La Copa América siembra dudas como test para el Mundial de Estados Unidos
El torneo continental, que se disputa en el gigante norteamericano, evidencia el escaso interés por el fútbol en el país y numerosos fallos organizativos.

Si Estados Unidos se prestó a acoger la Copa América 2024 como un ensayo general para el Mundial Masculino de Fútbol que coorganizará en 2026 junto a México y Canadá, el balance, hasta el momento, le obligará a revisar seriamente sus planes.
Desde campos que cumplen por los pelos con las medidas estipuladas por la FIFA hasta problemas con el VAR, pasando por estadios semivacíos que evidencian el desinterés por este deporte del público local, la lista de cosas por mejorar es tan larga que, con apenas dos años por delante, las dudas que se ciernen sobre su idoneidad para volver a albergar uno de los eventos deportivos más importantes del mundo son más que razonables.
Y es que el fútbol, jugado por hombres, sigue siendo un deporte extraño en este país, que apenas lo abraza a través de su numerosa comunidad latina. Fuera de ella, el interés que genera es mínimo. No está en su cultura deportiva, no acaban de entenderlo y lo interpretan a su manera. Sólo así se puede entender que la MLS, la liga estadounidense de fútbol, se haya seguido disputando con absoluta normalidad, como si Estados Unidos no participara en la Copa América. Así, ajena a la celebración del torneo continental, este miércoles 3, se jugó la 23ª fecha.
Pero la MLS no es la única en vivir al margen del campeonato de selecciones. En ciudades como Los Ángeles, Las Vegas o Santa Clara, que acogieron más de un partido de la fase de grupos, nada indicaba que eran sede de la Copa. Ni carteles del evento en el aeropuerto, ni en las calles, ni siquiera en los lugares de entrenamiento de las selecciones. En UCLA, cuartel general de Brasil para su primer choque, colgaban las banderolas de "Go Bruins!", el nombre de los equipos deportivos de la universidad angelina. Pero ni una sola de la Copa América o de la Verde-Amarela.

Con tan escasa publicidad y los elevados precios de las entradas, hasta resulta comprensible que los estadios que no acogieron grandes choques aparecieran con las gradas semivacías. Ha sido una imagen habitual, salvo en los duelos de Argentina, Colombia, Brasil, México y en alguno de los de la sorprendente Venezuela. Pese a jugar en casa, Estados Unidos ni siquiera logró el lleno en Kansas el día que se jugaba el pellejo ante Panamá. Perdió el duelo y se acabó convirtiendo en la primera anfitriona que no logra superar la fase de grupos desde 1993. Fracaso rotundo.
En su eliminación, nada tuvo que ver el tamaño de los campos, que ha sido otro de los grandes motivos de queja. Son reglamentarios, pero, diseñados para acoger partidos de fútbol americano, sólo cumplen con las medidas mínimas permitidas por la FIFA (100x64). "Decidieron reducir la medida de los campos para ponérnoslo más difícil aún", sentenció el brasileño Vinicius. Su afirmación es cuestionable, pero el delantero del Real Madrid no fue el único en quejarse. "Las medidas son muy estrechas. Se veía que en los saques laterales llegaban hasta el área chica. La mayoría de jugadores están acostumbrados a jugar en un campo más ancho y largo, eso le facilita la vida al rival que presiona", observó el seleccionador de Colombia, Néstor Lorenzo.
"Las medidas son muy estrechas. Se veía que en los saques laterales llegaban hasta el área chica"
Seleccionador de ColombiaEl técnico argentino de los cafeteros también señaló otra de las falencias de este campeonato: el estado de los terrenos de juego. "Los jugadores dijeron que la pelota no corría y que, en otros sectores, pasaba lo contrario. Es una cosa rara, una mezcla de sintético", detalló Lorenzo. Diversos futbolistas han señalado reiteradamente la importancia de que el césped esté en buenas condiciones para que el torneo pueda equipararse con la Eurocopa. "Lo más importante es tener un césped de calidad, en condiciones. Cuesta mucho trabajo, sacrificio y dolor llegar a un partido y tener todas las condiciones para poder hacerlo lo mejor posible", afirmó Alisson, el portero de Brasil que juega en el Liverpool.

La Canarinha, precisamente, ha sido una de las víctimas de los errores del VAR, que, a diferencia de lo que sucede en Europa, en la Copa América no emplea tecnología automática. Responsable de esta herramienta, la propia Conmebol ha expuesto públicamente sus equivocaciones.
"Lo más importante es tener un césped de calidad, en condiciones"
Portero de BrasilLa mayoría han sido evidentes para los hinchas que siguen el torneo por alguno de los canales de televisión que ofrecen la Copa América 2024 en Estados Unidos: Fox Sports, en inglés, y TUDN/Univisión/ViX, en español. El "summer of soccer" de Fox Sports mejora audiencias respecto al anterior torneo continental, pero no pudo vencer al debate presidencial entre Joe Biden y Donald Trump. El Uruguay-Bolivia que se jugó ese mismo día (27 de junio), promedió apenas 272.000 espectadores, una cifra muy alejada de los 2.470.000 que vieron el Panamá-Estados Unidos a través de la Fox.
Las altas temperaturas, por último, se escapan al control de los organizadores, pero también está siendo un factor desestabilizador. Han provocado golpes de calor entre futbolistas (el azulgrana Ronald Araújo), árbitros y personal de las sedes y nada apunta a que vayan a moderarse en los próximos días.
Mucho por mejorar, pues, de cara al Mundial de 2026, pero un año antes Estados tendrá otra oportunidad: el Mundial de Clubes, otro test.