El ritual de Mendilibar con los paseos sobre el césped: "No quiero que se vea que lo hago para que me aclamen"

José Luis Mendilibar lo ha vuelto hacer. Sin ruido y con trabajo, el técnico vasco, como ya hizo con el Sevilla cuando lo cogió con el pulso débil y le revitalizó hasta conquistar la Europa League, ha reconducido al Olympiacos y se jugará el título de la Conference League ante la Fiorentina. Si la semana pasada, su triunfo en Inglaterra ante el Aston Villa para muchos fue una sorpresa, la victoria en El Pireo en la vuelta es la confirmación de que Mendi ha caído de pie.

En Atenas es aclamado. Sólo hubo que presenciar los prolegómenos del encuentro. Nada más llegar al estadio, el entrenador saltó al césped, solo, pensativo. Una ceremonia que suele repetir en cada partido. Al poco de pisar el verde, los aficionados presentes en las gradas comenzaron a corear el nombre de Mendi. "Siempre salgo al campo antes y doy un paseo. Siento el cariño y la aceptación del buen trabajo que hacemos. Me siento un poco avergonzado porque no quiero que se vea que lo hago para que me aclamen. Gracias por el cariño que nos da la gente", confesó el español, que tiene al Olympiacos cuarto, a cinco puntos del líder AEK y con un partido menos.

"Ahora mismo no sé qué decir. Incluso después del 2-0 tuvimos nuestra ansiedad. Luego empezamos a alegrarnos por la afición en el campo, por la que lo celebraba en la calle, por nuestros jugadores. Es una alegría enorme, especialmente para los seguidores del Olympiacos. Creía en el equipo. Sabía de nuestro potencial y que podíamos ganar los dos partidos. El Aston Villa era un equipo que nos convenía. Sufrí en el banquillo, pero creía en el equipo y nuestros jugadores también", aseguró Mendi, que dio la que cree que es la receta de sus éxitos en el banquillo: "Es intentar darles confianza a los jugadores, saber decirles que son buenos, que se lo crean. A veces salen, como esta vez, y otras no. La temporada pasada y esta ha salido".

Mendilibar no lleva ni cuatro meses al frente del equipo de El Pireo. Esa es la duración del contrato que firmó cuando aceptó la propuesta en febrero: Olympiacos le propuso una vinculación corta, que aceptó, y una más larga que incluía la temporada que viene, que desestimó. El vasco siempre quiere caminar sobre tierra firme, sobre todo si ese terreno es desconocido: "No me lo esperaba, no conocía la liga griega, intentaba recabar información. Creía en nuestro potencial y en que podíamos competir por el campeonato y hacerlo bien en Europa. Hemos trabajado bien, hemos hecho buenos partidos y merecemos estar aquí. Doy las gracias al Olympiacos por darme la oportunidad de estar aquí".

Por último, sobre si conseguirán levantar la Conference, zanjó: "Eso espero. Espero que sí. Estudiaremos mucho a la Fiorentina. Los vimos contra el Brujas. Es un equipo capaz y espero que estemos a su altura".