La parte desconocida de Haaland, la 'bestia' que mima el City y que nunca dice que no: "Le estaban volviendo loco, no sabía pararlo"
Radiografía del delantero a quien le traen el salmón de Noruega, tiene un fisio que lo sigue a todas partes y es feliz en Manchester.
La puerta electrónica de la CFA se abre y aparece una sonrisa enorme que deslumbra tanto como imponen sus 194 centímetros de altura. En dos zancadas alcanza las escaleras que llevan al comedor y a los despachos, por donde baja Ana Leiva, la secretaria de Txiki Begiristain y del staff del primer equipo, Pep Guardiola incluido, a la que saluda con indudable simpatía y hasta le arranca una carcajada. El doctor Eduard Mauri, que trabaja para el City desde que Guardiola llegó a Manchester, mira al de Leeds (nació allí aunque con cuatro años se fue al país de su familia, a la ciudad de Bryne) arqueando tanto la cabeza que parece que se va a romper las cervicales. Sorprendentemente, se saludan en noruego. "Sé decir cuatro cosas: buenos días, gracias, ¿cómo estás?, buenas noches...", se justifica el doctor, que al parecer tuvo una suegra noruega... o algo así. Fuera hace un día espectacular. "No tardará en llover", se ríe el catalán.
El vikingo desaparece en las entrañas del vestuario azul. Ha llegado pronto, el primero, porque tiene protocolo de prevención de lesiones. El City se gasta más de dos millones de euros al año en el departamento médico, con los sueldos de personal al margen. "Tengo veinte Ferraris, no pueden estar estropeados", suele decir Ferran Soriano, quien al departamento médico no le niega nada. De hecho, si un jugador sufre una lesión muscular en la primera parte, antes del final del partido tienen resonancia hecha y diagnóstico. Tal es el nivel.
Mientras van llegando sus compañeros, Haaland recibe masaje. De hecho, al poco de su aterrizaje, estableció una química especial con uno de los físios del equipo, Mario Pafundi, que se ha convertido en su sombra. Es italiano y durante muchos años trabajó en equipos ciclistas de élite, incluso en la selección italiana. "Le acompaña a todos sitios y a Marbella con la selección. Es muy importante tener una persona que te diga 'oye, que este tendón parece que le molesta'. Y se interviene de inmediato como prevención", admiten los médicos.
Hair down Haaland 😤 pic.twitter.com/GAP8zLDk9V
— Manchester City (@ManCity) March 29, 2024
Haaland es un armario 1,94 metros que lo normal es que se hubiera dedicado a jugar a baloncesto; pero de casta le viene al galgo: siguió los pasos de su padre, exprofesional, que también jugó en el City y que además tiene una zurda de oro, que es listo, intuitivo y hábil, también ágil y coordinado para lo corpulento que es. Pero se tiene que cuidar mucho porque con ese cuerpo cuanto más mayor sea más problemas va a tener, jugando siempre al choque con los centrales, a menudo tan fuertes como él, colgados de su cuello.
Por ello, en los servicios médicos del City, en eso que llaman Sport Science –algo así como la NASA pero en físico– le tienen muy controlado, con la intención de prevenir los posibles problemas que pueda tener. A la primera alarma, se actúa: "No dejamos pasar ni una. No es que con los demás no se haga, pero él llegó con unos antecedentes, así que esos cuidados están intensificados". Se intuye, por lógica, que Haaland, a la larga, tiene más riesgo articular que muscular, pero cuando se haga más mayor será al revés. Pero es sólo intuición médica, a día de hoy.
Un plan personalizado, un fisio personal que lo sigue a todas partes
En cualquier caso, el delantero noruego está sometido periódicamente a ecografías y resonancias de control. A base de factores de crecimiento, Lorenzo Buenaventura le dosifica a conveniencia las cargas en los entrenamientos y en los 'recoverys' (los trabajos el día después de los partidos), que se adaptan a sus necesidades. Y según va sumando minutos de competición también se dosifica su presencia en el campo aunque eso suponga, como ha pasado alguna vez, privarle de la posibilidad de que logre un hat trick. Él sabe que de eso saca un beneficio mayor que llevarse la pelotita a casa.
Donde va el noruego, va el italiano, ya sea cuando acude a las citas con su selección o viaja a descansar a Marbella, donde, aconsejado siempre por su tío Astor, que es quien le lleva los temas fiscales, y por Rafaela Pimienta, su agente y a la sazón su representante legal, está invirtiendo un pastizal en inversiones inmobiliarias. De hecho, su tío aparece mucho por Manchester, dice que para ayudarle en la compra de la casa que ya ha estrenado en un pueblecito a las afueras, donde vive con su novia Isabel Haugseng Johansen.
"Su novia es encantadora, como él", dicen los que han tratado a la pareja. "Una chica dulce, simpática, para nada caprichosa... O sea, como él", reconocen en las oficinas del City. Ya sea en la planta de arriba, donde trabaja el staff, o en los aledaños del vestuario, se le reconoce como un chico educado, muy nórdico, afable, simpático y generoso, "Y muy humilde. No va de crack. Ayer le vi en el comedor sentado entre un jugador del filial y el encargado del material, porque fue el primer sitio que encontró. No va de 'eh, que soy Haaland y este es mi sitio y aquí no se sienta nadie", explica un tipo del staff con muchas muescas en el revólver.
"Los latinos somos muy diferentes, nos comemos el coco. Él no se altera. Es el mismo si mete tres o falla tres. No se queja de nada, todo le parece bien. Lo da todo y no pide nada", admite Manel Estiarte, que cuando le preguntas si a nivel competitivo le recuerda a él mismo, por esa capacidad goleadora, lo niega, claro: "No, él es Iván Pérez. Un tío que la pillaba en la boya y era gol. Yo metía goles sí, pero veía el juego de otra manera. Este para. Este es una bestia, como Iván". Iván Pérez es un exwaterpolista cubano, nacionalizado español en el año 1997, un portento físico que jugó de boya en muchos clubes y era conocido como 'la vena'. Que se sepa Haaland no tiene mote en el vestuario y nunca un "no" para nadie. Hasta que alertados por Manel Estiarte de lo que estaba pasando, el club tomó medidas.
Las demandas de firmas volvieron «loco» al noruego
Era tal la demanda de solicitudes para que ayudara con su autógrafo o con un mensaje de aliento en subastas para ONG's o de ayuda a niños que lo están pasando mal, que el club intervino porque Haaland cada día dedicaba media hora a firmar fotos, grabar felicitaciones para parientes de empleados que celebraban cumpleaños, bodas, bautizos, entierros y demás; camisetas para primos, nietos, hermanos, amigos de amigos, amigos de amigos de amigos, novias, primas, hijas, novios de las hijas, novias de las hijas, hijos de las novias, amantes, baby sisters y/o camareros del pub... que el club decidió que se había acabado y tuvo que intervenir. "Le estaban volviendo loco y él no sabía pararlo porque es demasiado buena persona", explican fuentes del City.
Así que ahora se filtran las solicitudes para actos solidarios y las de los empleados de los departamentos del club. Solo tienen vía libre sus compañeros. Ahí el club ni pincha ni corta. Pero el resto, una vez al mes, se le presentan a Haaland uno por uno y vayan pasando, siempre contando que si él no quiere grabar un vídeo de felicitación para el primo de Margaret (es un decir), no lo graba. "Nunca dice no a nada. Es un encanto", le reconoce una de las 'capos', de marketing.
Ahora, su familia tiene un palco en el Etihad, decorado con una enorme foto suya, que usa más su padre que su madre y, por supuesto, su novia y un par de amigos. El City le compra el salmón directamente de Noruega, el mismo que come la familia real –un día montó una cata de salmón para compañeros y empleados y todavía lo celebran, "aquello estaba buenísimo", dicen–, la dietista le lleva la dieta personalizada al gramo y si necesita algo lo pide y lo tiene. Además, se ríe mucho con Bernardo, su compañero de taquilla, y sabe que en Rubén Dias tiene un hermano mayor. Está aprendiendo castellano y dicen que algo de catalán. Será que Edu Maurí es el doctor y tan simpático como él.
"Se siente bien cuidado y eso le hace feliz". Además, sabe que con Guardiola está creciendo como futbolista, que no físicamente. A Haaland, el City le mima y él devuelve lo que recibe con buen rollo. Y con goles, claro. Este martes vuelve al Bernabéu. Es Champions.