REAL MADRID - LIVERPOOL

La última titularidad de Hazard en Champions... ¡la pidieron los capitanes!

Jugó de inicio ante el Shakhtar en octubre (1-1) porque Benzema lideró una propuesta que Ancelotti vio con buenos ojos para recuperar, sin éxito, al belga.

Hazard fue titular ante el Shakhtar en Champions./GETTY
Hazard fue titular ante el Shakhtar en Champions. GETTY
Alfredo Matilla
Sergio Santos

Alfredo Matilla y Sergio Santos

Eden Hazard vuelve a ser noticia por sus entrevistas o intenciones de futuro más que por sus actuaciones en el terreno de juego. El belga, con contrato hasta 2024, no juega ni un solo minuto desde el pasado 3 de enero en la Copa contra el Cacereño, lleva sin ni siquiera calentar varios partidos y se espera que su concurso en esta semana decisiva ante Liverpool y Barça sea otra vez nulo. De hecho, en las cuatro temporadas que lleva en España no ha disputado ni un minuto en ninguno de los Clásicos en los que ha podido participar.

Y eso que el vestuario del Real Madrid ha hecho todo lo posible por integrarle y recuperarle para la causa después de tantas lesiones y bajones. El objetivo de que sea por fin la estrella que fue ha estado muy presente, aunque parece que esa fe ya se ha diluido por completo. Una anécdota, que es vox populi en Valdebebas, resume hasta qué punto sus compañeros intentaron echarle una mano en ese deseo de resurrección: en su última titularidad en Champions fueron varios jugadores los que solicitaron directamente a Ancelotti tener un detalle con él.

La escena fue así: Benzema, antes de un entrenamiento de esa primera semana de octubre en la que todo sucedió, mientras hacía el habitual trabajo de prevención de lesiones previo a la sesión, se dirigió a Ancelotti con la cercanía y el humor que le caracteriza. Y sin cortarse, delante de otros futbolistas del primer equipo, de algún canterano y de varios empleados del club, le dijo que estaría bien que jugase Hazard de titular. Una propuesta que apoyó posteriormente el resto de los capitanes.

Dicho y hecho. Ancelotti asimiló la iniciativa de forma constructiva. Entendió esta movilización del vestuario como un claro gesto de solidaridad con alguien que lo necesitaba y como la última bala con Hazard para que recuperara la confianza. Nadie duda de su talento porque, además, es un jugador muy querido por su comportamiento. El problema es que estaba (y lo está ahora) totalmente fuera de la dinámica. Así, el técnico italiano le incluyó en la alineación de aquel 11 de octubre de 2022.

El internacional había disputado hasta ese momento 98 minutos en total en LaLiga. Y sólo era indiscutible con su selección en busca de la clasificación para la fase final de la Nations League. Jugando como titular pero, eso sí, sin pasar jamás del minuto 65. En Champions sólo había participado el 6 de septiembre ante el Celtic (0-3), en el primer partido de la fase de grupos, con 60 minutos para la esperanza (gol y asistencia). Ese buen partido le dio incluso el derecho a jugar, por méritos propios, contra el Mallorca en Liga otros 59' minutos. Pero después, desapareció por completo hasta que sus compañeros intentaron resucitarle. Jugó aquella noche en la que Ancelotti levantó la mano, y un rato más en la derrota de Leipzig (3-2). Hasta que la vuelta a las suplencias y las nuevas molestias musculares que fueron apareciendo le condenaron.

Un alma en pena

Hazard es ahora una sombra de lo que fue en los entrenamientos. Así lo definen los que comparten el día a día con él. Y no por falta de profesionalidad y desidia, como alguna vez sí había mostrado por ejemplo Bale para enfado de los veteranos. Eden está abatido con su situación. El problema es que sus sensaciones no son las mejores y está fuera de forma. Cuando tiene que ejecutar acciones en solitario (giros, controles, conducciones, disparos...) marca la diferencia y demuestra a ojos de todo el mundo lo gran futbolista que es. La dificultad para mantener ese nivel llega cuando entra en contacto con adversarios. Aunque sea en los partidillos reducidos tan habituales a diario. Ahí se encoge por miedo a las lesiones y los golpes en los tobillos.

Esta situación le hace estar poco esperanzado con el futuro que le espera. Tiene un año más de contrato con el Madrid y él ya ha repetido que no contempla la intención de marcharse. "Me gustaría quedarme, siempre lo he dicho. Espero jugar. Solo espero estar en el campo para demostrar que todavía puedo jugar al fútbol. La gente tiene dudas, es normal. Lo comprendo. Pero, para mí, sigo aquí el año que viene. Un traspaso no está en la agenda, pero nunca se sabe", aseguró ayer a a la cadena belga RTBF.

Sin embargo, Hazard es inteligente y palpa cómo el club anda desesperado por traspasarle después de haber pagado por su fichaje más de 100 millones y no haberle sacado partido a cambio. Ha estado lesionado 500 días, por lo que se ha perdido sólo por esta razón 78 partidos. Esta temporada ha disputado siete (296 minutos en total), con un gol y una asistencia, cuando el resto del equipo ya lleva 41 encuentros en sus piernas (3.720 minutos con alguna prórroga incluida). Y en sus cuatro temporadas de blanco ha participado en el 37% de los partidos (el 22% si nos centramos en las titularidades). Ancelotti, que casi no habla con Hazard como el propio futbolista ha desvelado, no parece preocupado ya: "Hablar es cuestión de carácter. Lo más importante es que me respeta. No me tengo que esconder. En su posición hay un jugador que aporta mucho, Vinicius…". Jaque mate.