REAL MADRID

Rodrygo silencia a los que le querían fuera del tridente... o incluso del Real Madrid: "Me da igual lo que hablen"

El brasileño, intocable para Ancelotti, demuestra que su rol es clave aunque muchos lo veían prescindible.

Rodrygo se señala el escudo tras marcar contra el Atlético./Reuters
Rodrygo se señala el escudo tras marcar contra el Atlético. Reuters
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

Rodrygo Goes (24 años) demuestra con su juego y sus goles que su papel es fundamental en este Real Madrid. El último, contra el Atlético para romper la siempre complicada zaga rojiblanca, acercar a su equipo a los cuartos de final y llevarse el premio de mejor jugador del partido. Son ya 14 tantos en lo que va de curso además de ocho asistencias que confirman su estatus de estrella. Quizás no a la altura de Vinicius o Mbappé a nivel de visibilidad, pero no lo necesita, pues más allá de ruido mediático, lo único que buscaba el de Osasco es un cariño y un reconocimiento que ahora resulta unánime.

Mensaje de Rodrygo a los Madridistas tras el derbi. Real Madrid

Su rendimiento en esta 2024-25 no sólo sirve para cargarse de confianza. También para silenciar a todos aquellos que no le veían con el poso suficiente como para establecerse en un tridente junto a los otros dos cracks. Se le recortaba de fotos o se le evitaba en frases hechas, como si de uno más de la plantilla se tratase. Menos mal que el club no lo vio así. En la última planta de las oficinas de Valdebebas no existía duda alguna: era indiscutible.

Pero la cosa no queda ahí, pues también se jugó una posible salida que realmente nunca pasó por su cabeza. Los rumores del Manchester City -algunos azuzados sin intención por él mismo con ciertas declaraciones- se volvieron una constante durante los meses de junio y julio. La única realidad: Rodrygo nunca pensó en marcharse. De hecho, como informó Relevo, rechazó una oferta del conjunto inglés a pesar del empeño de Guardiola en que cambiase el sol de Madrid por las nubes de Mánchester. El catalán le prometía el cariño y el protagonismo que tanto ansiaba en la capital de España.

Esa propuesta, indudablemente atractiva, no dobló la convicción de un Rodrygo que ya había decidido quedarse. Y si en algún momento se pudieron entender sus palabras como un guiño a Pep, su único objetivo era reivindicarse ante aquellos que, con la Champions y la Liga en el bolsillo, lo vilipendiaban hasta el punto de verle vestido de otro color esta temporada. Nada más lejos de la realidad, sólo quería algo más de cariño y la oportunidad de demostrar que podía ser tan importante como Vinicius, Bellingham o el recién llegado Mbappé.

"A mí me da igual lo que hablen fuera. Intento hacer mi trabajo. Para mí lo importante es lo que pasa dentro del vestuario, con el entrenador. Yo sé mi importancia y lo que puedo aportar al equipo", comentó el brasileño en zona mixta después del derbi europeo. "Estoy contento por otra vez ayudar al equipo. Ser importante. A veces Vinicius y Kylian van a tener un poco menos de espacio y vamos a tener más nosotros. Tenemos que aprovecharlo", añadió, afirmando que se beneficia de los espacios que le dan sus compañeros igual que ellos se aprovechan de su talento para combinar o desequilibrar.

Su celebración, señalándose el escudo y diciendo "aquí estoy" parecía llevar mensaje. Podría haberlo sido perfectamente para aquellos que dudaban, pero no es el '11' un futbolista que quiera meterse en ese tipo de líos: "No, no. Estaba hablando con mi familia que iba a marcar hoy como siempre en Champions y que iba a celebrar así", aclaró.

De nuevo en la Champions, su competición fetiche, demostró que su etapa en el Madrid puede ser tan larga como él quiera. "Es una cosa que no se explica. No sé qué pasa. Rodrygo es el que vosotros veis en Champions. Todo me sale bien en esta competición y espero seguir así", dijo sobre su idilio con la Liga de Campeones que, casualidad o no, también vive la entidad de Chamartín.