Una exhibición que refuerza el plan del Real Madrid y las intenciones de Lunin
El ucraniano, que dudó a principios de temporada si buscar una salida, ahora sólo piensa en blanco. Su partido contra el City convence aún más al club, que tampoco quiere desprenderse de él.

Quién le iba a decir a Andrey Lunin (25 años) hace sólo unos meses que iba a convertirse en el héroe del Real Madrid en unos cuartos de final de la Champions en el Etihad Stadium. El ucraniano frenó al Manchester City hasta desesperarlo con ocho paradas y terminó de consagrarse con una tanda de penaltis gloriosa. Tapó el segundo a Bernardo Silva quedándose quieto en el centro de la portería y también el tercero de Kovacic, con una buena mano abajo. Normal que varios de sus compañeros, entre ellos Kepa, Valverde o Brahim fuesen directamente a por él tras el definitivo gol de Rüdiger.
"Estoy agotado, pero soy el más feliz del mundo", reconoció a la prensa. No es de mostrar sentimientos. Mantiene la calma ante cualquier situación, por dura que sea. De hecho, Lunin ha pasado no hace mucho los meses más difíciles de su vida por culpa de la invasión rusa a su país y la guerra que sufren cada día sus compatriotas.
Quizás por ello fue el único que no celebró. Se resguardaba en su teléfono, hablando con sus familiares, mientras el resto cantaba y se abrazaba. Tampoco celebró el gol definitivo de Rüdiger. Frío como el hielo, mientras el alemán corría como loco hacia sus compañeros, Lunin caminaba lento. Sólo ese grupo de compañeros que se acercó a él le hicieron perder las formas.
Él mismo le dio voz en zona mixta. "La única dificultad ha sido la guerra en mi país porque está mi país, mi familia, mis amigos... No es fácil ir día a día a entrenar cuando te salen las peores noticias. Trato de ayudarles como puedo. Noto el apoyo de esa gente y trato de enviárselo de vuelta. Les mando ánimo. Estoy orgulloso de ellos y que esto va a acabar pronto. Viviremos todos en paz".
En el Madrid han alucinado con la entereza de un joven que en ningún momento ha mostrado debilidad a pesar de todo lo que ha vivido. Ni siquiera aquel maldito 22 de febrero de 2022 en el Rusia autorizó la invasión. Lunin, preocupado y furioso, acudió al entrenamiento aunque el club le invitó a no hacerlo. Encontró el apoyo de los compañeros y responsables. Especialmente de uno, Modric, que ha sido uno de sus grandes apoyos en el vestuario estos años. No es casualidad que Luka, de niño, viviese un conflicto similar en su país. Se ejercitó como uno más. Una muestra incontestables de su profesionalidad, que encanta en el club. Desde entonces, ayuda constante a su país organizando eventos con los que recaudar dinero, envío de provisiones y visibilidad ante un situación que involucra a familiares y amigos.
Mucho banquillo y dudas antes de triunfar
A lo personal, se sumaba lo deportivo. Lunin ha chupado mucho banquillo antes de confirmar lo que parte del club pensaba: que era portero del Real Madrid. Sin ir más lejos, esta temporada, con la baja de Courtois por rotura de ligamento, perdió el puesto con un recién llegado Kepa que no necesitó ni ponerse a parar para ganarse la titularidad. Esto llevó al de Krasnodar a replantearse su futuro. Quería triunfar en el Madrid, pero no le dejaban.
🎙️ @AndreyLunin13: "El equipo ha corrido y ha peleado para pasar a semifinales".#UCL pic.twitter.com/EMtyVQVmzU
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) April 17, 2024
Pero mantuvo la calma, como siempre, esperando que llegase su momento. Y pasó, con una inoportuna lesión de Kepa que le abrió la puerta. Empezó a brillar con grandes actuaciones, que se mezclaban con dudas del vasco, cada vez más fallón en su regreso. Finalmente, Ancelotti, que no había confiado en su portero suplente hasta entonces, se vio obligado a cambiar su plan. El portero cedido por el Chelsea pasaba al banco y Lunin, a enfundarse los guantes cada fin de semana.
En las próximas semanas se resolverá su futuro y todos los caminos llevan a lo mismo: una renovación. El jugador, que en algún momento ha dudado si seguir de blanco o salir, ahora no tiene dudas. "Quiere quedarse muchos años en el club", comentan quienes lo conocen. Un sentimiento recíproco, pues la cúpula de Valdebabas, que nunca dudó de él, quiere lo mismo. Por ello, cuando las aguas se calmen en lo deportivo, se espera una noticia al respecto. Todo está encarrilado para ello, como avanzó Relevo.
Él, por el momento, hecha balones fuera. "No sé lo que me estoy ganando. El representante y el club hablarán, yo no estoy pensando en eso. Solo en que tenemos que seguir así. Luego ya hablaremos de papeles". Está centrado en la temporada, empezando por el Clásico del próximo domingo. Como siempre, tranquilo, pero con ganas de volver a demostrar que puede a triunfar el Real Madrid.
Queda por ver qué sucederá con Courtois cuando se recuperar de su última operación, de menisco. El cuerpo técnico estaba como loco por recuperar al belga. Incluso se valoró que jugase esta eliminatoria completa. No preveían que Lunin podía convertirse en el héroe. Para las semifinales parece pronto para que vuelva Tibu, pero, en cualquier caso, Ancelotti y su staff ya saben que puede confiar ciegamente en su sustituo.