REAL MADRID - ARSENAL

Épico recibimiento al Real Madrid en una nueva entrega de la Busiana: "Están obsesionados con el primer gol, que sea rápido..."

Centenares de aficionados madridistas acompañaron el recorrido del autobús de la primera plantilla.

Imagen del recibimiento de la afición del Real Madrid a sus jugadores./AGENCIAS
Imagen del recibimiento de la afición del Real Madrid a sus jugadores. AGENCIAS
June Lavín
Rodra P

June Lavín y Rodra P

Real Madrid y Arsenal se ven las caras esta noche en el Santiago Bernabéu. Aunque el colegiado, François Letexier, decretará el inicio del choque a las 21:00 horas, el partido empezó dos horas antes, en torno a las siete de la tarde. Y lo hizo con un recibimiento épico en el que la habitual Busiana volvió a jugar un papel decisivo. Cientos de aficionados madridistas han copado la calle Concha Espina y la plaza de los Sagrados Corazones, dos lugares ya emblemáticos en el recorrido del autobús merengue, con el propósito de animar a sus jugadores y reforzar la idea de que la remontada es posible. Algo que también mencionó con especial énfasis Jude Bellingham en la rueda de prensa previa al envite.

"Relax total. Pero con el cuchillo. Están obsesionados con el primer gol, que sea rápido. Y después la locura". Es lo que cuentan algunas voces que se pasaron por Valdebebas para ver a los jugadores del Real Madrid antes del penúltimo intento de remontada. "Lo de siempre. La afición lo cree como lo creemos nosotros. Sólo así lo podemos lograr. Es muy difícil, pero tenemos que estar juntos en el campo y afuera", dijo Ancelotti ante las cámaras de Movistar Plus+.

La comunión entre jugadores y aficionados en momentos así es total. Mientras la afición merengue canta, jalea e incluso lanza bengalas en forma de apoyo, los futbolistas graban desde el interior del autobús cómo se vive la Busiana, que comenzó en los años 80, pero se enfatizó en 2013, con José Mourinho en el banquillo. Precisamente esa temporada los blancos cayeron 4-1 ante el Borussia Dortmund en su feudo y acariciaron la remontada en la vuelta (2-0). En aquel momento, los recibimientos, masivos y con la palabra "manicomio" como denominador común, volvieron a cobrar especial importancia y son considerados una liturgia esencial que precede una mística que después se traslada al campo.

Desde primera hora de la tarde, en torno a las 15:30 horas, los aledaños del Bernabéu y, en especial, la plaza de los Sagrados Corazones y la calle de Concha Espina, ya acogían a cientos de aficionados que esperaban ansiosos el inicio del recorrido del autobús de la primera plantilla. Esta misma temporada, la hinchada merengue protagonizó la primera Busiana del curso en la vuelta contra el Manchester City el pasado mes de febrero en los dieciseisavos de final. También ocurrió en la ida frente al Atlético de Madrid (octavos), en un partido que se saldó con un 1-1 en el electrónico del Bernabéu.

Una vez más, la Busiana no defraudó y dejó imágenes para el recuerdo, entre cánticos, gritos ensordecedores, bengalas y bufandas al viento de una hinchada merengue que lo ha vuelto a hacer. Esta vez antes de un partido crucial en el que la remontada, después del 3-0 en el Emirates Stadium, vuelve a ser el objetivo principal.

Antes, además, los integrantes del primer equipo abandonaron Valdebebas acompañados por canteranos en una estampa también habitual que ejemplifica que se trata de una tarde-noche para creer. "Nuestro escudo, nuestro corazón", portaron en una pancarta los más jóvenes, gritando "sí se puede, sí se puede". Rojo, azul, humo, y el autobús blanco arribando al manicomio. Así se bautiza ya al Bernabéu en noches como estas, en las que también se producen altercados, como en la calle Marceliano Santamaría. Estampidas, chillidos, latas de cerveza volando... Todo eso, antes de conocer el once de Ancelotti. El de siempre, el de la ida, con Lucas Vázquez y Alaba en los laterales. Y la alternativa de Ceballos en el banquillo.