La pandilla a los siete años del otro Morata, a por el Celta: el Turégano sueña entre ordeñar vacas y 200km. por amor
El equipo segoviano disputará contra el Celta la primera ronda de Copa del Rey desde Regional. La mitad de su plantilla se conoce y juega junta desde los siete años.

¿Con qué soñabas cuando eras niño? Si alguna vez se te pasó por la cabeza reunir a tu grupo de amigos, montar un equipo y acabar jugando contra Madrid, Barça, Atleti o el Celta de Benítez y Iago Aspas, esta es tu historia. El Turégano, un equipo como su castillo de grande y que milita en Regional, representa a una pequeña localidad de Segovia de apenas mil habitantes. Y sus jugadores no son más que chavales que llevan toda la vida juntos, amigos desde los siete años y que siguen al pie del cañón... ¡incluso viviendo algunos en la capital! Seguro que algún día a alguno de ellos le dio por soñar en alto: "Algún día jugaremos contra un grande".
El romanticismo de esta ronda de Copa del Rey no entiende de fronteras. Cuando eran niños, un núcleo fuerte de la plantilla que ahora jugará contra el Celta nunca imaginó que este día llegaría. Tampoco cuando eran adolescentes y se juntaban en la peña en las fiestas de la localidad. Es difícil de explicar cómo se ha llegado hasta aquí y cómo el paso de los años y el inevitable abandono del pueblo por parte de algunos no ha sido suficiente para derribar su fortaleza.
Siguen unidos, como las grandes familias, como los inquebrantables grupos del colegio. Solo así se entiende el buen humor con el que se toman las crónicas más disparatadas del fútbol español o cómo conviven tres parejas de hermanos en su vestuario. El amor por su pueblo les ha llevado a no bajar los brazos ni siquiera cuando el año pasado se quedaron a las puertas de jugar contra un Primera, al ser eliminados por el Velarde en la previa interterritorial. ¿Ha merecido la pena? Por supuesto. Es el camino que les ha llevado a tratar de tumbar a un Celta en horas bajas.
🏆 COPA DEL REY 🏆
— TuréganoCF (@Tureganocf) October 22, 2023
◻️ Nuestro socio más pequeño cambia el rojo del @Tureganocf por la celeste del @RCCelta firmada por el gran @aspas10
♦️ Tanto Marcos como todos los demás aficionados esperan ansiosos que llegue el día histórico. Ya queda menos…#TodoAlRojo #TureganoCF pic.twitter.com/SfLLyHPJYu
Mantener la familia a flote: jugar desde Madrid, las vacas y la peña en las fiestas
Disculpas por la frialdad: si me dicen que tengo que hacer cien kilómetros de ida y otros cien de vuelta cuatro veces a la semana para acudir a mi puesto de trabajo... me cambio de trabajo. Y si por ese trabajo no me pagan un solo euro, más todavía. Claro que el Turégano, más que una profesión, es el lugar donde todos quieren estar. Adri Morata (así le llaman por ser ¡y vivir! en el barrio madrileño de Moratalaz) defiende este modo de vida con orgullo.
"Si las cosas van mal, de mi bolsillo le he dado 50 euros a alguno para que tuviera para gasolina"
Presidente del TuréganoEl equipo entrena tres días a la semana (martes, jueves y viernes), más el partido de los domingos. Vivir en Madrid implica un esfuerzo de película para poder seguir jugando. Concretamente, Google Maps marca 134 kilómetros y una hora y media de trayecto. De ida, más luego la vuelta. Teniendo en cuenta que las sesiones son a partir de las 20:00 para que todos puedan llegar del trabajo... ¿Cómo es esto viable? Ingeniería. De las pocas veces que se cumple aquello de querer es poder.
"Vivo en Madrid, este es mi pueblo y mi familia es de aquí, pero yo soy de Moratalaz y he jugado ahí siempre. Por estudios lo dejé y a los dos años me dijeron que jugara aquí. Estaban mis amigos de toda la vida. Sabía que el sábado lo perdía entero porque me iba a 200 kilómetros a jugar, pero lo pasaba con amigos y éramos un buen equipo", cuenta Adri.
"Todo el mundo puede dudar. A mí que soy de Madrid y a los de Segovia también"
Sobre seguir en el equipo mientras vive en MadridAlgo que todavía impresiona al presidente Luis Peromingo, que también se presentó a alcalde del pueblo: "Es el ambiente que hay entre ellos. No sé cómo explicarlo. En un vestuario lo ves. La gente trabaja por dinero y ellos lo están haciendo altruistamente, por el cariño que tienen al club. Intentamos darles algo, pero no podemos. El año pasado no pudimos darles ni un duro. Trabajan, estudian... Si a algunos les tienen que dejar dinero sus padres para poder venir".
Explica entonces las reglas con las que juega la plantilla del Turégano: "Los jugadores no cobra ninguno. Si podemos y si hay les pagamos el kilometraje para que al menos no les cueste venir a jugar. Pero siempre se lo decimos bien claro que es si podemos. Pagamos íntegramente la ficha y la ropa que llevan. Ellos vienen a entrenar, jugar y pasarlo bien. Hay gente que está haciendo 130 kilómetros para venir a entrenar tres días y los de Madrid, dos, que se pueden quedar y teletrabajar. Más de 200 kilómetros cuando van y vienen".
Ahí es donde entra en juego la figura presidencial. Desplazarse tantos kilómetros tan frecuentemente implica un gasto elevado que no todos se tienen por qué permitir. Dejar el fútbol, sin embargo, es la última opción: "Yo siempre les digo que cualquier problema vengan a mí, que no tengan ni miedo ni vergüenza. Si las cosas van mal, de mi bolsillo le he dado 50 euros a alguno para que tuviera para gasolina. Ante todo que tengan la misma ilusión que tienen. Esto es algo único. Estoy muy orgulloso, les tengo como a mis hijos a los jugadores".
Aún asimilando lo vivido ayer.
— TuréganoCF (@Tureganocf) October 13, 2023
Solo podemos dar las gracias a nuestra gente. Seguramente ayer haya sido el día más grande que ha vivido "El Burgo".
Ahora a disfrutar de la experiencia contra un primera.#todoAlRojo #TuréganoCF pic.twitter.com/EgDM8nkrf7
Por supuesto que hay problemas. Es inevitable cuando las circunstancias son las que son. Adri Morata, por ejemplo, solo podía entrenar los viernes la pasada temporada y lo arreglaba acudiendo a las sesiones del Adarve, para no perder la forma. Esta vez, el trabajo le ha abierto un camino, aunque los martes sigan siendo imposibles: "Esta temporada el viernes teletrabajo, entonces vengo el jueves y ya me quedo aquí. Tengo un equipo de fútbol 7 y a veces salimos a correr, pero los martes no puedo venir porque entrenamos a las 20:00 y luego volver de noche, en invierno... Es complicado".
Morata, por cierto, es asesor fiscal, aunque sus fines de semana en el pueblo esconden una doble labor. O triple, además del fútbol: "Los padres de mi novia tienen aquí vacas de leche, en el campo. Yo trabajo en una asesoría fiscal y no tiene nada que ver, pero es un trabajo de estar todos los días de mañana y de tarde. Les echo una mano, desplazando a las vacas, dándoles de comer...". Un asesor fiscal de Moratalaz que ayuda a ordeñar vacas en fin de semana y se recorre 200 kilómetros para jugar con su equipo de toda la vida va a luchar de tú a tú contra un campeón de Europa como Rafa Benítez y una leyenda como Iago Aspas. ¿No alucináis con la Copa del Rey?
Las crónicas telemáticas más disparatadas de la Copa
Para alucinar también son las crónicas surrealistas que el Turégano ofrece de cada partido en su cuenta oficial de Facebook. En ellas, alusión a la más grande, Rocío Jurado, o a Patxi Salinas por su estelar participación en 'El Conquistador'. ¿Y qué tienen que ver con el equipo? Nada, y eso es lo mejor. "DoGuille; TahonoPequeño, Duque y Arranz; TahonoMayor, Morata, Juli, Chechechu y AlcubillaMayor; Pichu y Miguel" fue una de las alineaciones de esta temporada. El que no tiene mote se puede considerar un afortunado. En ese encuentro no estaba HelloKitty, otro clásico.
"Como tenemos más hermanos en el equipo que…(invéntate algo) les llamaremos por apellidos y mayor o pequeño o depende como nos dé". Ingenio ante todo. ¿Y quién las hace? Esos clubes no suelen tener a nadie en comunicación, por lo que todo apunta a un directivo o incluso un jugador. Luis Peromingo resuelve la duda: "Es muy gracioso. Esas crónicas las hace un aficionado que no viene al fútbol. Fíjate cómo es la cosa. Viene una o dos veces al año. Uno de los jugadores le cuenta un poco lo que ha pasado. Le cuenta lo justo y él ya se explaya con frases típicas suyas y cosas del pueblo. Esa cuenta tiene todo el respeto del mundo y un poco de gracia también. No les fastidia, no les insulta nadie, es una pincelada de gracia y humor. Todos los campos a los que vamos ya se lo conocen y están esperando a la crónica a ver qué les ponen".

En Regional, acostumbrados, se lo toman con humor. Y para los jugadores del Celta, que reciben miles de críticas en redes sociales cada semana, tampoco les resultará especialmente dañino. Igual sí les sorprende que pueda escribir detalles tan precisos del ambiente sin estar presente: "Es del pueblo pero vive en Madrid. Bajan al pueblo alguna vez porque ya no tienen familia aquí". Aunque esta vez sí estará: "Vienen en fechas puntuales, pero sí va a venir al de la Copa. Me lo ha confirmado. Él es socio y siempre tiene su entrada guardada".
Su trabajo es soñado: a quién no le gustaría venir a hablar de su libro y explayarse así, aunque también es sacrificado. Esta misma semana, la insistencia preguntando sobre las entradas de la Copa ha desquiciado al estelar cronista. Y eso que ya había avisado: "Desde aquí, queremos recordar sus que esta cuenta es una mera, altruista y modesta güeb para las crónicas. Y sí, nos tocó el Celta de Vigo, dirigido por un campeón de Europa como es Rafa Benítez, pero ahora no es el tema principal…".

El equipo de los 'hermanísimos'
Este Turégano es curioso de la 'T' a la 'O'. Superando el reto de los Flaño o de los Gasol y Hernangómez en la Selección, se han propuesto convivir en el vestuario ¡con tres parejas de hermanos! Los García, los Alcubilla y los Cotrina. "Tendrán más cabreos en sus casas cuando juega uno o juega el otro. También alguno ejercerá el rol de hermano mayor. Pero sí, se pican mucho entre ellos y nos hace mucha gracia. Hay un buen rollo enorme", desvela Adri Morata.
Aquello de los problemas se quedan en casa es inevitable cuando tu propio vestuario es hogar. Así conviven ellos y lo llevan con total naturalidad. Es una situación a la que están tan acostumbrados, que por qué no lanzarse a por más fichajes así. De hecho, es lo que hizo el presidente Luis Peromingo: "Normalmente tenemos dos parejas de hermanos y ahora hemos fichado a otra. Es peculiar".
"Sabía que el sábado lo perdía entero porque me iba a 200 kilómetros a jugar, pero lo pasaba con amigos y éramos un buen equipo"
jugador del TuréganoEllos seis forman parte de un vestuario unido... y decorado como el de las estrellas. Fotos de ellos, de sus grandes partidos, frases míticas de futbolistas de élite... "El año pasado cuando nos metimos en playoff pusimos cartulinas con nuestras fotos, fotos de partidos y lemas de equipos de Primera", apunta el jugador. Y continúa el presidente: "La gente entra a nuestro vestuario y se queda impresionada. Al final los entrenadores de Primera dicen frases y eso impacta a los chicos".
Una ilusión como un castillo
El Celta no tendrá oportunidad de jugar en el pueblo y se quedará sin ver un impresionante castillo que se encuentra entre sus fronteras. "Turégano es la gente que hay", define Adri, antes de resaltar la belleza de su castillo y defender el valor de la España rural: "Cualquier lugar tiene algo de especial. El nuestro es sobre todo el ambiente que tenemos". Luis profundiza en la recomendación: "En Turégano tenemos un castillo que es nuestro buque insignia. Todos se fijan en él. Pero ahora también está en el punto de mira el equipo de fútbol. Y los restaurantes, con nuestro cordero. Vivimos de la agricultura, de la ganadería porcina y de un pinar".
La inmensidad del castillo no es nada en relación a su desbordante ilusión. El Turégano llega tras el duro palo de la pasada temporada ante el Velarde y ya nadie le podrá frenar. Es el premio a toda una vida dedicada al pueblo y un ambiente que hace que todo merezca la pena: "Todo esto es más por el ambiente, por representar a tu pueblo y hacer las cosas bien. Que años después digan que este equipo, con chavales del pueblo, llegó a jugar contra uno de Primera".

Por el camino, hubo dudas, como le podría pasar a cualquiera: "A todo el mundo le puede pasar. A mí que soy de Madrid y a los de Segovia también. Lo puedes pensar cuando las cosas van mal, pero cuando van bien, continúas. A veces se hace un poco pesado y piensas en centrarte en tu trabajo, que es de lo que sabes que vas a vivir, como cualquier jugador de Regional". Los días difíciles que llevaron a todo esto, a jugar contra el Celta.
"Es un premio". Aunque sea en La Albuera. Algo le pica a la plantilla no jugar en su pueblo, aunque era la decisión más natural. Al menos, que este miércoles sea festivo les lleva a no tener que pedirse días libres en el trabajo, como ocurrió la pasada temporada en la ronda interterritorial. Si llegaron a Turégano... ¡a las tres de la mañana! Tres horas después, algunos se tuvieron que levantar a trabajar.
Es parte de esto. Del fútbol modesto. De los chavales que se conocen desde los siete años. De los de los pueblos cercanos. De la misma peña en las fiestas. De las celebraciones todos juntos después de cada partido. De ser buenos compañeros y ante todo buenas personas. Y de festejar ahora juntos que viene el Celta. Tú, que comentabas en el patio del cole el partido que le ibas a echar al Madrid o al Barça (y que claro, lo ibas a ganar) ahora ves tu disparatada idea de niño en el Turégano y en el fútbol de élite. ¡Imagínate vivirlo!