REAL MADRID

La Copa no es un alivio para el vestuario del Real Madrid sino todo lo contrario

La derrota en el Metropolitano afectó mucho a los futbolistas blancos, que salieron cariacontecidos del estadio.

Vinicius y Bellingham, con Ancelotti./EFE
Vinicius y Bellingham, con Ancelotti. EFE
Rodra P

Rodra P

No fue una noche agradable para el madridismo. Tampoco para el equipo de Carlo Ancelotti. El Real Madrid cayó eliminado de la Copa del Rey antes de tiempo, por un Atlético que se hizo aún más fuerte en su estadio. Los colchoneros lo festejaron por todo lo alto, y los visitantes salieron del Metropolitano visiblemente afectados.

"No es sencillo de valorar este partido. Hemos jugado bien, competido hasta el final, luchado, recuperado dos ventajas, dos largueros, un gol anulado... Dicho esto, lo hemos perdido cuando el partido estaba bajo control y nos han castigado. En todo caso, más no se podía hacer, por muchas cosas", comentó Ancelotti en rueda de prensa.

"Sí duele, sí duele", respondía Nacho en Zona Mixta, cuando le preguntaban si la derrota era algo menor tras la gran temporada del equipo. "Este partido nos hace daño. Estamos muy dolidos. Era un derbi, lo queríamos ganar. Pero no se puede reprochar nada al equipo. Lo hemos dado todo", decía el capitán blanco antes de abandonar el estadio.

Ancelotti, en sala de prensa.

El vestuario del Real Madrid quedó tocado tras la eliminación. Así lo reconocían los futbolistas y también sus caras tras la derrota, muy expresivas. Su final en Copa les alivia de un calendario asfixiante, pero les deja una espina clavada. A los jugadores no les intimidaba la carga de partidos ni el desgaste físico, querían dar el golpe definitivo a Barça y Atlético tras su triunfo en Arabia y las diferencias en Liga. Y ahora se empaña su plan.

El equipo de Ancelotti se sentía superior a sus rivales, cuando preparaban este mes de enero. Lograron la Supercopa, pero también suspiraban por amarrar la Liga y la Copa. Se veían muy capacitados para exhibir su músculo en las competiciones nacionales, y el desenlace en el Metropolitano ha truncado los deseos merengues.

Sabían que Barça y Atlético de Madrid no atravesaban su mejor momento. Este mes era una gran ocasión, pensaban desde dentro. Los jugadores achacan la derrota a sus errores atrás y la mala fortuna en área rival. Se van afectados. En Liga ya no pueden fallar.