B. DORTMUND 1 - PSG 0

Los pecados de Luis Enrique y el PSG que le alejan del triplete

El equipo parisino flaqueó ante el Borussia Dortmund con apenas cambios, sufriendo en los costados y con Mbappé intermitente.

Luis Enrique, en el partido ante el Dortmund./AFP
Luis Enrique, en el partido ante el Dortmund. AFP
Jonás Pérez

Jonás Pérez

Luis Enrique está bien posicionado para lograr el segundo triplete de su carrera en los banquillos, pero, para ello, deberá remontar al Borussia Dortmund en la vuelta de semifinales de la Champions. Impresionados ante el infierno del muro del Signal Iduna Park, los parisinos se llevan al Parque de los Príncipes un resultado adverso, aunque ya tienen experiencia en cambiar su situación en la presente edición, como ocurrió en la eliminatoria ante el Barcelona.

Sin embargo, en esta ocasión les hará falta corregir errores que les han llevado a la condena en Alemania. E incluso echar un ojo a otros de la eliminatoria frente al Barcelona, donde volaron gracias a la expulsión de Ronald Araujo en la primera mitad del encuentro de vuelta cuando estaban dos goles por detrás en el marcador global de la eliminatoria. Estos son algunos de ellos:

Mbappé, desaparecido como referencia

Kylian Mbappé partió de la posición de delantero centro y no se adaptó en ningún momento a las circunstancias del partido. Pese a que el astro francés está siempre en continuo movimiento, apenas participó en el juego. Cosas de futbolista de élite, pudo marcar en una sobresaliente acción que terminó con un chutazo al palo.

Los cambios tampoco le dieron la libertad esperada en el costado izquierdo y firmó una actuación decepcionante. No es una referencia ni lo será jamás, aunque ni él ni su equipo supieron jugar en la noche de este miércoles para explotar sus cualidades. Sus números, aun así, no pintaron del todo mal: 52 toques de balón, 3 pases claves, una gran ocasión creada... aunque 16 pérdidas.

Un equipo poco reconocible

¿A qué juega este PSG? Luis Enrique ha adoptado una serie de mecanismos eficaces como la salida con tres defensores. Sin embargo, al equipo le falta algo de liderazgo en la creación y asume los encuentros de forma inconsistente. Ha perdido dos de los tres partidos de ida en las eliminatorias de Champions en la presente campaña y ante la Real Sociedad, aunque ganó, firmó una primera parte para olvidar.

Cabe preguntarse por qué no llega a entrar el equipo en el partido con la intensidad suficiente. Además, también preocupa la corriente de los tres de arriba, que trabajaron muy poco, recordando al PSG de otros tiempos en una noche de bajarse al barro y de competir de tú a tú contra un atrevido Dortmund. Un día más, faltaron automatismos.

Falta de liderazgo en el medio con Vitinha 'encarcelado'

Terzic elaboró un plan para cerrar el vuelo de Vitinha, creador y gran personalidad del Paris Saint Germain en el medio. Julian Brandt trabajó incesantemente en obstruirle en el proceso de creación, lo que dificultó su labor. Aún así, el portugués volvió a firmar una actitud notable, que fue a más, sobre todo, en la segunda mitad. En la primera, como el resto del equipo, sufrió en exceso.

Vitinha acabó saldando de forma adecuada su papel en la medular, aunque echó en falta, tanto él como el equipo, una ayuda de Fabián Ruiz o Zaire-Emery, que también se diluyeron en malos tramos. "El vestuario está un poco afectado", expuso Luis Enrique. Justo después, se mostró confiado: "En París seremos muy fuertes y no tenemos nada que perder".

Un sufrimiento absoluto de Achraf y Mendes y en los costados

Adeyemi y Jadon Sancho fueron una tortura para el PSG desde los costados. El primero, más errático, no dejó de intentarlo. El segundo apuntó una actuación bárbara con 12 regates completados, una marca magnífica en un partido de Champions League. Nuno Mendes y Achraf Hakimi sobrevivieron como pudieron, con un sufrimiento excesivo, siendo superados en repetidas ocasiones y concediendo ocasiones de peligro.

No fue solo su responsabilidad, ni mucho menos. Barcola y Dembele debieron trabajar más, como Kylian Mbappé. Pese a ello, Luis Enrique había diseñado un plan para que el ex del Barcelona cerrara a Emre Can y tener profundidad atrás para bloquear a Fullkrug desde la zaga.

Un trauma fuera de casa...

Seis partidos fuera de casa, seis partidos encajando gol. Ocurrió en la derrota 4-1 ante el Newcastle, en la también derrota 2-1 frente al Milan, en el empate a uno en Signal Iduna Park en fase de grupos, en el Reale Arena (1-2) y en Montjuic (1-4). Por el contrario, no encajó ni ante Dortmund, ni ante Milan, ni ante la Real Sociedad en el Parque de los Príncipes.

La fortaleza defensiva mostrada en esos días será fundamental para lograr la clasificación para la gran final. En Ligue 1, cerrar la portería tampoco ha sido su principal virtud. Es, sin duda, el equipo más goleador del campeonato, pero pese a ir líder destacado no es el que menos ha encajado. De momento, 29 en contra, frente a los 25 del Niza o los 27 del Lille. No obstante, hay motivos para la esperanza: ante la Real y ante el Barça acabaron consiguiendo el billete venciendo como visitantes y esta vez toca en casa el duelo decisivo.

El escaso peso de los cambios

Luis Enrique solo realizó dos cambios y uno de ellos obligado por la lesión de Lucas Hernández, sustituido por Beraldo en el primer tiempo. Ya en la segunda mitad, pese a que el Dortmund seguía apretando y llegando con peligro, el técnico asturiano vio la mejora real de los suyos y decidió solo hacer un movimiento más: Kolo Muani por Barcola.

Pese a ello, el PSG acabó el partido físicamente a buen nivel, aunque el peso del delantero francés fue prácticamente insignificante. Todos los revulsivos de nivel que tuvo en el banquillo deberán esperar una oportunidad en la vuelta. Carlos Soler, Gonçalo Ramos, Kang-In Lee o Marco Asensio no tuvieron minutos. Más allá de los cambios, el equipo parisino mejoró sin presentar una excesiva revolución sobre el césped.