REAL MADRID - CHELSEA

La relación entre Ancelotti y Lampard empezó con un cambio y acabó en una noche de copas

En 2009, el italiano cambió al inglés de posición y explotó con 27 goles. Un año después, Carletto acabó en un bar... la noche de su despido. Lampard y varios jugadores le invitaron.

Ancelotti bromea con Lampard en un entrenamiento con el Chelsea./GETTY
Ancelotti bromea con Lampard en un entrenamiento con el Chelsea. GETTY
Sergio Gómez

Sergio Gómez

"Gestiono muy bien la plantilla y todos me lo reconocen. Soy bueno en la gestión pero hay otras cosas, porque este equipo está bien trabajado. Si gana la Copa del Rey, este grupo habrá ganado en dos años todos los títulos posibles. Hay clubes que no lo han hecho en toda una vida". Cuando el jefe de prensa ya daba por zanjada la comparecencia, Carlo Ancelotti quiso dejar estas declaraciones en las que aportaba tanta verdad estadística como tintes de reivindicación. Tanto en su primera etapa en el Real Madrid como en esta segunda, el italiano ha percibido que una habilidad como la de manejar bien un vestuario suele ser utilizada por medios y críticos para infravalorar sus capacidades como entrenador. Como si la mano izquierda estuviera reñida con la pizarra. Un runrún que en las últimas semanas ha escuchado con más frecuencia y que le ha llevado a sacar pecho por sus méritos.

Las cualidades personales y técnicas de Ancelotti las conoce muy bien Frank Lampard, fuego amigo en el banquillo del Chelsea. "Él es un entrenador de jugadores. Escucha a sus futbolistas y en función de eso actúa. Quiere sacar lo mejor de ellos porque sabe que sólo así se puede ganar un título", declaró el inglés hace dos años, cuando en su primera aventura en el banquillo blue se enfrentó a Carletto, entonces en el Everton. Lampard, que este miércoles se reencontrará con él en el Santiago Bernabéu, guarda un inmejorable recuerdo de los dos años que tuvo al de Regiolo como jefe en Stamford Bridge. Le transformó y le influyó en su posterior carrera en los banquillos.

El británico quedó pronto impresionado con el modo de trabajar de Ancelotti. El hoy entrenador del Real Madrid llegó al Chelsea en 2009 con un plan. Para levantar las ruinas en las que quedó el equipo de Londres tras un año con Scolari y Hiddink, diagnosticó que se debía fichar a un centrocampista y puso sus ojos en Andrea Pirlo. Sin embargo, el Milán se cerró en banda. A ese revés se le sumó la negativa de Abramovich a contratar a su equipo de ayudantes y le instó a trabajar con los hombres que ya había en la casa. Como de costumbre, Ancelotti optó por la serenidad y su gran capacidad de adaptación.

Un plan que transformó a Lampard

Aterrizó con la idea de jugar en un 4-4-2, con rombo en el medio. La esencia de ese sistema residía en Lampard. "El Chelsea puede desempeñar perfectamente su juego en forma de diamante. Haré de este equipo un bloque atacante. Lampard puede jugar a la izquierda y de centrocampista ofensivo. Quiero probar esto, porque me gusta controlar el juego desde esta posición", argumentó. Pero la estrategia no cuajó. Lampard nunca se sintió cómodo en su nueva ubicación y los resultados tampoco acompañaron. Fue entonces cuando, sobre la marcha, Carletto cambió la formación a un 4-3-2-1, el famoso Árbol de Navidad que sorprendió en el Milan. "Esa es la brillantez de Carlo", le elogió el inglés en su momento.

Ancelotti saluda a Lampard tras sustituirle en un partido.  AFP
Ancelotti saluda a Lampard tras sustituirle en un partido. AFP

Ese movimiento en la pizarra transformó al equipo y a Lampard, que encontró mucha más libertad para entrar en el área: marcó 27 goles en esa temporada, las más prolífica de su carrera. Un rendimiento que no se libró del ruido. Después de fallar un penalti contra el Manchester City, el centrocampista recibió críticas y ahí salió el escudo de Ancelotti para defenderle de forma vehemente en una conferencia de prensa. La seguridad en su vestuario y la naturalidad en la toma de decisiones cohesionó al grupo hastaconquistar la Premier y la FA Cup. Con su Árbol de Navidad, dominó en Inglaterra aunque en la Champions encajó el duro golpe de caer eliminado en octavos contra el Inter de Mourinho, que acabaría siendo campeón...

Después del éxito del primer año, Ancelotti vivió un segundo año complicado. El Chelsea se vino abajo en la Premier (llegó a ir quinto y acabó segundo, a nueve puntos del United), fue eliminado en cuartos de la Champions (también por el United) y tampoco se llevó ninguna de las copas inglesas. Durante varios tramos del año, el técnico recibió el apoyo público de sus jugadores, también de Lampard ("Todos le respetamos"). La paciencia de Abramovich, dueño del club, no fue tan flexible y acabó despidiéndole al acabar la 2010-11.

«Date la vuelta y dile a Carlo que está despedido»

Fue después del último encuentro de la Premier y Ancelotti lo recuerda así en su biografía 'Liderazgo tranquilo: conquistar mentes, corazones y triunfos': "Me dijeron que el director ejecutivo se iba del estadio en coche cuando recibió una llamada para decirle: 'Date la vuelta y dile a Carlo que está despedido'. Creo que la lógica era que no tenía sentido esperar y decírmelo más tarde. Al menos así podría despedirme de los jugadores y del cuerpo técnico". Esa noche acabó con Lampard, junto a otros jugadores como Drogba o Terry, invitando a Ancelotti a cenar y a tomar unas copas en un bar. Tal era el vínculo con sus futbolistas. "Nunca había vivido algo así", escribió el ahora técnico del Real Madrid.

El adiós de Carletto no supuso la ruptura del cordón umbilical con Lampard, a quien visitó en 2015 en Nueva York cuando el inglés jugaba en el New York City, en 2016 volvieron a verse en Vancouver y compartieron varias charlas cuando coincidieron como entrenadores en la Premier. "Me influyó mucho", declaró el inglés. "Hará un gran trabajo en el Chelsea", le echó un capote el italiano. Este miércoles ambos inician un pulso por llegar a semifinales de la Champions. Parece inevitable imaginarles tomando una copa de vino tras la eliminatoria. Aunque a uno le sabrá el líquido mejor que a otro.