Dembélé, un nuevo judas para el barcelonismo: caras de cerdo, billetes y abucheo memorable

Hacía muchísimo tiempo que Barcelona no vivía una previa así. Hay que remontarse, posiblemente, hasta aquel intento de remontada ante el Inter de José Mourinho. Hacía días que en la ciudad se respiraba un ambiente distinto y Montjuïc ha entrado en ebullición horas antes del partido, con la llegada del bus al estadio. Si bien en 2010 una caravana de motos acompañaron al equipo desde el hotel La Florida, esta vez miles de blaugrana esperaron a los jugadores en los aledaños del Lluís Companys. Muchos, sin entrada.

Al pie de la montaña, mientras tanto, subían los aficionados del Paris Saint-Germain escoltados por decenas de furgones de los Mossos d'Esquadra, que los han acompañado desde antes de las 17 horas en Plaça d'Espanya. En la cima, a las puertas del estadio, el barcelonismo se ha acordado de uno de sus viejos amigos: Ousmane Dembélé. Hoy, en el bando contrario, en un PSG con el que el Barça se ha labrado una rivalidad prácticamente única a nivel europeo.

Los abucheos al francés fueron constantes y aumentaron con el paso de los minutos y la llegada del bus del Barcelona a la montaña mágica pasadas las 18:30 horas. El blanco de todas las miradas está siendo Ousmane y es que la afición azulgrana no olvida la manera en la que el galo abandonó la entidad catalana el pasado verano. Pitada monumental e insultos para el que fuera futbolista del Barça que además recibió otra bronca tremenda cuando se coreó su nombre por megafonía. Tal y como contamos en Relevo, el jugador les dijo a sus compañeros que esta temporada quería ganar la Champions con el Barcelona. Tres días después, Dembélé firmaba su nuevo contrato con el PSG.

En el partido del Parque de los Príncipes, los cerca de 2.000 aficionados del Barça ya pitaron al extremo que jugó los 90 minutos y marcó uno de los dos goles del París. Además, la celebración con rabia y efusiva no gustó a los aficionados blaugrana desplazados hasta la capital francesa. En la primera mitad actuó pegado en la banda derecha y en la segunda de falso nueve y con libertad de movimientos. Su tanto precisamente llegó partiendo desde el costado izquierdo.

Esta noche a Dembélé le esperaba un ambiente hostil de la que fue su afición durante seis temporadas y tanto le idolatró y defendió a pesar de su irregular rendimiento y lesiones acumuladas. El internacional francés, titular en el ataque parisino junto con Mbappé y Barcola. Partiendo desde la derecha fue muy pitado cada vez que tocó el balón. Al filo del descanso, fue el autor del gol del empate y lo volvió a celebrar. "Tonto, tonto, tonto", fue abucheado desde la grada cuando tropezó con el balón. De sus tres goles esta temporada, dos han sido al Barça.

Tras el encuentro, en los micrófonos de Movistar de Ricardo Sierra, el francés no quiso entrar en polémicas y fue muy educado. "El Fútbol Club Barcelona es un gran club, que me gusta más, pero estoy contento para París ahora. No pasa nada por los pitos, los hay en todos los estadios", acertó a decir.