El delantero de Bellingham y Musiala al que Socuéllamos le cambió la vida y que ahora está en la Tercera finlandesa

Álvaro de Grado

Publicado29 de abril de 2024, 9:34 h

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Imagínate una alineación en la que Jude Bellingham y Jamal Musiala son suplentes, el mediapunta titular es Cole Palmer y el mediocentro es Yunus Musah. No es una cosa muy probable si lo piensas en la actualidad -ahora pelean por el Balón de Oro, la Champions o el pichichi de la Premier-, pero eso sucedió en las categorías inferiores de la selección inglesa en 2017. Sí, ocurrió una vez: fue antes de que algunos de ellos tomasen otros caminos internacionales. Apenas tenían 15 años.

Pero vamos un poco más allá, que ahora llega lo mejor: imagínate que el nueve titular, el delantero del equipo, se llama Rafael García.

Con nombre español, con apellido también español pero jugando con Inglaterra al lado de quienes, años más tarde, son varios de los mejores futbolistas jóvenes del mundo.

Y es ahora, en 2024, sin haber hecho antes una entrevista, cuando Rafael -o mejor Rafita, como le llaman en casa: Rafael es su padre- responde al otro lado del teléfono y desde la otra punta del mundo para explicar una alineación que se hizo viral en redes: "Podemos hacer la entrevista en inglés o en español, como quieras", avisa con un acento perfecto. "Mi padre es español, de Madrid. Mi madre, de Angola. Yo nací en Londres y viví allí hasta los 15 años, cuando me fichó el Everton", explica.

Y añade un poco de contexto: "Es que yo jugaba contra todos estos jugadores cada semana. Musiala estaba en el Chelsea por aquel entonces, Palmer en el City… También fui al colegio con Harvey Elliott cuando estábamos en la cantera del Fulham. He jugado toda mi vida contra ellos. Siempre había sabido que eran buenos".

A punto de que se dispute la semifinal de la Champions entre Real Madrid y Bayern -y de Bellingham contra Musiala-, Rafita habla desde Jyväskylä, a unas tres horas en coche de Helsinki, donde desde hace unas semanas forma parte de la plantilla del equipo de la ciudad, que milita en la Tercera División de Finlandia.

Me imagino las preguntas que surgen ahora, aunque sobre todo una: ¿Cómo es posible que haya acabado allí? Su historia tiene una escala decisiva que tampoco te esperas: Socuéllamos. Cuando Rafita acabó su contrato con el Everton, sin debutar en el primer equipo y a los 20 años, tomó la decisión de jugar en el Alcorcón B: "Tenía otras opciones en Inglaterra pero me gustaba la idea de salir y jugar en un país que nunca había jugado. Además sabía el idioma, así que no sería un problema".

Después de varias semanas esperando para completar todo el papeleo, su debut llegó en un partido contra el Socuéllamos. Fue titular. Pero duró poco en el césped: concretamente 24 minutos. Se rompió el ligamento cruzado y el menisco de la rodilla derecha. "Ahí se me quitó la ilusión de jugar al fútbol. Estuve muy cerca de alistarme en el ejército. Mi padre ya está retirado pero era militar. Se fue de España para ir a la legión francesa, viajó por todo el mundo y en algún momento decidió vivir en Londres, que es cuando nací yo", dice sobre su infancia.

Tras una recuperación de más de un año, su agente consiguió encontrar una opción para seguir con su carrera futbolística. Su entrenador actual en Finlandia es Brian Page, un escocés: "Mi actual agente se puso en contacto, le explicó mi situación y ni prueba ni nada, me ofrecieron un contrato y fiché. Un año con opción a otro".

El Everton se fijó en él cuando tenía 15 años y se mudó a Liverpool. Y llegó la selección: "En ese momento, tan joven, no se puede explicar. Era una carta de la Federación, me la dio mi padre: ahí te decían que fueras a entrenar a St. George 's Park, la ciudad deportiva de la selección. La primera semana sólo son entrenamientos y van unos 100 jugadores. A la segunda van menos jugadores y finalmente, en la Tercera, es el primer partido. Jugamos contra Bélgica. Esa es la alineación que se ha hecho tan viral", recuerda. El resultado fue de 3-4 a favor de los belgas, con Jérémy Doku como titular.

Y explica: "Mantengo contacto con algunos, por ejemplo con Jude Bellingham. No es mi mejor amigo, pero si le mando un mensaje me responde. A mí no me gusta ser ese tipo de persona que como ahora está en el Real Madrid quiero ser su mejor amigo. Pero por estar allí no se ha olvidado de los demás. La última vez que le escribí [y revisa sus mensajes para confirmarlo] fue en su cumpleaños. Cosas normales. Tiene muy buena familia. Sus padres siempre han estado a su lado y su hermano pequeño será igual que él, o incluso mejor".

"Me gusta ver los partidos del Real Madrid cuando juega Jude. Se está saliendo. Ahora ha crecido y tiene cuerpo de hombre, pero de joven era pequeño y le quedaba la camiseta muy grande. Jugaba de diez, detrás del delantero. Era imposible quitarle la pelota. Siempre ha tenido esa cosa de magia. Ahora, a veces lo ves de delantero. Con ese rol que le ha dado Ancelotti se puede ver todo su gol. Hace de todo", añade.

"Con Musiala perdí el contacto. Y de Cole Palmer… Recuerdo un partido contra el City en mi última etapa en el Everton. La alineación era increíble, hoy todos están al primer nivel: Palmer, McAtee, Rico Lewis… Buah, nos ganaron 7-0: ni te puedes imaginar cómo fue, nunca he perdido un partido así, y ellos jugaron al 50%".

Rafa García lleva ya más de un mes viviendo en Finlandia. Una nueva vida empezando desde muy abajo. Y ha sido precisamente en esta semana, a pocos días de que Bellingham y Musiala se enfrenten en la Champions y mientras Palmer es pichichi en la Premier, cuando ha logrado su primer gol como profesional. Lo celebró con alegría, la de antes, la de sentirse futbolista, aunque sea del JJK Jyväskylä, mientras quienes fueron sus compañeros afrontan una semana donde serán el foco de la actualidad.

Las cosas del fútbol, que tendrán a Rafa García encendiendo la televisión para ver un Bayern-Real Madrid desde su casa.

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