Boixos Nois, Nazis Catalans y otros ultras escapan al control del Barça y dejan imágenes de odio en París

Hay un vídeo, grabado por un aficionado del PSG, que se ha hecho viral en las redes sociales y que muestra un problema para el FC Barcelona después de la euforia por el magnífico partido en el Parque de los Príncipes (2-3). De un grupo de ultras, donde se han identificado distintas procedencias como Nazis Catalans o Boixos Nois, al margen de otros, hay dos individuos que, según han informado las autoridades francesas, han sido detenidos por las autoridades francesas por sus gestos nazis y racistas durante el transcurso del encuentro.

El primero de ellos, realiza el saludo hitleriano con el brazo derecho en alto; mientras que otro chico joven hace gestos como si fuera un mono. Las imágenes son aisladas, pero graves, delictivas, y no engloban a una afición azulgrana que viajó a París a disfrutar de nuevo de su equipo en los cuartos de final de la Champions. Sí detectan un problema, el rebrote de los ultras.

El viaje de estos grupúsculos a París causa sorpresa, como también ocurrió en Nápoles donde se hicieron virales otras imágenes con bengalas y en la previa en Montjuïc de la Champions cuando fueron en este caso los Boixos Nois los que hirieron a un Mosso d'Esquadra que acabó en el hospital. Joan Laporta, presidente azulgrana, fue el gran enemigo del grupo de radicales, ya desde su primer mandato, en 2004, cuando cerró el almacén que tenía en el Camp Nou este colectivo y los echó del estadio, donde incluso cayeron algunos miembros de seguridad del club. Eso le costó para sufrir algún ataque y para convivir con escolta.

La desaparición de los Boixos se produjo en el estadio, pero no tanto como colectivo. Y ahora ha habido un repunte en Champions, donde controlar el destino de las entradas es más complicado, y donde también se unen otros grupos. Según fuentes de la entidad azulgrana, el procedimiento del Barça para repartir las entradas que recibe de la afición rival, en este caso unas 2.000, es el siguiente: hay una parte que va a los socios y otra a las peñas. La primera es controlable. Para poder aspirar a ella debes ser socio del club y cumplir los requisitos de los Mossos d'Esquadra: esto se traduce en no tener antecedentes delictivos.

La segunda es más incontrolable. El club cede una parte de las entradas a las peñas, que tienen su cupo, y ellas se encargan de repartirlas, por lo que se entiende que estos ultras han podido acceder a estas localidades a través de estos colectivos de aficionados. Una razón o procedimiento que explicaría cómo pudieron estar en el lado de la afición visitante en el Parque de los Príncipes. No se conocen que hubiesen altercados en los exteriores pese a la beligerancia y al comunicado que sacaron los ultras del PSG.