El "mismo partido" que busca Ancelotti ante la verdad de Guardiola
El City viene de firmar el mejor partido de los últimos meses ante el Newcastle.

Real Madrid y Manchester City se medirán, una vez más, en situaciones extrañas. Lejos queda la pasada eliminatoria entre dos equipos en plenitud, y mientras el madridismo mira más a los arbitrajes recientes, el City de Guardiola viene de firmar un partido redondo ante el siempre correoso Newcastle, un encuentro que sirve para reafirmar algunas realidades de los ingleses, a modo de pista. Ancelotti dejó claro que el plan sería el mismo que en la ida, porque lo que funciona no se toca, y ahora le toca a Pep mover su ficha. ¿Qué cambiará?
La victoria (2-3) de los blancos en la ida evidenció que el City... no es el City, no el que conocía el Real Madrid. Los de Ancelotti tuvieron todas las ocasiones que quisieron, robaron alto cuando debían y dejaron a los de Pep en solo 16 recuperaciones en su campo, un dato muy flojo. En la ida de las semis de 2022, el City recuperó 49, en la vuelta de 2023 fueron 43 y el pasado curso, con prórroga incluida, ¡77! En cualquier caso, el City recuperó una cifra que es menos de la mitad que en cualquier otra ocasión. Su intimidación, lejos del pico físico de antaño, fue de plastilina y un regalo para un Real Madrid que encontró en su delantera una trampa sobre la que sostener su confianza.
El plan defensivo de Pep no funcionó
Sin Akanji, que durante sus minutos actuó como muro de contención ante Vinicius Jr, Guardiola deberá repensar qué jugador sitúa en esa zona. En la ida Pep optó por blindar la medular situando a tres centrales en el centro del campo: Gvardiol, Stones y Akanji, en una línea que pretendía servir de barrera ante la pérdida, minimizando la amenaza del Madrid, que siempre arrancaba por dentro, y permitir así que Silva y De Bruyne viviesen muy arriba. El problema fue que, aunque sobre el papel tuviese sentido, sus extremos nunca regatearon, De Bruyne no se impuso y a esa barrera le faltó fluidez y ritmo para jugar.

El pasado fin de semana, Guardiola cambió ante el Newcastle. Ante algunas bajas y la necesidad de rotar, el de Santpedor situó a Gündogan y Nico González en el centro del campo, probablemente los dos futbolistas con más capacidad para jugar bajo presión y de hacer jugar en esa zona, y situó a Foden y Marmoush en el once. El primero, que jugó de suplente en la ida y al saltar lo hizo en banda, es un jugador totalmente distinto si vive en zonas interiores. Su fútbol se expande donde el de otros se achica. En banda no es feliz. El segundo es una piraña. Vertical, agresivo... y con gol. A cambio de perder mayor estructura, Marmoush ofrece vitalidad y valentía.

El 1% de posibilidades de Guardiola escondía una falsa pátina de inferioridad. El City a día de hoy es peor equipo que el Real Madrid desde lo colectivo y, además, cuenta con peores jugadores allí donde se cocinan títulos. Lo cierto es que ante el Newcastle la mejor noticia fue que el City cuajó el mejor partido defensivo del curso. Dejó a un conjunto siempre ofensivo en tan solo 3 disparos, solo uno de ellos a puerta, recuperando parte del poder defensivo que hace no tanto mostraba día sí y día también. ¿Irá con el inexperto pero veloz Khusanov en el perfil de Vini? ¿Nico y Gündogan, lentos de piernas pero rápidos de mente, ante la amenaza blanca? ¿El intrépido Marmoush será de la partida? ¿Foden en zonas interiores?
Mientras Ancelotti explica con naturalidad su plan, que es el mismo que el Real Madrid ha venido teniendo los últimos tiempos, Pep se esconde para tratar de dar con la tecla, algo que todavía no ha conseguido. El retorno de Rüdiger desplazaría a Tchouaméni al centro del campo, lo que reforzaría la defensa del área para jugar, si cabe, más atrás, lo que le regalaría al City más control y dominio, y ahí entra el cómo aprovechar ese balón sin caer en un autosabotaje que en el Etihad les cortó las alas.