El Atlético sobrevive a un Barça desencadenado en un partido espectacular

Dos goles del Atlético en los dos primeros minutos de partido amagaron con enterrar al Barça en su propia casa. Los blaugrana se sacudieron los miedos y se desencadenaron, como en todos los grandes partidos. Condensó en la remontada todo su fútbol: vertical, desvergonzado, hiriente. El Atleti se quedó sin respuestas ante la elevada y arriesgada propuesta de Hansi Flick. Cubarsí e Iñigo disfrutaron defendiendo y mojaron, Pedri y De Jong diseñaron el decorado y un Lamine Yamal vino a divertirse. Una victoria que dibujaba la arquitectura del Barça campeón la desdibujó el Atleti en los últimos minutos. Todo se decidirá en el Metropolitano.

No engañó el Cholo al decir que no iría a Barcelona en bus. El Atleti llegó volando, aunque pronto perdió altura. Sacó Szczesny en el primer minuto una buena mano tras un centro delicioso de Griezmann. A la salida del córner, en otra caricia del francés la peinó Lenglet y Julián arañó el balón en el segundo palo. Entre los blaugrana, solo Tek había tocado la pelota. Intentó serenarse el Barça amasando la posesión, pero tres minutos más tarde volvió a caerse. En una pérdida de Koundé, Julian se proyectó en una huida hacia la nada, con 70 metros por delante y toda la fe del mundo. Griezmann le creyó, el esférico le llegó y, tras recortar a Balde, batió a Szczesny.

Cinco minutos le valieron al Atleti para mostrar su versión más madura. Al defender bajo, salir a buscar al Barça cuando pudo y atacar en largo. Los rojiblancos quisieron demostrar tener más capas que las etiquetas que les han querido colgar. No quiere ser el equipo unidimensional que se acomoda cerca de su área. Su cara defensiva la puso a prueba Lamine, que cargó con la ofensiva culer. A los 15 minutos le 'sacó' la amarilla a Javi Galán, después de bailarle con varias fintas. Usó la pelota como hielo para calmar el dolor de la herida del pie izquierdo.

Se quitó pronto la chaqueta Hansi Flick y se tensó el Barça. El 1-2 nació de las botas del delantero catalán. Encontró a Koundé al espacio y en el punto de penal, con vestido de delantero, se presentó Pedri. El Lluís Companys entró en ebullición y el equipo aprovechó la ola. Acababa de cambiar todo. En la siguiente acción, Cubarsí empató el partido a la salida de un córner. Fue el estreno goleador de Pau con el primer equipo. El Atleti asestó el primer golpe en dos minutos y el Barça lo empató en otros dos. Habían pasado 20 y el clima del duelo trasladaba a uno a los momentos más tensos de una prórroga. Con el Barça creciendo, el Atleti se planchó, quedó maniatado. Ferran perdonó el tercero en su segunda ocasión clara.

Los culers silenciaron al Atleti con un ritmo altísimo, un fútbol que rugía y un Montjuïc que empujaba. Lamine se divertía a costa de un Galán que, con amarilla desde el 15, convertía en una heroicidad acabar vivo el partido. Y otra vez desde el córner, desde el mismo, Iñigo atacó el balón como Cubarsí, como lo hiciera una vez Godín, para culminar la remontada. A este ritmo, solo toneladas de mala suerte pueden impedir que el Barça no arrase. Le hizo creer al Atleti que los primeros 45 minutos se sintieran como 45 años.

Tras el descanso, Simeone retocó la fórmula. Dio entrada a Reinildo, para defender a Lamine, y a Lino por Giuliano. Mantuvo el Cholo una banda ofensiva y otra más corta, con De Paul. El único cambio del Barça fue la escalada jerárquica en el encuentro de Pedri. Se apoderó del balón como el niño que se enfada en el parque y se lleva su pelota. Cerca de De Jong, conduciendo y anulando rivales o cerca del área rival, Pedri es determinante en todas las alturas. Aun así, el partido estaba demasiado abierto para el interés blaugrana. El Atlético perdió timidez después de robar y Simeone añadió la pólvora de Sorloth y Correa. Lo contrarrestó Flick con más gasolina: Gavi. En el barro brillaba un Iñigo que disfrutaba cada tackle.

Si Lamine enterró a Galán en cada regate, con Reinilido no fue menos. Sin ayudas cerca, el catalán, desencadenado, cambió de ritmo y regaló el gol a Lewandowski. El polaco ya lleva más goles que el curso pasado y tantos como los que logró en su primera campaña. Los blaugrana siguieron sin aletargar el partido, con energía para encarrilar la eliminatoria. Los resquicios que dejaron los culers lo aprovecharon los rojiblancos. Marcos Llorente atacó la frontal de Szczesny para recortar distancias. Unos minutos después, Correa tuvo el empate y en el descuento lo empató Sorloth. El Atleti pudo haber llegado muy tocado al Metropolitano, pero acabó saliendo de Montjuïc con vida. Con mucha vida.