La final de Copa más dura de Abdón: sin minutos y con el lamento viral de Aguirre

Abdón fue uno de los grandes protagonistas de la prórroga, pese a ni siquiera pisar el césped. El delantero del Mallorca se quedó sin jugar un solo minuto en lo que era uno de los partidos más importantes de su vida. Cabe recordar que él ya estaba presente en el equipo que logró el ascenso desde Segunda División B y que ha vivido la proyección meteórica de todos hasta pelear en toda una final de Copa del Rey. ¿Pero por qué no jugó el atacante?

Javier Aguirre apostó de inicio por Muriqi y Larin y cambió en la segunda mitad a un fundido canadiense para meter más músculo en el centro del campo. Y, mientras, Abdón Prats calentaba en la banda. Sin embargo, en la prórroga, el técnico mexicano recorrió todo el área técnica a la carrera y se acercó hacia la posición del delantero para comunicarle algo al oído.

En ese momento, la incertidumbre trastocó en la grada. Cabía la posibilidad de que estuviera apelando a lo emocional o que, por el contrario, le comunicara entre lamentos que en un día tan relevante para él no pudiera salir al terreno de juego.

Mientras, el Mallorca seguía sin agotar los cambios, esperando, por si acaso, que las circunstancias del partido le llevaran a Aguirre a realizar una última sustitución forzada. Antes, habían entrado en una primera ventana Antonio Sánchez y Manu Morlanes y, en una segunda, Radonjic.

Antes del arranque del tiempo extra, Maffeo reemplazó a Valjent. Por tanto, previo a la disputa de la prórroga, al Mallorca aún le quedaban dos ventanas de cambios. La primera la gastó con Nastasic, que suplió a un lesionado Copete. En una final, siempre hay problemas físicos. Pese a la confusión general, Abdón todavía podía entrar al terreno de juego. De hecho, la aparatosa venda que cubría la cabeza de Muriqi tras hacerse una herida repleta de sangre podía hacer ver que la sustitución era posible.

Finalmente, Van der Heyden fue el último cambio, también por lesión, en este caso, de Toni Lato. De este modo, Abdón Prats vivió el partido más importante de su carrera deportiva desde el banquillo, después de que Aguirre recorriera a sprint la banda y le comunicara al oído, como confirmó tras el encuentro, que quizás no fuera su día. "Abdón es la esencia de Mallorca. Las circunstancias me obligaron. Lo lamento mucho, es un profesional, lo encaja, lo acepta. Es fútbol y tanto él como los otros 23 jugadores ponen por delante el conjunto antes de la individualidad", declaró el mexicano. Fue el viaje emocional de un mallorquinista de corazón, que, sin jugar, sintió como el que más la hazaña de los suyos.

"Nunca hay que mirar a un jugador por encima del equipo. Pero Abdón es el Mallorca, no hay otro más jodido que él. Tenía una ilusión terrible, en la habitación soñaba con esta final. Estoy muy jodido por él. Si hubiera tenido minutos, por ese don que tiene seguro que nos hubiera dado algo más", señaló visiblemente emocionado su compañero y gran amigo, Sergi Darder.

En un partido habitual a 90 minutos, los entrenadores tienen a su disposición cinco cambios, que se pueden realizar en tres ventanas diferentes. Una ventana se consume cuando se realiza una sustitución en mitad del juego. No así si se realiza en el descanso. En caso de que haya tiempo extra, los equipos gozan de una ventana más y un nuevo hombre podrá dar respiro a un compañero para un total de seis cambios y cuatro ventanas.