El Clásico de Estados Unidos se juega en el estadio al que quiere parecerse el Bernabéu

El Clásico de Dallas es uno de los eventos deportivos más importantes del año en el estado de Texas y para gran parte de Estados Unidos, cada vez más enganchado al soccer. No había dudas, debía celebrarse en un recinto a la altura del acontecimiento. El AT&T Stadium acogerá por primera vez en su historia el duelo entre los dos gigantes del fútbol español. Se trata de uno de los recintos más lujosos e innovadores del mundo que ha costado 1,77 billones de dólares. Un espejo en el que mirarse para el nuevo Santiago Bernabéu.

Casa de los Cowboys de la NFL, cuenta con capacidad para 80.000 personas, aunque una serie de ajustes le pueden permitir acoger a 100.000. En 2009 batió el récord de asistencia a un partido de fútbol americano con 105.121 personas para ver otro clásico, el que enfrenta al equipo local contra los New York Giants. Eso sí, algunos fans se quejaron de la falta de seguridad y visibilidad de sus asientos.

Está techado y cuenta con cuatro pantallas que cuelgan de los más alto, conformando un videomarcador gigante, el más grande del mundo según el libro de los Records Guinness Cada una mide 49 metros de ancho y 22 de alto y pesa más de media tonelada. Para replicar su tamaño se necesitarían 4.920 televisores de 52 pulgadas. Por último, sólo la estructura de las pantallas tiene un coste total de 40 millones de dólares.

Cuenta con unas galerías inferiores de gran tamaño en las que trabajan cientos de personas los días de partido. Caminando por ellas se pueden ver rollos de césped listos para ser colocados después de los partidos. Como el nuevo estadio madridista, está preparado para organizar conciertos u otros eventos. Ha acogido un All Star de la NBA en 2010, el combate de boxeo entre Canelo Álvarez y Billy Joe Sounders en 2021 o Wrestelmanía en 2016.

La directiva del Real Madrid podrá ver de cerca cómo trabaja la empresa Legends, encargada de explotar parte de los servicios de cara al público del AT&T. Hará lo propio en el Santiago Bernabéu durante los próximos 20 años, a cambio de 360 millones de euros. Una alianza estratégica de los blancos, que quieren replicar muchas de las actividades de los recintos norteamericanos en el Coliseo del centro de Madrid.

Se trata de una de las sedes del Mundial de 2026 que se celebrará entre Estados Unidos, México y Canadá. Acaba de acoger algunos encuentros de la Copa Oro. Aparece entre los favoritos para albergar la final, aunque todo apunta a que se hará en el So-Fi de Los Angeles. Como mínimo, alguna en Dallas se jugará un de las semifinales. Para ello, la FIFA ha obligado a realizar una importante obra.

Como es habitual en algunos campos de fútbol americano, la primera fila de asientos está más de un metro y medio por encima del césped, para poder ver el partido con un cierto ángulo. Justo debajo, los constructores aprovecharon el espacio para poner palcos, en los ver el espectáculo a pie del verde mientras te tomas algo. Esto no va a ser posible en el Mundial, ya que la FIFA ha solicitado que el césped se coloque a la misma altura que la primera fila, tapando así los palcos. Esto se debe a que quieren que en televisión se vean los aficionados desde el tiro de cámara de los partidos. Para conseguirlo, se colocarán unos andamios que elevarán el terreno de juego muy por encima de su posición actual.

El sábado partir de las 16:00 hora local (23:00 en España), Real Madrid y Barcelona se enfrentarán en un estadio sacado del futuro. Es imposible no asombrarse cuando lo ves. Una construcción faraónica que lo coloca entre los grandes recintos deportivos del mundo y un ejemplo de lo que quiere el equipo blanco para su nuevo estadio.