "Cada partido, cada punto, cada gol cuenta en este nuevo formato", es una de las claves de esta versión renovada de las competiciones UEFA.
En España, esta charla ha corrido a cargo de Giorgio Marchetti, su secretario general y director de Fútbol, junto a Tobias Hedstück, jefe de Competiciones y Agenda, y Santiago Solsona, senior competition manager UEFA, en la madrileña sede de Legends, junto a la Puerta del Sol. Partiendo de lo más básico, ahora la Champions, la Europa League y la Conference pasan a tener un total de 108 equipos, 36 por cada. Es decir, cuatro más que hasta ahora. Una vez expuesto el rasgo más general, toca desgranar los detalles que cambiarán por completo las competiciones europeas.
El formato suizo y para qué sirven los bombos
Una de las claves de la nueva Champions es que habrá un formato suizo, con una tabla clasificatoria general y no los grupos existentes hasta el momento. Los clubes pasarán de jugar seis a disputar ocho partidos. Y estos aumentarán considerablemente su nivel. Cada equipo, independientemente del bombo al que pertenezca, se enfrentará a dos rivales de cada uno de los bombos. Más nivel, más competitividad.
Puede haber por tanto un Real Madrid-Bayern de Múnich y un PSG-Real Madrid en la primera fase. Algo que antes solo ocurría en el grupo de la muerte y ni así. ¿Y por qué este cambio? Entre las razones principales, UEFA cita una posible falta de competitividad en las primeras fases. En ocasiones sólo en cinco jornadas ya estaba claro quienes se clasificaban y quienes estaban eliminados. Y daba pie a lo que llaman "partidos muertos", en los que nadie se jugaba nada.
También la falta de diversidad en los enfrentamientos de la fase de grupos. Además, las ligas locales les pedían que más equipos pudieran llegar a la fase final de sus competiciones. La última razón es la más ambigua: cambiar la narrativa de la competición. Conseguir mayor emoción durante el torneo.
Casos drásticos como el de Italia
Italia maneja en la actualidad un caso drástico que le podría ayudar a tener nueve equipos la próxima temporada en Europa. Si el Atalanta queda quinto, por haber ganado la Europa League, el sexto también irá a la Champions, lo que también ayudará al Benfica, que se evitaría la previa. ¡Si hasta ganar puede llevar a la DEA a perjudicar a su propio campeonato! También está el caso de la Fiorentina, que puede quedar octava y ganar la Conference, lo que le da una plaza en Europa League y deja vacante la de la tercera competición continental para el noveno.
Y el Shakhtar, que va con el Madrid en la final de la Champions, porque la victoria de los de Ancelotti les haría acceder directamente a la competición, sin necesidad de disputar otra ronda previa.
🏆𝗛𝗶𝘀𝘁𝗼́𝗿𝗶𝗰𝗮𝗔𝗧𝗔𝗟𝗔𝗡𝗧𝗔 ⚫🔵#UELfinal pic.twitter.com/P15XEuvq5j
— UEFA.com en español (@UEFAcom_es) May 22, 2024
Y esto, ¿lo han aprobado los clubes?
Más partidos, un calendario más cargado... Lo cierto es que de primeras no es un gran aliciente para los protagonistas, aunque la competición en general mejore a nivel emoción. También es un cansancio mayor, enfrentándose de primeras ya todos los grandes. Desde 2008 UEFA no puede cambiar ninguna regla de sus competiciones sin el acuerdo mayoritario con todos los clubes.
"Antes había grupos que no tenían el mismo nivel de competitividad. Al final de los sorteos unos clubes estaban contentos y otros no", dijo Marchetti, que seguirá siendo la cara del sorteo.
Tres sorteos y un nuevo modelo
No está claro si seguirá habiendo bolas para sortear, o un botón para accionar el complejo software UEFA que organizará la competición y que está incluso preparado para "saltarse" la norma, en las contadas ocasiones en las que se pueda producir un bloqueo de partidos entre clubes del mismo país, o situaciones impredecibles similares.
Se seguirán sacando los nueve papelitos del bombo 1, que ya no será de campeones, sino de los mejores clasificados. Entonces se irá apretando el botón para conocer los rivales de cada uno de los clubes, que se verán en el gran monitor. Y así sucesivamente. Hasta la propia UEFA reconoce que será más intuitivo de lo que parece.
Después, los sorteos sí serán otro rompecabezas. UEFA ha anunciado que habrá un total de tres: el de la fase de liga y otros dos para las eliminatorias (uno en dieciseisavos y otro en octavos). Estos últimos serán como el tenis y permitirán enfrentamientos entre equipos del mismo país. Cabeza de serie número 1 y cabeza de serie número 2 van de la mano. Uno va al lado izquierdo del cuadro y el otro al derecho. Y así sucesivamente.
Se sortean en octavos los puestos del cuadro. Es decir: si eres el 15/16 sabes que te enfrentas al 1/2, pero no sabes en qué lado del cuadro, que eso sí se va a sortear. Se parece bastante al tenis, y también un poco al baloncesto, donde el primero se enfrenta al octavo… y así. Sólo cambia que van a partes diferentes del cuadro.
En la fase de liga da igual ser líder o ser segundo, del mismo modo que da igual ser tercero o ser cuarto. Los dos mejores de la fase regular no podrán verse las caras hasta una hipotética final. Y habrá una ronda más, la del playoff, los dieciseisavos o como se prefiera llamar. El reparto, concretamente, es de la siguiente manera: del 1 al 8 van a octavos de final, del 9 al 16 van a ronda de playoff y del 17 al 25 también, pero sin ventaja de campo. El resto quedan eliminados, ya no hay repesca en la Europa League.
Nuevos criterios de desempate
Se acabó el enfrentamiento directo, principalmente porque la gran mayoría de veces ni siquiera se podrá dar. Si hay empate a puntos, el primer criterio será la diferencia de goles, seguido de goles marcados, victorias como visitante y los puntos que hayan conseguido los rivales con los que te has enfrentado. Para compensar en cierta medida las diferencias que se puedan dar en los calendarios.
El vínculo con las competiciones nacionales
Tras la amplia exposición, Marchetti respondió a las preguntas de los allí presentes, defendiendo con ahínco su nuevo modelo. "Es un sistema que vincula todavía más las competiciones nacionales con las europeas, que es muy necesario", expone.
También tuvo que hacer frente a las lagunas del sistema, como el peso en los hombros de los futbolistas... "Los jugadores han participado en las conversaciones pero no hay que olvidar que esta es una competición de clubes, y son también ellos los que deben involucrar a los jugadores. Nosotros no tomamos ninguna decisión sin que participen los clubes, y también están representados los jugadores".
Por último, las cuentas. UEFA estima un reparto total de 4.400 millones de euros, de los cuales 308 van para las asociaciones (federaciones), que reparten también entre los no participantes. 132 millones para las rondas de clasificación, 25 para la Champions femenina y la Youth League y 387 para los gastos de competición. Una estimación total que reparte el 93,5% para los clubes y tan solo el 6,5% para el propio organismo.
En lo que respecta a las tres grandes competiciones, el 74% del reparto va para Champions, el 17% a Europa League y el 8,60% a Conference League. Y dentro de lo que hay, un 35% por el valor de los clubes, un 37,5% por los resultados obtenidos y un 27,5% de distribución equitativa.