El plan de Ancelotti que sorprendió a Guardiola y manda un mensaje para la vuelta
El cambio de posición de Rodrygo, como adelantó Relevo, fue clave para que los blancos se sintiesen cómodos en el primer tiempo.

Fue un partido de jugadores. Hubo golazos, ocasiones y épica. Batallas individuales y colectivas, errores y aciertos a partes iguales. En el Santiago Bernabéu se condensó todo lo que se puede condensar cuando se piensa en una noche de abril europea. Por supuesto, también tuvo un duelo de pizarras a la altura de los dos entrenadores. Ancelotti le ganó la partida a Guardiola en el primer tiempo cambiando y ajustando, dejando al City en tierra de nadie durante demasiado tiempo. Pero los ingleses son indestructibles y Guardiola siempre ajusta. La batalla fue preciosa. Y Ancelotti ya vio por dónde puede pasar la clasificación.
En la previa, Pep tuvo que reivindicar al Ancelotti entrenador. ¿En qué mundo vivimos? Todavía hoy, mucha gente le dice gestor, como si esto fuese poco, pero sobre todo como si no supiese mucho más, limitando sus aciertos solo al talento de sus jugadores y no a la sabiduría e intuición del italiano, que sabe de jugadores, de emociones y sensaciones. Y eso bastó. Para la ida, Carlo dibujó un 4-4-2 con Valverde y Rodrygo en las alas, y dejó a Vinícius y a Bellingham en la doble punta. Y durante mucho tiempo, funcionó.
Un plan en tres volúmenes
El plan tendría tres patas. En el primero, la superioridad de los blancos se cimentaría sobre su capacidad para ganar duelos individuales: Rüdiger dejó seco a Haaland en cada contacto, Camavinga y Kroos se hicieron muy grandes en la frontal y acosando las recepciones de Rodri, Kovacic, Foden o Silva y ese Fede-Carvajal ató a Grealish en corto. El City empezó a no arriesgar, con ese 0-1 tempranero, a buscar un control minado por cada mal pase que daban. Y aparecía la segunda pata. Kroos. El alemán es el mejor jugador del Real Madrid cuando se trata de dar ese primer pase para que el resto crea, y fue imposible que hubiese agnósticos. Y Vinícius y Rodrygo, inspiradísimos, hicieron buena la decisión de Ancelotti.

Kroos-Vinícius-Rodrygo. Un mensaje cifrado. Ancelotti sabe que, en el caso de sus jugadores, menos es más, que no necesita muchas referencias para tener superioridad ante el rival porque sus atacantes son tremendamente autosuficientes. Rodrygo, en su mejor zona, jugó al nivel de lo que es: un enorme futbolista al que muchas veces le toca bailar con la más fea.

Hay poco que criticarle a Akanji, porque está bien perfilado y logra molestar al brasileño en su remate final. El gol, como dijo Ancelotti después del encuentro, refleja perfectamente lo que buscaba su equipo con los cambios. "Es casi imposible de frenarlos", dijo Guardiola tras el choque. Vinicius, como analizamos en la previa, ha ido creciendo en zonas interiores, convirtiéndose en un jugador mucho más capaz de generar ventajas desde el pase, y Ancelotti prefirió atacar el espacio central que el exterior.

Situar a Vinicius en punta le dio muchos problemas a la línea defensiva del Manchester City. Con un John Stones que con pelota ejerce de mediocentro, situándose a la altura de Rodri y a veces llegando hasta la frontal o línea de fondo, los de Pep cierran con tres, y donde es más fácil vigilar es siempre en la línea de banda, al haber una referencia clara. Ancelotti colocó a su jugador que se desmarca mejor y al más potente allí donde resultaba más inalcanzable.

El brasileño empieza abierto en derecha y acaba en el otro perfil con un desmarque larguísimo que es muy difícil de seguir. Tuvo el 3-1 poco antes de que Foden empatase la eliminatoria. El Real Madrid tuvo el 38% de la posesión, la cifra más baja en toda la temporada, y se fue con más disparos que el Manchester City y 21 toques en área rival por 24 del rival, a pesar de haber completado 267 pases menos que los de Guardiola. Es decir, tuvieron mucha más facilidad para llegar a zonas de remate que el contrario, maximizando sus recursos hasta que le duró la gasolina.
Una prueba para el Etihad
El partido en el Bernabéu tiene cierta aroma al 1-1 de las semifinales del año pasado. El Real Madrid tuvo el partido donde quiso durante más tiempo, pero el resultado beneficia al City, que no pierde en el Etihad desde noviembre de 2022. Con las dudas de Walker y Aké y con un De Bruyne que probablemente esté para jugar, el City tendrá mejor equipo en una semana y el Real Madrid no, con la sanción de un Tchouaméni que salvo el error inicial cuajó un gran encuentro.
Para Ancelotti, el partido es esperanzador por lo que vió que su equipo pudo hacer cada vez que lograba recuperar la pelota. Pero también lo fue para un Guardiola que observó con orgullo la reacción de su equipo al 2-1 y a un mal juego sin su mejor jugador ni dos de sus mejores defensores. En la vuelta, probablemente al Real Madrid le cueste más correr y el City sea mucho más preciso en acciones que suele dominar. Pero en la Champions cualquier atisbo de victoria, de duda o de temor, es ya un condicionante que merece ser analizado profundamente.