Pulisic se revuelve con ironía contra los árbitros... y ellos le niegan el saludo

Estados Unidos congregó en su país a las mejores selecciones del continente americano ocho años más tarde, después de haberlo hecho en 2016 por el centenario del campeonato.Aunque en esta ocasión su organización está siendo criticada por los errores que se están cometiendo, tanto deportivos, como logísticos.

Los estadios inmensos sin público, las sanciones a los entrenadores por el mínimo retraso en la entrada al terreno de juego y ahora salen a la palestra las quejas más antiguas de la historia de este deporte, las arbitrales. Y los protagonistas de la película hollywoodiense son los propios jugadores del combinado anfitrión y su estrella Christian Pulisic por una disputa con el colegiado del partido ante Uruguay.

El atacante del Milán protagonizó una escena que podría ser perfectamente dirigida por Quentin Tarantino. Las continúas decisiones erróneas del equipo arbitral comandado por el peruano Kevin Ortega encendieron al futbolista norteamericano al final del encuentro e ironizó con los colegiados. Les invitó a que acompañaran a los uruguayos en la celebración por la victoria, indicándoles el camino hacia los celestes.

La intención que quiere transmitir Pulisic es clara: les deja caer que "pertenecen" a la selección que les acaba de eliminar de la competición. La respuesta del árbitro principal y de sus compañeros no se hizo de rogar y fue concisa. Ante la mano extendida de la estrella del combinado americano se quedaron inmóviles y no correspondieron el saludo que se les estaba ofreciendo.

Pulisic habló delante de los medios de comunicación tras lo sucedido con más calma en sus palabras, pero con un enfado evidente: "No me quería dar la mano. Es normal. Supongo. Sinceramente hoy he visto cosas que nunca había visto delante de mis ojos. Realmente no lo puedo creer. De todas formas, no es por esto que perdimos. No estamos fuera por decisiones arbitrales."

Todo tiene su origen con la validez que dio el árbitro al gol de Mathías Oliveira. Después de cuatro minutos de revisión en el VAR y una línea de fuera de juego dubitativa, delimitada desde una cámara muy lejana, no se certificó que el uruguayo estuviera correctamente posicionado sin estar adelantado con respecto a la línea defensiva de los Estados Unidos.

La actuación de Kevin Ortega, el colegiado más joven de la Copa América con 32 años, no fue cuestionada sólo por los estadounidenses, sino que Castrilli, experimentado y retirado árbitro con varios partidos del torneo continental a sus espaldas, lamentó en su cuenta de X las decisiones adoptadas por el peruano y en general en el desarrollo del campeonato.

Castrilli crítico los arbitrajes con dureza y no se mordió la lengua: "En un centro, a Robinson lo abrazaron en el área de Uruguay y nada. Ahora difunden un 'dibujo' de una línea inventada para justificar el gol. El arbitraje de la Copa América es un 'relato', solamente creíble por quienes en Orlando disfrutan de la magia de Dysney...".