Ambientazo en Sevilla: marcha histórica del Athletic, una 'rave' inolvidable del Mallorca... ¡y Nadal!
Decenas de miles de aficionados rojiblancos partieron pasadas las 19 horas en un trayecto de 40 minutos a pie rumbo al estadio desde la Fan Zone. Nadal estuvo en el palco.

El Athletic Hiria estaba impracticable. Miles de personas agolpadas, disfrutando de las horas previas y congregadas para vivir un momento único. Uno de esos que pasa a la historia de un club centenario como el Athletic. Más de 30.000 personas esperaban en el interior de la Fan Zone, otras muchas miles lo hacían en los alrededores acabando con la cerveza de los bares, también con los vasos de plástico y convirtiendo algo tan básico como pedir en un bar en una yincana imposible de completar. Sevilla era Bilbao. Bilbao en día grande. Si en la zona de la Giralda se vivió la fiesta mañanera, Triana congregó el 'tardeo' previo a la llamada de una kalejira que apuntaba a apoteósica. Y lo fue. Vaya que si lo fue.
El recorrido de 40 minutos entre Torre Sevilla, donde se situaba la zona de aficionados rojiblancos, y La Cartuja fue un desfiladero de aficionados. 'Ia, ia, Euskal Herria', comenzaron cantando los primeros en salir, con bengalas y banderas imitando lo que tantas veces se ha visto en la zona de Licenciado Pozas, con esas previas inolvidables que suelen comenzar en el bar Kirruli. Rápidamente todos los que venían por detrás pasaron a entonar el 'A por ellos, oe', el 'xalala' y el himno rojiblanco, con cientos de personas agolpadas en las orillas de la calle, subidos en farolas, vallas, papeleras... Cualquier cosa servía para tener el mejor ángulo e inmortalizar un momento único.
Es difícil imaginar una imagen igual, superando incluso lo que se vivió en Barcelona en 2015 cuando miles de personas también se desplazaron a pie desde Plaza España y el Camp Nou. Se superó por goleada, quizá por la dificultad de llegar de cualquier otro modo a un estadio sevillano que se encuentra en las afueras de la ciudad y que tenía todos los accesos colapsados ya desde horas antes. Caminar era la mejor alternativa y más aún si lo haces acompañado de miles y miles de aficionados rojiblancos.
Se sucedían los saludos. Hinchas que se encontraban con conocidos. "Está aquí todo Bilbao. Es hasta demasiado", decía un aficionado al paso por el Edificio Expo, todavía en el inicio de un recorrido que fue continuo y atronador. El humo y el fuego de las bengalas se mezclaba con el bufandeo y las banderas en un espectáculo que será difícil de olvidar para todos los que lo vivieron.
Discoteca a la balear
Si los aficionados del Athletic disfrutaron de un viaje único a La Cartuja, los hinchas del Mallorca se lo pasaron en grande en su 'búnker'. Era muy complicado encontrar aficionados baleares por las calles, que prefirieron agruparse en la Fan Zone, muy cerca al estadio, y vivir una fiesta muy isleña. Sonaba la música a todo volumen en el parque donde se congregaron, saltando y cantando a pocas horas del comienzo de un partido que ni siquiera soñaron hace años, cuando competían por regresar a la élite desde la Primera Federación. Lógico que se lo pasasen en grande con un Dj que puso todos los temas de moda que resuena en cada discoteca de Mallorca. Después, dentro del campo, volvió a vivirse un espectáculo.

Fue una fiesta que no quiso perderse Rafael Nadal. El tenista de Manacor, que renunció a jugar el Masters 1000 de Montecarlo por sus molestias en la zona abdominal, viajó hasta Sevilla para presenciar el encuentro. Antes de la final, estuvo con Carlos Moyá, su entrenador, y su tío Miguel Ángel Nadal, exjugador del Mallorca. Después, vio el choque desde el palco de La Cartuja.