Alisson da la cara mientras el vestuario de Brasil se esconde: "Sabemos que nos van a criticar y es justo"
El meta de la Canarinha, que atajó un penalti en la eliminación de la Canarinha ante Uruguay, pide subir el nivel para lograr resultados.
Un desfile mudo de jugadores vestidos con camiseta verde atravesó este sábado 6 de julio la zona mixta del Allegiant Stadium de Las Vegas. Eran los jugadores de Brasil, dos horas después de protagonizar el último fiasco de la pentacampeona, con nombres distintos a los del pasado, pero un resultado que se repite: una prematura eliminación en cuartos de final de la Copa América.
¿Cómo explicar otro tropiezo en la misma piedra? Ninguno quería hablar. Tampoco el sancionado Vinicius, que desfiló en paralelo a sus compañeros con cara de pocos amigos y la mirada perdida. Entre los pocos se dignaron a dar explicaciones, dos de los más veteranos: el capitán Danilo y Alisson.
"En estos partidos con selecciones que equilibran mucho el juego, si tenemos media oportunidad, tenemos que matar y ser consistentes defensivamente. Lamentablemente, no pudimos hacer eso y en los penaltis faltó ser más eficientes al patear. Nuestro rival fue mejor y la consecuencia fue la eliminación", señaló Alisson, en un perfecto resumen de la caída ante Uruguay.
"Ahora hay que tener tranquilidad. Sabemos que nos van a dar, que nos van a criticar y es justo que lo hagan porque nos eliminaron en cuartos", asumió el guardameta brasileño del Liverpool. "Nadie aquí está feliz ni satisfecho, pero si algo no falta es profesionalidad y compromiso, y en ese sentido seguiremos trabajando para subir nuestro nivel y traducir eso en resultados", prometió.
"No podemos seguir diciendo sólo que jugamos bien y no ganamos. Eso lo tenemos que mejorar", sentenció, después de ver cómo su esfuerzo para atajar el penalti que lanzó José María Giménez no sirvió de nada.
Pero, según afirmó Danilo, no todo en los fracasos es malo. En el deporte se acostumbra a decir que es en la derrota cuando más se aprende. Y a eso se agarró el capitán de la Canarinha como lección para los jóvenes llamados a protagonizar el renacer de una selección que no consigue volver a ser lo que fue.
"Las derrotas a veces sirven, aunque no gusten. Es necesario estudiar y entender los procesos que hubo y ver las cosas por las que no queremos volver a pasar", afirmó Danilo. "Lo que le dije al grupo es que ahora se necesita coraje para aceptar los desafíos y las oportunidades que la vida nos da. Este es un grupo joven, de mucha calidad, que aún necesita crecer dentro de la selección brasileña y eso no es fácil, asumir protagonismo aquí no lo es", prosiguió el veterano defensa de la Juventus.
A sus 33 años y después de haber pasado por unas cuantas eliminaciones inesperadas en Mundiales y Copas América, el capitán de la Verde-Amarela no se atrevió a pedir paciencia a una torcida que apenas tiene motivos para creer en el renacimiento que nunca llega. Pidió, eso sí, "apoyo" para este grupo de "jóvenes talentosos" que, cree, acabará devolviéndoles la alegría.
"Es difícil pedir paciencia a la prensa, a la gente, porque el fútbol en nuestro país es una manifestación social y muchas personas asalariadas, gente que sufre para tener una vida mínimamente digna, ven en él una fuente de placer, de desahogo", explicó el defensa de 33 años cuyo futuro en la selección es incierto.
"Nosotros somos privilegiados, pero también pasamos momentos difíciles, de presión y, si puedo pedir algo, pediría un poco apoyo, quizás no paciencia, pero sí apoyo para este grupo de muchachos, que son muy profesionales, tienen mucho talento y pueden dar alegrías al pueblo brasileño, que es uno de nuestros papeles", solicitó a la torcida brasileña, consciente de vendaval de críticas que se avecina.
No todo, según el capitán, es atribuible a los jugadores y al cuerpo técnico. Los errores vienen de lejos y la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) también tiene su parte de responsabilidad.
"Los procesos internos son muy difíciles de crear, la CBF falló con la planificación después de la Copa del Mundo [de Catar] y eso lo acabamos pagando en estos ocho partidos y en esta competición", sostuvo Danilo.
"Pero creo que hemos trabajado muy bien, que aumentó la sinergia entre los jugadores y el cuerpo técnico, entre los veteranos y los nuevos futbolistas, que en estos 40 días de trabajo entendieron que la selección brasileña exige un peldaño más", concluyó, abriendo una puerta a la esperanza brasileña en la que cuesta creer.