Se confirman las peores noticias para la RFEF: Miguel Galán ya amenaza a Rafael Louzán con romper y volver a las denuncias
La clave: a falta de la resolución final, UEFA no sólo censura las condiciones del pacto de diciembre que salvó al gallego sino que, además, recrudece la norma para reconocer las competencias.

El proceso electoral del pasado mes de diciembre en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), donde sacó tajada, y sobre todo el nacimiento de su segunda hija en Estados Unidos, habían mantenido últimamente a Miguel Galán con un perfil bajo alejado de denuncias, roces, declaraciones gruesas y polémicas. Hasta que todo ha vuelto a su lugar con la primavera y, ya en España de nuevo, ha regresado a primera línea con la misma fuerza y vehemencia que ya sintieron en su día Ángel María Villar, Luis Rubiales y Pedro Rocha, y como ya está notando el propio Javier Tebas a colación de su papel en el enredo del Caso Olmo.
Como ya avanzó Relevo hace 29 días que podría suceder de forma inmediata, sólo cuatro meses después de haber alcanzado un pacto con Rafael Louzán, el director de la centro formativo privado de entrenadores CENAFE ya se ha plantado. La razón es bien sencilla: UEFA no ha validado las condiciones que alcanzaron en su día —como desveló este periódico en exclusiva— para salvar la candidatura del gallego —hoy presidente— de una impugnación. No sólo ha recordado que las normas de convalidación de títulos siguen vigentes como estaban para toda Europa sino que, además, ha recrudecido alguno de los requisitos que hasta hoy marcaban el paso.
Galán pudo conocer el nuevo 'palo' para sus intereses el pasado lunes en una nueva reunión de la Comisión de Seguimiento que se creó en enero —cumpliendo uno de los puntos consensuados— para seguir este proceso. Mediante el mismo, la Federación pretendía, y aún pretende con la mejor de sus voluntades y con el buen tono como obsesión, que los entrenadores que se formaran en academias privadas tuvieran las mismas condiciones para poder trabajar fuera de España que los que habían cursado los diferentes niveles a través de las Federaciones.
En esa Comisión Galán tiene un voto, la Federación otro y supuestamente el Consejo Superior de Deportes (CSD) uno más, y está compuesta por Iván Cancela (presidente del Comité de Entrenadores), David Gutiérrez (director de la Escuela de Entrenadores), Jordi Aparisi (jefe de los servicios jurídicos), Óscar Callejo (secretario de la escuela) y el propio Galán. A partir de ahí se puso en marcha la fase 1 de esta negociación, que se centraba en aprobar una circular que recogiese este acuerdo, pero ha sido en la fase 2 donde se ha encallado el proceso de manera preocupante. Pese a que la Federación asegura que están poniendo todo de su parte para llegar a buen puerto y están presentando diferentes propuestas a UEFA para que haya consenso.
Varios miembros de ese órgano creado a instancias de Galán, dentro del pacto firmado el 7 de diciembre, le trasladaron al interesado, como portavoz de más de 22.000 técnicos de grados medio y superior, que Aleksander Ceferin le había comunicado al propio Louzán que el protocolo ROC (reconocimiento de competencias) es el que es y que igual que se están estudiando varios avances para su aprobación, el tema de la experiencia parece que no se podrá retocar demasiado. Eso hizo saltar a Galán en esa cumbre telemática con tal fuerza que sólo una hora después recibió la llamada de Louzán —ausente en la cita— para aclarar las cosas y rebajar la tensión.

La conversación telefónica, según ha podido saber Relevo, no fue de lo más amistosa en un principio. A Louzán le dolió especialmente que Galán pusiera en duda delante de todos que igual no se había visto con Ceferin o peor, que si lo había hecho le engañó. "Te ha tomado el pelo o te ha vacilado". Galán alegó que el pasado 11 de marzo, cuando ambos dirigentes presuntamente se vieron las caras, Louzán aseguró al término de esa reunión que tenía buenas sensaciones ("ha ido todo bien") para que el pacto alcanzado en su día se consolidara con algunos matices al texto original que había que introducir. E incluso que en un nuevo encuentro, cuando el presidente de la RFEF fue incluido el 3 de abril en el Comité Ejecutivo de la UEFA, la sintonía seguía siendo la misma en este asunto y continuaba el estudio del caso. Ahora, sin embargo, con las últimas noticias recibidas por parte de UEFA, se ha visto que hay muchas posibilidades de que no se levante la mano y que de hacerlo, como avanzaban los expertos, podría ocasionar serios perjuicios para el fútbol español.
A vueltas con las convalidaciones
De hecho, la situación para esos técnicos que quieren dirigir en el extranjero y aún esperan una respuesta definitiva y formal a sus problemas, ahora mismo es peor que antes según varios testimonios recogidos. Aunque, por otra parte, hayan avanzado al lograr que se elimine un examen bastante complejo que debían superar hasta ahora y ver que hay avances (aún sin aprobar y en negociaciones) para que esa prueba se sustituya por una entrevista personal. Los técnicos sienten que UEFA, más allá de tumbar el pacto inicial, ha endurecido los requisitos que hasta ahora se exigían.
Para convalidar el UEFA PRO, por ejemplo, ya no sólo basta con haber dirigido cuatro temporadas en categoría nacional sino que, además, se necesita en la actualidad que esos entrenadores hayan ejercido al menos tres años en Primera o Segunda División, es decir en el fútbol profesional español. Si es en el extranjero no se convalida. Que se lo digan a Ángel Villacampa, que ha sido uno de los entrenadores más destacados en el fútbol femenino en México. De ahí que los afectados se hayan levantado en armas y le estén pidiendo a Galán que vuelva a las barricadas ante una palabra incumplida. Son tajantes: "Es que las normas en una institución privada como UEFA no son la ley; si quieren, pueden. Lo que pasa es que es un monopolio".
Galán propuso hace un mes un término medio entre lo firmado y lo exigido, pero viendo estas nuevas exigencias del máximo organismo futbolístico en Europa, no lo ha logrado y no es muy optimista con que se haga. Y eso que UEFA recordó ayer por email a la Federación que sigue estudiando la documentación presentada y aún debe pronunciarse de manera firme. Algo que se espera que haga este mes. En su día, Galán propuso pedir 6 meses como entrenador titular o auxiliar en categorías de fútbol base para convalidar la Licencia UEFA B; una temporada como entrenador titular o auxiliar en categorías de fútbol 11, ya sea en fútbol base o senior amateur, para ser acreedor a la Licencia UEFA A; y que se necesite una temporada como entrenador titular o auxiliar en categorías de fútbol senior amateur para la Licencia UEFA PRO.

Tensión por teléfono
En esa conversación del pasado lunes con Louzán, el presidente de la RFEF le hizo ver a Galán que en parte la culpa también era suya por haber apretado tanto en las negociaciones e ir a un acuerdo de máximos. Galán, exigiendo que bajara el tono e hiciera autocrítica según él mismo ha reconocido, le aclaró que nadie le puso una pistola a la Federación para firmar el trato. Y que, de hecho, no sólo lo hizo él como candidato ya a puertas de las elecciones que le elevaron como presidente hasta 2028 sino que, como guinda, también firmó ese documento Sergio Merchán. El extremeño es desde enero su vicepresidente y entonces estampó su firma por si Louzán no podía presentarse a los comicios —amenazado por el TAD— y él se tenía que ver obligado a dar el paso como delfín que salvara el estatutos de todos los barones.
Ahora, la tensión y la preocupación han vuelto a una Federación donde en este tema reinaba la calma. El CSD está pidiendo a Galán el contrato confidencial que firmó con Louzán para estudiarlo a fondo y ver si se han cometido irregularidades por las que pedir responsabilidades. El mismo Galán ya está valorando denunciar al actual presidente de la RFEF en el CSD en caso de que no arranque a Ceferin lo prometido. Lo haría por incumplimiento de contrato y por haber vulnerado un acuerdo que llegó a ser publicado por los canales oficiales de la Federación. Eso sí, de momento ha abierto una encuesta en su multitudinario grupo de whatsapp con el gremio y ha salido por una ajustada mayoría esperar a la sentencia final de UEFA.
Pese a que en Las Rozas parecía que Miguel Galán ya era un azote superado, regresan los tiras y aflojas y sus amenazas con ir los tribunales. Algo que incluso algunos responsables del gremio de los entrenadores de la Federación daban por hecho en privado en este caso desde que Louzán y Galán decidieron firmar un matrimonio provisional por conveniencia. "La UEFA es la UEFA y lo tiene muy claro...". Lo sorprendente es que algunos entendidos en la materia sobre técnicos, titulaciones y convalidaciones les daban un año de vida y la realidad es que el divorcio, con todo lo que conlleva, se acerca mucho antes. A los cuatro meses. Se avecinan curvas.