OLYMPIACOS CAMPEÓN

Mendilibar, la gran estrella en la intimidad de la celebración de Olympiacos: "Mister, mister, una foto contigo"

El entrenador vasco fue el más solicitado en las celebraciones realizadas a pie de campo una vez conseguida la Conference League.

Mendilibar se echó todas las fotos que le pidieron. /MARCOS DURÁN
Mendilibar se echó todas las fotos que le pidieron. MARCOS DURÁN
Marcos Durán

Marcos Durán

ATENAS-. "Mister, mister, contigo". Así una y otra vez. En el césped del AEK Arena el más aclamado era él, José Luis Mendilibar. Un entrenador capaz de ganarse a todo un equipo, a todo un club y a toda una ciudad en pocos meses. Porque 'Mendi' ya es uno más, se siente como en casa y seguirá la próxima temporada en el Pireo.

Pero vamos por partes. Ayer, tras el pitido del árbitro, Mendilibar celebró como un loco con los suyos la victoria en la final de la Conference League y empezó a correr al medio del campo. Pero se dio cuenta de que no había saludado a Vincenzo Italiano y fue corriendo hasta donde estaba el técnico de la Fiorentina. Una vez realizado eso, sí se fue con todos sus jugadores y el cuerpo técnico.

Después llegó el abrazo con el presidente del club, Evangelos Marinakis, que le dejó todo el protagonismo a los jugadores y al cuerpo técnico. Los familiares se agolpaban en una de las esquinas para intentar entrar al terreno de juego y los jugadores iban llamando a todos, la locura era total.

Mendilibar, sobre el césped, caminaba sin rumbo. Un abrazo por aquí, otro abrazo por allá. Todos le agradecían, desde el personal del campo, las personas de seguridad, los que se habían colado... todos, todos. Y claro, le pedían fotos. Muchas fotos. Mil y una fotos.

Un integrante del cuerpo técnico se acercaba y le decía, en inglés: "Esta es mi mujer, esta es mi hija, él es el novio de mi hija". Y fotos con todos. Después foto con cada uno. 20 segundos después... "Yo soy el padre de Fortounis", le dice el señor griego y Mendilibar se ríe y le comenta algo sobre su hijo que no podemos reproducir aquí. Después aparecen los hermanos del futbolista y otra foto.

Así con todos, sin perder la sonrisa. Mendilibar se echaba una foto por aquí y otra por allá. "Nunca me habían pedido tantas", nos cuenta. Con su traductora muy cerca en todo momento por si tenía entrevistas, Mendilibar era feliz. Y todos lo querían, los familiares de los futbolistas estaban encantados con él. Y claro, querían inmortalizar el momento.

Al entrenador de Zaldibar ya no lo van a dejar caminar tranquilo por la zona del puerto de Atenas porque, desde hoy, es un mito más. La verdadera estrella del Olympiacos campeón es él, el bueno de Mendi.