Cuando coinciden los buses del cole y el Villarreal, hay entradas gratis y haces pellas por tu equipo
El Unionistas-Villarreal, de un lunes laborable a las 16:30, acabó en casi lleno por la iniciativa del club local.
14:00. En el Centro de Educación Especial Reina Sofía de Salamanca, los pequeños disfrutaban de su última clase antes de salir al patio del recreo. A escasos metros y dentro del mismo recinto, un frío desolador continuaba atacando el césped de un estadio en el que a partir de las 16:30 Unionistas y Villarreal se jugaban una plaza en los octavos de final de la Copa del Rey. Pero en el centro todo era asombrosamente normal. A su entrada, un trabajador atendía a este medio. "Los chicos salen a las 15, ya han acabado las clases", comentaba.
Él ya acababa su jornada laboral y acompañaba hacia la puerta. El colegio se encuentra en un recinto acotado por dos puertas. La primera daba acceso al centro, la segunda al habitual estadio de Unionistas. "No pueden aparcar ahí, pero bueno, mal hacen", señalaba. Se refería a los vehículos ubicados en el segundo anillo, el del estadio, que está reservado para el autobús escolar que traslada a los más pequeños a sus viviendas.
Se trataba de una situación excepcional, derivada de un aplazamiento que comenzó con un apagón en el Reina Sofía. Pero nadie en la ciudad era ajeno a lo que ocurría. Era un día grande, no había excusas para no dejarse la voz en apoyo al que ahora es el mejor equipo de la ciudad. Aunque sí había algo de enfado. "Igual alguno ayer tenía algo de miedo", comenta entre risas el trabajador del centro, en alusión a la polémica generada con el Villarreal y su presunta intención de no disputar el encuentro.
El plan siguió como estaba previsto. A partir de las 15:00, varios autobuses llenaron el segundo anillo para recoger a los chicos que salían del colegio. Un colegio, por cierto, que también ocupaba el terreno actual del Reina Sofía en un pasado no tan lejano. Lo que posiblemente no esperaban cuando esta mañana, como cada lunes, salieron de sus casas, es que su final de jornada coincidiría con los jugadores del Villarreal llegando al estadio. Los autobuses coincidieron simultáneamente, en el mismo lugar. Es lo que tiene programar un partido un lunes a las 16:30.
Los que pueden y los que se libran
"¿Sabes dónde es la cola de los gratis?". Dos chavales de edad de instituto aparecían por las inmediaciones del estadio, desangelado a dos horas del arranque del duelo. Nadie había llegado, aunque muchos ya estaban mentalmente con Unionistas en uno de los partidos más importantes de toda su historia. Ellos, en su caso, acabaron su día de estudios y acudieron directamente al Reina Sofía con el objetivo de conseguir entrar en la instalación.
Unionistas ofreció entradas gratis a todos aquellos que se presentaran, hasta llenar aforo. Lo lograron. Y tanto que lo lograron. El Reina Sofía presentó un lleno hasta la bandera, en gran parte por el esfuerzo del club de que todos los que quisieran pudieran entrar. Ni un lunes a las 16:30 les paran, uno de los secretos del éxito del club de fútbol popular.
Fuera del recinto, los coches circulaban con normalidad y cientos de aficionados hacían cola en las aceras. Algunos de ellos, más recelosos de la cámara, indicaban que se habían inventado excusas para no ir a clase o faltar a entrenar. "Algunos se han librado, pero no podemos decir nombres", apuntaban sus amigos a pregunta de Relevo.
Un tío, junto a un ejército de pequeños, también llegó a tiempo. Todos salieron del colegio a mediodía, fueron corriendo a comer a casa y llegaron a tiempo. Faltaban dos del domingo, que se quedaron entrenando a la pelota. Quién sabe si en unos años serán ellos los que defiendan a Unionistas.
Álvaro cerraba el círculo. Salía de un examen de la universidad y el esfuerzo tiene la recompensa de poder ver a Unionistas en un partido para la historia. Junto a él, otros tres amigos que gozaban de vacaciones. Comieron en el McDonald's y volando dirección estadio.
Las puertas abrieron, con dos filas bien diferenciadas: la de las entradas y la de los que tenían esperanza de entrar gratis. Un mejunje que terminó por llenar el Reina Sofía, como si en vez de lunes fuera domingo por la tarde. Ya sin el problema de la luz (¡la arregló un aficionado de la grada!), todo estaba listo para recibir al Villarreal bajo el frío. Para combatirlo, un café o un bocadillo de tortilla caliente que no entiende de que aquí compita la élite. A 2,50 euros siempre sabe mejor.
Crónica de un cambio de planes
Una fiesta interrumpida suele acabar mal. Un ruido excesivo, el vecino tocando tu puerta. El silencio que esconde que la noche ya no será lo que apuntaba. Un jarro de agua fría en el corazón de Unionistas. El Reina Sofía era un hervidero. El fútbol popular estaba chocando de frente con el Villarreal.El estadio retumbaba de cimiento a cimiento. La ilusión de siempre contra un grande en apuros. Pero el apagón de los focos cerró el telón y pospuso la actuación para un lunes laborable a las 16:30. Por el camino, acusaciones al rival de que no quería jugar; comunicados defendiéndose y achacando la responsabilidad al árbitro...
Poco espacio había ya para la discusión. Unionistas tenía unas horas para congregar en el templo a sus fieles, en mitad de la jornada del trabajo y con colegio y universidades. El plan comenzó poco después. "Por favor, pedimos a todos los aficionados que conserven su entrada", escribió el club en sus redes sociales, donde también tiraron de humor: "Nos llevan pasando tantas cosas estos diez años que nos vamos a jugar un pase a octavos de Copa un lunes laborable a las 16:30". Surrealista, pero cierto, uno de los partidos más importantes de la historia de la entidad no podría contar con la gente, bandera de cualquier club en general y de Unionistas en particular.
🧐 Desde las 15:30 hasta las 16:25 el acceso será exclusivo para socios PRO, Colaboradores y todo aquel que conserve su entrada.
— Unionistas de Salamanca CF (@UnionistasCF) January 7, 2024
🆓 Desde las 16:25 el acceso será LIBRE y GRATUITO hasta completar el aforo.
¡Os necesitamos para seguir haciendo historia juntos! 🏴🏳️ pic.twitter.com/ouHnJNFTfU
La ilusión es lo último que se pierde: "Tercera noche consecutiva que nos vamos a la cama soñando". Pero antes de abrazar la almohada, Unionistas trazó exhaustivamente un plan para que las cerca de 5.000 butacas del Reina Sofía estuvieran repletas. Desde las 15:30 a las 16:25 (es decir, cinco minutos antes del partido) tendrán abierto el acceso los socios PRO, los Colaboradores y todos aquellos que acudieran al partido el domingo y conservaran su entrada.
Los cinco minutos restantes estarán abiertos para cualquier persona que desee acudir el partido. Sí, uno de los encuentros más importantes de la historia de la entidad tendrá entrada completamente gratuita hasta completar aforo. Un club diferente y una estrategia improvisada para tratar de asegurarse que Unionistas no camina solo frente al Villarreal.
No obstante, el ambiente, de primeras, parecía algo desangelado. Cerca de las dos de la tarde, las inmediaciones estaban prácticamente desiertas. El público apuró al máximo para acudir al recinto en sus trabajos o centros de estudio. Con el paso de los minutos, los aledaños fueron cogiendo color, defendiendo el orgullo de un equipo modesto que quiere eliminar a todo un Villarreal de un tal Marcelino García Toral.
Para evitar grandes aglomeraciones, el club matizó que aquellos que no tuvieran entrada y quisieran acceder al recinto lo podrían hacer antes de tiempo, pasando un control de seguridad intermedio y formando una fila que ya sí se abriría a cinco minutos de comenzar. Entonces, con el acceso ya cerrado para los socios y personas con entrada, podrían ir entrando al Reina Sofía por orden de llegada.
Tan extraña es la situación que Unionistas pidió a sus seguidores que dejaran circular a los autobuses escolares y no bloquearan las salidas de los colegios, ya que a esa hora cientos y cientos de niños concluyen su jornada. Por increíble que parezca, unos dieciseisavos de final de la Copa del Rey con el Villarreal implicado se disputan un lunes a las 16:30.
Aun así, el corazón de Unionistas sigue latiendo al compás de las palmas que tocan al unísono jugadores y afición tras cada partido. Es la esencia del fútbol popular, que ha transformado a un modesto club que nació de reuniones de aficionados de la extinta Unión Deportiva Salamanca en un proyecto asentado en Primera Federación y con la ilusión de un día llegar a lo más alto. Se quedarán o no por el camino, pero no estuvieron solos. Nunca. Ni un lunes en plena jornada laboral.