El último sacrificio de Fede Valverde: jugó sin estar recuperado y aguantó 82 minutos

La duda de Fede Valverde se mantuvo hasta ayer en el seno de Valdebebas. El cuerpo técnico esperó hasta después del entrenamiento para conocer sus sensaciones y saber si estaba listo para jugar. Las sensaciones fueron positivas y, aunque no se encuentra al 100%, decidió forzar en un partido clave esta temporada. Una situación que repite, pues la vuelta contra el Manchester City ya la disputó con un problema físico.

Porque la realidad del uruguayo es que está lesionado, tal y como ha avanzado la Cope y ha confirmado Relevo. Este medio ya informó que el uruguayo tenía un problema en el bíceps femoral ocasionado durante el partido contra Osasuna. Aunque ya está mejor, no se ha recuperado del todo y disputa el derbi con molestias en la zona. Eso no le ha impedido arrancar como un avión, hiperactivo y siendo clave en la jugada del gol, con un balón dulce a Rodrygo a la espalda de Galán que el brasileño materializó en el minuto 4. El uruguayo, además, estuvo atentísimo en la primera parte. Como en el 27', cuando incomodó a Lino para evitar el empate del Atleti. No pudo hacer nada en el golazo de Julián Alvarez y su rebelión interna le hizo apretar hasta ser el que rematara el último para intentar el 2-1.

Rozando el minuto 70 su cuerpo empezó a resentirse. Tras una acción defensiva notó algo extraño y empezó a quejarse. No lo hizo con grandes gestos, pero sí que se le veía incómodo, incluso con cierta cojera. Lucas corrió para el cambio, pero el propio Fede lo paró. No fue hasta el 82 cuando dijo basta y el gallego entró en su lugar.

Se hizo todo lo posible para evitar el dolor durante un duelo en el que jugó de lateral derecho contra el Atleti. Además, se le vendó el muslo dañado para intentar evitar que el problema vaya a mayores. Todo para que pueda estar en un partido tan importante.

Ancelotti no quiso hablar de lesión antes del choque. Al contrario: afirmó que su pupilo se encuentra bien y que podría disputar los 90 minutos. El italiano confía ciegamente en el que es uno de sus capitanes y un futbolista capital en su esquema. Y el 'Pajarito', que nunca rehúye un esfuerzo, se sacrifica por el equipo para intentar sacar un resultado positivo de la ida contra el Atlético.