La hegemonía de Argentina continúa con Lautaro Martínez como héroe
La albiceleste confirma que es la mejor selección del mundo tras ganar su tercer gran título consecutivo.

Miami-. Y, al fin, casi una hora y media más tarde lo previsto, comenzó la final de la Copa América 2024 para que el fútbol acabara dejando atrás el desastre organizativo que fueron las horas previas al partido y Argentina revalidara con un agónico 1-0 su título de campeona americana.
Sin el lesionado Lionel Messi en la cancha. Y en la prórroga. Pero el equipo dirigido por Lionel Scaloni ya puede decir que ganó las cuatro últimas finales que disputó: Copa América 2021, Finalissima 2022, Mundial de Catar 2022 y Copa América 2024. Despidió así, por todo lo alto, a Ángel di María, que abandona la selección, y dejó atrás los horrorosos prolegómenos del choque.
Hinchas que intentan (y logran) colarse en el estadio; detenciones de otros que prueban lo mismo; cierre de puertas para evitar el caos total, que acaba obligando a retrasar el partido; entrada final, en avalancha, de toda la masa, cuando resulta evidente que hay que abrir puertas y liberar molinetes para que la hinchada pueda llenar las gradas del Hard Rock Stadium de Miami.
Después de todo eso, del espectáculo bochornoso que, una vez más, propiciaron con su mala gestión los organizadores del torneo de fútbol más antiguo del mundo, el juego puso a cada cual en el lugar que le corresponde. A Argentina, de nuevo, en el de campeona continental. A Colombia, en el más que digna subcampeona, aunque eso sea muy poco para un equipo que vio cortada su fabulosa racha como invicta (28 partidos) y aspiraba a poner fin a una sequía de 23 años en el trono de la Copa América. Generaron ocasiones y fútbol para ganar. Pero cuando el duelo parecía condenado a una nueva tanda de penaltis, en el Lautaro Martínez rescató su instinto goleador.
Mucho antes ese tanto, inspirados tal vez por los populares artistas que interpretaron los himnos nacionales (el clásico Abel Pintos, el argentino; la regetonera Carol G, el colombiano) o porque tenían prisa por solventar rápido la final que tanto demoró en empezar, los dos equipos buscaron el gol desde el silbido inicial.
No había pasado ni un minuto cuando Lionel Messi armó la primera jugada de peligro, que Julián Álvarez no acertó a rematar en posición cómoda. Y apenas seis, cuando Jhon Córdoba firmó el primer disparo colombiano, que repelió el palo.
La campeona del mundo intentó imponer su jerarquía en los instantes iniciales, pero Colombia, reforzada por su impresionante racha de partidos invicta (28 hasta entonces), salió respondona y no se dejó intimidar. Le disputó la posesión del balón a los de Scaloni, intentó sorprenderlos a la contra, amenazó con una de sus especialidades, las jugadas a balón parado, y también con los disparos de larga distancia, como el que firmó Lerma, sobre la media hora de partido, que salió casi rozando el palo del Dibu Martínez.
En la otra área, presionada muy arriba por los cafeteros, la Albiceleste tenía dificultades para asociarse, por más que Messi intentaba infiltrarse con alguna arrancada que recordó a sus mejores tiempos. Una dura entrada sobre su tobillo, en el 36', sembró ciertas dudas, pero el astro pudo continuar, para alivio de la hinchada argentina, en minoría por primera vez en esta Copa América.
Sin posibilidad de hacer el juego que le gusta a Scaloni, Argentina también buscó adelantarse a balón parado. Pero el cabezazo de Tagliafico salió ligeramente alto.
Con empate a cero en el marcador, un espero duelo entre James Rodríguez y Messi que apenas se dio y las gradas hasta la bandera, incluso en zonas de paso que deberían haber estado despejadas y estaban llenas de hinchas de pie, Shakira hizo su aparición en el escenario para interpretar un remix de cuatro de sus temas más exitosos.
'Show' al descanso
El retraso que llevaba la final no movió ni un ápice los planes de la organización. Quería un espectáculo en la media parte, al más puro estilo estadounidense, y lo tuvo, por primera vez en la historia del torneo, por más que eso supusiera incumplir otra norma FIFA: los 15 minutos de descanso. Fueron unos 25 y obligaron a los futbolistas a calentar un par de veces, antes de retomar el juego en la segunda mitad.
El regreso fue casi un calco del inicio de los primeros minutos del choque, con ocasiones en las dos áreas. En su último partido con la selección, Di María tuvo la más clara para los campeones del mundo. La desbarató Vargas, seguro bajo palos como lo estuvo en todo el torneo, justo después de que los jugadores argentinos reclamaran un posible penal por manos en el área colombiana. El árbitro ni siquiera consideró revisar la jugada en el VAR.
El duelo estaba entretenido. Sin goles, sin acierto en los metros finales, pero con los equipos intentando buscar el camino para poder, por fin, agujerear el arco contrario.
Y, por si le faltaba algo, también tuvo su parte de drama: Messi se lesionó. Solo. En un tropiezo que lo llevó al piso y ya no le permitió continuar. Corría el minuto 65 y, en su último partido en la Copa América, el mejor jugador del mundo abandonaba el terreno, con el tobillo dañado, entre lágrimas. "¡Messi, Messi, Messi!", coreó la hinchada cuando en el videomarcador del Hard Rock Stadium apareció la imagen del ocho veces Balón de Oro desconsolado en el banco.
El seleccionador argentino dio entrada a Nicolás González en su lugar, antes de remplazar a Montiel por Nahuel Molina. El duelo se había convertido en un toma y daca, con entradas duras, reclamos en ambas áreas que no prosperaron y la misma falta de acierto en los últimos metros. Hasta que el recién ingresado Nico González logró batir a Vargas con un disparo cruzado. Tagliafico estaba en fuera de juego y el tanto ni siquiera subió al marcador.
James, MVP
El choque olía a prórroga y Néstor Lorenzo aprovechó para refrescar a su equipo sacando de la cancha a dos de sus mejores hombres: Richard Ríos y Córdoba. Para afrontarla, el técnico argentino de Colombia tampoco se arrugó: sentó al cansado James y puso a Quintero en su lugar. El '10' fue elegido mejor jugador del torneo.
Maluma, desde el palco de personalidades, invitaba a la hinchada cafetera a seguir con la fiesta y a animar a una selección que continuó plantándole cara a la campeona del mundo, gracias, en buena parte, a Vargas. El arquero colombiano atajó con destreza lo que parecía un gol cantado de Nico González en el 94. Y dio alas a su equipo, que se lanzó a buscar el arco de Emiliano Martínez con más ganas que pericia y acierto.
Scaloni volvió a mover el banco: Lautaro, Paredes y Lo Celso entraron por Julián Álvarez, Mc Allister y Enzo Fernández sin que el panorama cambiara. Argentina siguió sufriendo las atropelladas embestidas colombianas, sin demasiado apuro para el Dibu Martínez.
Lautaro, héroe
Otro arsenal de cambios de Lorenzo precedió a una segunda parte de la prórroga que llevaba pinta de conducir a otra tanda agónica de penales hasta Paredes robó un balón en el centro de la cancha y Lo Celso habilitó de primera a Lautaro Martínez, que se marchó como avión para superar a Vargas con un tiro cruzado imparable. Habían sido los últimos en entrar a la cancha por Argentina y juntos firmaron el gol que permitió a la Albiceleste revalidar su título de campeona americana.
Con la hinchada argentina enloquecida y el marcador a favor, Scaloni añadió otro punto de emoción: cambió a Di María, para que el Fideo recibiera el aplauso de la afición en su despedida de la selección.