REAL MADRID - CHELSEA

El Chelsea, un club nacido entre el glamour, sus violentos ultras y una perenne crisis

No ganó su primera Liga hasta cumplir los 50 y hasta la compra de Abramovich apenas había ganado diez títulos en 98 años.

Un aficionado del Chelsea es detenido por la Policía en un encuentro contra el Crystal Palace en 1976./GETTY
Un aficionado del Chelsea es detenido por la Policía en un encuentro contra el Crystal Palace en 1976. GETTY
Enrique Ortego

Enrique Ortego

El Chelsea, rival del Real Madrid en los cuartos de final de la Champions, encierra durante el siglo XX un oscuro, apasionante e intenso pasado marcado por el glamour que se vivía en los años 70 en el barrio que lleva su nombre. Pero también por la violencia de sus ultras. Todo ello encuadrado en un escenario deportivo y económico de crisis permanente. Nada que ver con el Chelsea poderoso y competitivo que se edificó a golpe de libra desde la llegada de Roman Abramovich a la propiedad del club en 2003. Sus primeros 98 años de vida resultaron tormentosos y salpicados de escasas alegrías futbolísticas, llegando a estar, incluso, en varias ocasiones a punto de desaparecer. La diferencia entre el pasado y el presente se refleja de manera abismal en el peso de sus títulos. De los diez ganados hasta la llegada del capital ruso hace dos décadas, a los 22 conseguidos desde entonces.

Conocidos como 'The Blues' y también como 'The Pensioners', como homenaje a los jubilados veteranos de guerra que vivían en un hospital del barrio, vino el Chelsea al mundo terrenal en febrero de 1905. Como todo club deportivo que se precie en el Reino Unido nació en un pub, el Rising Son, actualmente Butcher's Hook, justo enfrente de la puerta principal del estadio. El millonario empresario H.A. Mears compró los terrenos donde ahora se se sitúa Stamford Bridge, al sudoeste de Londres. Su primario objetivo era levantar un estadio de fútbol y alquilárselo al Fulham F. C., el club profesional más antiguo de la capital inglesa, nacido en 1879, pero la operación no se llegó a hacer realidad y decidió crear uno nuevo, que debe su nombre al barrio más cercano. Se inscribió en Segunda división y en dos años ascendió a Primera. Comienza así su azarosa existencia, tanto en el plano de la competición como en el económico. Su primer título de Liga no llegó hasta 1955, justo el año en el que el club cumplía 50 años.

Imagen de la plantilla del Chelsea en el año de su fundación. GETTY
Imagen de la plantilla del Chelsea en el año de su fundación. GETTY

28,5 millones de audiencia televisiva

A pesar de todo, los aficionados del Chelsea han sabido traspasar a lo largo de las décadas todas aquellas vivencias de las que se sienten verdaderos protagonistas. Se sienten orgullosos, por ejemplo, de 'meter' 120.000 aficionados en Stamford Bridge en un amistoso contra el Dinamo de Moscú en 1945, para celebrar el final de la Segunda Guerra y que, en su momento, se consideró como un récord absoluto de asistencia a un partido de fútbol. También alardea de ser el primer club, en 1948, en editar el programa de los partidos, tan tradicional en el fútbol británico y copiado mayoritariamente por el resto de clubes.

Las gradas de Stamford Bridge, abarrotadas en el partido de 1945 entre el Chelsea y el Dinamo de Moscú. GETTY
Las gradas de Stamford Bridge, abarrotadas en el partido de 1945 entre el Chelsea y el Dinamo de Moscú. GETTY

Continúan los 'blues' gratificándose de que en 1970 disputaran la final de la FA Cup contra el Leeds United en Wembley. El partido acabó en empate (2-2) y se tuvo que repetir en Old Trafford, donde ganaron (2-1). Ese 'replay' del 29 de abril todavía se mantiene como el récord de audiencia en la televisión británica para un encuentro entre clubes, con 28,5 millones de espectadores, la mitad de los habitantes del Reino Unido en la época. Fue su primera 'Cup' y la puerta de acceso a la Recopa, que al año siguiente ganaron al Real Madrid en Atenas, también tras un partido de desempate. Este fue su primer título internacional.

En aquellas décadas de los 60 y de los 70 se relacionó íntimamente con el club la cultura underground que se vivía en el barrio de Chelsea. A pesar de su negociado deportivo, el club no podía estar ajeno al expansivo glamour de la zona donde vivía y, por ejemplo, una canción, 'Blue is the colour' interpretada por los propios jugadores en marzo de 1972 vendió 300.000 copias en dos semanas y llegó al quinto puesto de las listas musicales del Reino Unido. Ahora es el himno oficial del club y sus aficionados locales la consideran la primera y mejor canción pop asociada al fútbol, con permiso del 'You' ll newer walk alone', que llegó a tierras inglesas procedente de Broadway unos años antes, en 1963, cuando fue adoptada como himno por el Liverpool.

El peligro de los ultras de extrema derecha

Stamford Bridge se convirtió, además, en una de las cunas de las nuevas tendencias que asomaban por el barrio. Era un punto de cita para las grandes fiestas. En las pistas que rodeaban el césped se celebraban a diario carreras de galgos y las apuestas movían, además de muchos miles de libras, a personajes famosos, actores, músicos, cantantes, que compartían cartel con los futbolistas del equipo. Steve McQueen, Jimmy Page, Raquel Welch, Bob Gedldof.., por ejemplo, eran asiduos del estadio e íntimos del capitán, Ron Harris, 795 partidos con la camiseta del Chelsea entre 1961 y 1980 y conocido como "chopper" el helicóptero, hasta por sus propios hijos.

Más que por sus andanzas futbolísticas, al Chelsea en todo el país se le reconocía como el club del glamour, pero también, desgraciadamente, comenzó a conocérsele por el club del miedo. Por las gradas del estadio era común ver moverse a grupos relacionados con la extrema derecha, hasta el punto de que en los 70 camino de los 80 acudir a Stamford Bridge comenzó a ser peligroso. Miembros del National Front repartían panfletos a su antojo e intimidaban a todos aquellos aficionados que, simplemente, por su aspecto u origen, no entraban en sus cánones, incluidos los de su propio equipo. Ese peligro se trasladaba cuando el equipo ejercía de visitante y sus 'headhunters', su grupo más radical, acompañaba al equipo.

Aficionados del Chelsea en las gradas de Stamford Bridge. GETTY
Aficionados del Chelsea en las gradas de Stamford Bridge. GETTY

Insultos contra su primer jugador negro

Uno de los momentos de mayor tensión se vivió el 12 de abril de 1982 en Selhust Park, estadio del Crystal Palace. El Chelsea militaba entonces en Segunda y, mediada la segunda parte, su entrenador decidió que entrara en el campo su extremo Paul Cannoville, convirtiéndose en este momento en el primer futbolista negro en debutar en el club. Tuvieron que pasar 77 años para la ocasión y la reacción de los 'hooligans' más radicales fue inmediata. Gritos, insultos... El propio jugador, años más tarde, en su biografía, narraba cómo fue esa primera vez con la camiseta 'blue'.

"Mientras estiraba y corría para prepararme para entrar al terreno de juego, escuché fuertes voces individuales a través del ruido generalizado: ¡Siéntate, cabrón negro!, ¡Maldito marica, vete a la mierda! Una y otra vez. Apenas me atrevía a mirar a mi alrededor. Estaban justo detrás de mí. Eché un vistazo. Todos vestían camisas azules y bufandas: fanáticos del Chelsea, fanáticos de mi equipo, rostros retorcidos con puro odio e ira. Todo dirigido a mí... Me sentí físicamente enfermo. Estaba absolutamente aterrorizado".

Un ultra del Chelsea porta una pegatina en su frente con el mensaje «Stop this multiracial madness» (No a esta locura multirracial, en ingles).  GETTY
Un ultra del Chelsea porta una pegatina en su frente con el mensaje «Stop this multiracial madness» (No a esta locura multirracial, en ingles). GETTY

Cannoville, ya retirado, trabajó más tarde como ascensorista en el propio estadio y por un puñado de libras, recordaba sus vivencias de jugador y denunciaba lo que en su momento pocos se atrevían a contar, entre otras razones porque los dirigentes del club, propiedad ya de Ken Bates desde 1982, no estaban por la labor de afrontar ninguna situación que tuviera que ver con sus aficionados más violentos. Dos años después de lo sucedido el día de su debut, un compañero suyo, el escocés Pat Nevin, en otro partido contra el Crystal Palace en el que se reprodujeron los gritos racistas contra su compañero, dio un paso al frente y le defendió públicamente. "Estoy furioso porque se insulte y ataque a un jugador nuestro porque sea negro". El propietario del club le llamó la atención por lo que había dicho, aunque por lo menos consiguió que parte, no el fondo de los radicales, de Stamford Bridge aplaudiera a Cannoville en el siguiente partido.

La etapa de Ken Bates, admirador de Margaret Tatcher, conocido en todo el país por su charlatanería y decisiones estrafalarias hasta el punto de que llegó a electrificar las vallas de Stamford Bridge sin conseguir llevar a cabo finalmente su proyecto, al frente del club fue especialmente dura. En una situación económicamente dramática y con visos de desaparición, se hizo con la sociedad por una simbólica libra y 20 años después lo vendió a Abramovich por 140 millones de libras que, en 2003, equivalían a 200 millones de euros. En 1983 el equipo se salvó de bajar a Tercera en la última jornada, pero no pudo impedir descender a Segunda en 1988 para subir de manera inmediata al año siguiente.

Fue clave en la reconstrucción del club, el nombramiento de Mathew Harding como vicepresidente y director de fútbol. Comenzó a llevar la gestión directamente y a pesar de los enfrentamientos con la propiedad, consiguió que la afición volviera al estadio. Invirtió de su bolsillo 26.5 millones de libras y de su mano llegó en parte, la paz social y un mínimo de coherencia deportiva con la llegada de Glen Hoddle como entrenador. Falleció en octubre de 1996 en un accidente de helicóptero al regresar a Londres después de un partido del equipo.

La puesta en escena de la Premier como tal en 2009, favoreció la estabilidad financiera del club que había logrado mantenerse en Primera desde la temporada 89-90. Después de Hoddel llegaron Gullit, Vialli, Ranieri... y un buen puñado de notables jugadores. Se comenzaron a ganar títulos; la FA Cup del 87 y del 2000; la Recopa del 98; la Supercopa de Europa del 99... Las hazañas mayores estaban por llegar con la nueva propiedad, con Román Abramovich que, a base de fuertes inversiones, consiguió su gran objetivo: que el Chelsea se convirtiera en uno de los grandes clubes del Reino Unido y de Europa. En definitiva, el Chelsea actual que ahora sí presume de ser el primer equipo de Londres en ganar la Champions (2012 y 2021) y de codearse con los mejores equipos del continente.