CHELSEA - REAL MADRID

Chelsea, un caos de 611 millones

Los 'blues' han vivido una revolución respecto al año pasado, empezando por su directiva.

Todd Boehly, dueño del Chelsea./ABC
Todd Boehly, dueño del Chelsea. ABC
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

El Chelsea es ya un conocido habitual del Real Madrid. Con este son tres enfrentamientos consecutivos en Champions League, con un balance de un triunfo para cada uno. En el último, los blues rozaron la hazaña de remontar el 1-3 de la ida en Stamford Bridge, pero se dieron de bruces contra la épica del Santiago Bernabéu. Desde entonces, el equipo inglés ha cambiado mucho, empezando por la directiva con la llegada a la presidencia de Todd Boehly tras la salida de Abramovich.

El norteamericano llegó con un saco de dinero, dispuesto a recuperar el trono inglés y europeo a base de talonario. Para empezar, renovó la dirección deportiva, aunque ha generado un pequeño caos, confiesan a Relevo personas conocedoras de la situación. Tom Glick, ex del Chelsea, es el presidente de Negocios, mientras que Christopher Vivell, procedente del grupo Red Bull, actúa como director deportivo, aunque con dos manos derechas: Lawrence Stewart (Manchester City, RB Leipzig o Federación inglesa) y Paul Winstanley (ocho años en el Brighton). Se ha hecho una fuerte apuesta por el Big Data y se han contratado a nuevos scouts que echen una mano.

Ante tal batiburrillo de gente, ha sucedido lo esperado: se ha llevado a cabo una alocada política de fichajes en la que se han invertido un total de 611 millones de euros para un total de 16 incorporaciones desde verano, la mitad de ellas en el mercado de invierno. Operaciones como la de Enzo Fernández (121 millones) o Mudryk (70) han puesto patas arriba el fútbol europeo.

Lo que sí es evidente es que la apuesta ha sido por la juventud: excepto tres futbolistas (Koulibaly, Sterling y Aubameyang) el resto no supera los 24 años. Por ello, se les han hecho contratos largos. Por ejemplo, Enzo está vinculado a la entidad hasta 2031 o, Fofana, hasta 2029.

La infructuosa adaptación del 'metodo Potter' y el 'parche Lampard'

Deportivamente, la alteración también ha sido evidente. El primero en despedirse fue Tuchel, quien se mantuvo unos meses en el cargo de entrenador a pesar del cambio de presidente. De hecho, uno de los motivos de su salida fue la falta de comunión en materia de fichajes, afirman fuentes cercanas al club a Relevo. En verano de 2022 se fueron varios futbolistas de peso, como Rüdiger, Christensen, Jorginho, Lukaku o Marcos Alonso. Evidentemente, necesitaban sangre nueva.

Tras él llegó Graham Potter, por el que pagaron 24 millones para sacarlo del Brighton, según Daily Mirror. Su proyecto nunca llegó a estabilizarse. Un plan que ni daba resultados ni convencía a la directiva. Incluso durante una mala racha se establecieron contactos con Tuchel para que volviese. Finalmente lo despidieron en abril tras sólo ocho meses en el cargo.

En su lugar entró Frank Lampard, quien está viviendo una segunda y aciaga etapa. En los pocos días que lleva en el cargo el equipo ha jugado tres partidos y todos ellos acabaron en derrota, incluida la ida contra el Real Madrid en el Bernabéu. La idea del Chelsea era mantenerlo hasta final de año y, entonces, firmar a un entrenador del primer nivel y de momento no parece que el plan vaya a cambiar.

El centro de la zaga es la línea que más ha cambiado. En el partido contra el Real Madrid en el Bernabéu jugaron Rüdiger y Thiago Silva. Actualmente, el primero ya no está y el segundo no es titular. Fofana, Koulibaly y Cucurella forman el trio de zagueros que ha costado un total de 181,7 millones.

El coco de la Liga de Campeones mide el nivel y la estabilidad del megaproyecto americano, que se ha gastado 611 millones en menos de un año para salir triunfador en duelos como este.