"Ha sido un suplicio": Mbappé clama por las entradas que provocaron el enfado entre Barça y PSG

Kylian Mbappé pasó por zona mixta de Montjuic tras la victoria del París Saint Germain y se mostró feliz, a la vez que comedido por no haber conseguido aún nada. Más allá de "tengo el sueño de ganar la Liga de Campeones con el París", el atacante apenas se salió de la línea en sus palabras. Pero sí sorprendió a la hora de mandar un mensaje a la afición y, de paso, criticar con dureza al Barcelona por lo ocurrido con las entradas.

"Esto también es para los aficionados, han viajado muchos. No nos han ayudado mucho a organizar el partido, las entradas y todo eso, ha sido un suplicio. Así que nos alegramos por ellos. Espero que todos lleguen sanos y salvos a casa. Cuídense", declaró el autor de un doblete en la vuelta de los cuartos de final.

El francés puede referirse a un malestar y un cruce de tensiones entre el Barcelona y el París Saint Germain en referencia al precio de las entradas para los invitados al partido. Como pudo saber Relevo, en el partido de ida, el PSG colocó unos precios desorbitados para los acompañantes de los directivos.

Cabe recalcar que estos no pagan ni un solo euro para poder acceder al estadio, pero sí deben afrontar un pago para llevar a acompañantes, favores, compromisos, a familiares, a otros trabajadores... El precio fue de cerca de 600 euros por entrada extra. Una actitud que no gustó nada a la directiva blaugrana, que entendió que su adversario estaba haciendo negocio en lugar de mantener un trato cordial y lógico entre ambos clubes.

Algo que provocó también una reacción del propio Barcelona, que, en la misma línea, pidió un precio elevado para las entradas de los invitados del PSG. Un desentendimiento entre clubes que ha pasado al césped. Kylian Mbappé, que probablemente haya tenido que asumir ya sea él o su propia entidad un pago importante para que personas de su círculo cercano puedan acudir a Montjuic, se ha quejado enérgicamente ante los medios de comunicación.

Mbappé, eso sí, no fue especialmente concreto en su reclamo, pese a haberlo catalogado incluso de "suplicio". También puede referirse al precio general de las entradas: la más barata rondaba los 174 euros. Pero la grada visitante contaba con un precio estándar establecido de 70 euros, una cifra lógica para un partido de estas características y relativamente asumible por todos. Más allá de pequeños incidentes entre las aficiones, el ambiente fue bastante menos hostil que lo que fue en París y no hubo que lamentar ningún problema de índole mayor. De hecho, un seguidor detenido en la previa lucía los colores del PSG.