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Los orígenes de Mikel Arteta: de dónde son sus padres y dónde creció como futbolista y entrenador

El técnico español es uno de los entrenadores jóvenes más reputados de Europa. Su camino a la élite no fue nada común.

Mikel Arteta durante un partido del Arsenal./REUTERS
Mikel Arteta durante un partido del Arsenal. REUTERS
Javier Mercadal

Javier Mercadal

Mikel Arteta es uno de los entrenadores jóvenes más reputados de Europa. Su carrera en los banquillos es corta pero fulgurante, logrando asociar su nombre al regreso del Arsenal a la élite europea. De hecho, a ojos de aficionados y periodistas es el sucesor natural en Arsene Wenger en el banquillo de los Gunners. Teniendo en cuenta que el francés pasó 22 años en el norte de Londres, se trata de un logro meritorio. Una confianza que comenzó a labrarse ya en sus tiempos de futbolista, en los que defendió la camiseta del Arsenal durante cuatro temporadas y media, tres de ellas como capitán del equipo.

La historia del Arteta jugador es muy poco convencional. Para muchos es, quizá junto a Gabi Fernández, el mejor futbolista que nunca fue internacional español. En ambos casos los dos se vieron opacados por la mejor generación de centrocampistas patrios de la historia. En el caso de Arteta, además, por un camino hacia la élite poco transitado en aquella época. Al fin y a cabo, fue uno de los primeros jugadores que decidió coger las maletas cuando la mayoría del talento nacional se quedaba en La Liga.

Los orígenes de Mikel Arteta, de dónde son sus padres

Mikel Arteta nació el 26 de marzo de 1982 en San Sebastián, en el seno de una familia vasca. De sus padres no han trascendido muchos detalles. No obstante, el entrenador sí reveló que se encuentran divorciados. De hecho, su separación jugó un papel importante en su carrera profesional. El donostiarra había abandonado el hogar familiar con 15 años para viajar a La Masía y jugar en las categorías inferiores del Barcelona. Sin embargo, una década más tarde, con 24 años, decidió volver a casa y fichar por la Real Sociedad con la esperanza de que su regreso pudiese unir a sus progenitores.

Así lo contó en una entrevista con Guillem Balagué en la BBC: "Me sentía muy culpable. No sabía si la separación era por mi culpa, por haber perseguido mi sueño. Nunca sentí que fuese la decisión correcta, pero sentía que era mi obligación volver y reconectar con mis padres y mi familia. Fue un desastre en ese sentido", se abrió el técnico del Arsenal. Solo duró media campaña de txuri-urdin, marchándose cedido al Everton en el mercado de invierno. Para entonces su camino ya se había cimentado fuera de España; y allí se consagró.

Dónde creció Arteta como futbolista

Los inicios del Arteta futbolista están en el Antiguoko, uno de los clubes de cantera más reputados del País Vasco. Allí coincidió, sin ir más lejos, con Xabi Alonso. Como él, también centrocampista de los de mando en plaza. Como él también, ahora entrenador de éxito. Entonces, el club guipuzcoano estaba convenido con el Athletic Club. Arteta era uno de los futbolistas más destacados, por lo que fue a entrenar varias veces a Lezama. Concretamente, bajo las órdenes de José Luis Mendilibar, quien recordó para Relevo como era aquel niño al que ya se le veían maneras de entrenador.

"Recuerdo perfectamente a aquel chaval menudo, debía medir 1,63. Técnicamente ya destacaba. No había que ser un lince para darse cuenta. Lo que más me llamó la atención de él es que entendía el juego. No era rápido, pero no perdía el balón casi nunca y siempre lo jugaba con sentido. Conducía bien, pero sobre todo elegía bien", escribió el preparador vasco en una columna publicada en este medio.

Aunque pudo fichar por el Athletic, Arteta eligió finalmente el Barça, cuna de grandes centrocampistas. Estuvo en La Masía hasta los 17 años, cuando volvió a dar un vuelco a su carrera. Se marchó al PSG, donde coincidió con Mauricio Pochettino o Ronaldinho. "Fue una decisión muy difícil. Mi sueño era jugar en el Barcelona, pero decidí ser realista", contó en la BBC. Estuvo cedido 18 meses en Francia. Sin sitio en el primer equipo del Barça, el siguiente paso de su carrera fue el Glasgow Rangers.

Permaneció en Escocia un total de dos temporadas, donde despuntó a nivel internacional. Arteta le da un gran crédito a su estancia en el Rangers dentro de su maduración como jugador. "Es la mejor decisión que pude tomar. Fue todo un reto, un fútbol muy diferente al que estaba acostumbrado. Aquello era sobrevivir o morir", le contó a Guillem Balagué. El resto de su carrera es más conocida. Tras su frustrado paso por la Real, pasó seis temporadas (y dos medias más) en el Everton, donde se convirtió en todo un baluarte de un equipo que llegó a disputar Champions League. Después fichó por el Arsenal, donde jugó cuatro años y medio. Cuando colgó las botas en 2016 lo hizo con la firme intención de ser entrenador.

Dónde se formó Arteta como entrenador

Mikel Arteta se formó como entrenador trabajando como técnico ayudante de Pep Guardiola en el Manchester City. Nada más retirarse del fútbol, el vasco se convirtió en un nombre codiciado en la Premier League. El Arsenal le ofreció continuar en el club dirigiendo la cantera, mientras que Pochettino, su excompañero en el PSG, le ofreció un puesto de asistente en el Tottenham Hotspur, el gran rival histórico de los Gunners. Finalmente, Arteta aceptó la propuesta de Guardiola para unirse al City, entonces el gran dominador de la liga inglesa.

En total, Arteta estuvo en el Manchester City de 2016 hasta diciembre de 2019, cuando le llegó la oportunidad de entrenar al Arsenal. Su nombre ya había sonado para el banquillo del Emirates previamente, aunque finalmente los londinenses se decantaron por el más experimentado Unai Emery. Cuando este fue destituido, entonces llamaron a su excapitán.

En su primera temporada en el cargo, el preparador donostiarra ganó la FA Cup. Aquello convenció al Arsenal de apostar fuertemente por él. Ascendió de entrenador a manager, una figura con poderes más amplios dentro de la estructura, y el club le respaldó en decisiones polémicas como las de excluir a estrellas problemáticas como Mesut Ozil o Pierre-Emerick Aubameyang. Desde entonces, a pesar de su pasado nómada, su nombre siempre ha estado ligado indivisiblemente al del Arsenal.