Un discurso rompedor de Pedri reabre el debate sobre el único borrón del estilo de Flick: "Pinta todo bonito, pero..."
El mediocentro, sustituido con 4-3 en el minuto 84, argumentó el empate a la falta de inteligencia del equipo en el último tramo.

Para los espectadores que acudieron a Montjuïc en la fría y lluviosa noche barcelonesa les sería difícil dormir y olvidar lo vivido en el Barcelona-Atlético. Una borrachera de goles en pleno tobogán emocional, en el que los azulgrana pasaron de creer que estaban eliminados al perder 0-2 a los cinco minutos a sentirse invencibles y visualizar un triple con el 4-2 a, finalmente, acabar con gesto contrariado tras el 4-4 en los instantes finales y la sensación de que el Barça no controló el partido cuando lo tenía en la mano. "No tengo palabras, es un momento duro", resumió Íñigo Martínez en la zona mixta. El encuentro reabrió un debate que ya parecía extinto en el equipo de Flick, pero que de nuevo el Atlético de Simeone ha puesto encima de la mesa.
En esta ocasión se encargó Pedri de ponerle voz, muy crítico y coherente con sus palabras, igual de elocuente en el campo que fuera de él. De hecho, el equipo azulgrana perdió el sentido del juego cuando el canario fue sustituido en el minuto 84 y allí empezaron a aparecer los problemas. El mediocampo quedó limitado con Gavi y Fermín, que hablaron el mismo lenguaje que requería el partido. Pero para Pedri hay un problema de interpretación y de estilo en esos minutos finales con ventaja de 4-2: "Creo que debíamos tranquilizar el partido. Ir a por el quinto pero con cabeza, con posesiones más largas. Nos precipitamos en varias acciones", empezó su discurso.
Las palabras del futbolista del momento en el Barça -dejando a un lado a Pau Cubarsí y Lamine Yamal- van en sentido contrario a la de sus compañeros en la zona mixta y a la del entrenador, Hansi Flick, quienes insistieron en la "concentración" y achacaron a los "desajustes" la vía de escape que el Barça le ofreció al Atlético. Pedri, en cambio, considera que hay que cambiar la manera de jugar en los momentos finales cuando se tiene un marcador a favor. Así se expresó: "Sin balón, podríamos echar la línea defensiva más atrás en algunos momentos. Hay que aprender de todo esto". El jugador, por último, insistió en que el equipo debía ser más "inteligente".
Las palabras de Pedri reabren el debate sobre el estilo Flick que le ha dado una identidad al Barcelona y ha resultado ser sorprendente y efectivo ante cualquier rival. Los azulgrana han ganado la Supercopa goleando al Real Madrid, van líderes en LaLiga, acabaron segundos la fase de grupos de la Champions y siguen vivos en la Copa del Rey, pero a lo largo del curso se han mostrado vulnerables en algunos momentos a causa de no tener ese plan B. Pedri reclama más posesión y más protección en defensa: en la acción del 4-4, el Barça tira la línea del fuera de juego cerca de mediocampo cuando ha perdido intensidad y orden en la presión.
El dedo que acusa a Lewandowski y a Gavi... o al estilo del final
Este escenario ya ha ocurrido más veces. La primera señal de alarma fue ante el Celta en Balaidos, un encuentro que los culés tenían controlado (0-2) y que siguieron jugando de la misma manera, lo que propició la expulsión de Marc Casadó, lo que desencadenó el 2-2 final. En aquel momento, el canterano tuvo que detener la acción con la defensa también en mediocampo jugándose la segunda amarilla. Ya ocurrió ante el Atlético de Madrid en diciembre. El Barça ganaba 1-0 y perdió en el añadido en una acción de contraataque con la línea muy adelantada. "Hay que ser más listos en el último gol", achacó Pedri en aquel momento. "Faltó concentración", replicó Cubarsí.
No todos los compañeros del internacional encontraron los mismos motivos, de ahí la especialidad del discurso de Pedri. Para Flick, en ese tramo del 4-2 al 4-4 hubo desajustes: "En los últimos minutos, no defendimos bien. El cuarto gol no lo entendió, debemos hablarlo porque no hubo presión sobre el jugador que tenía el balón". El técnico considera que el problema no fue la altura de la línea defensiva sino que Lewandowski y Gavi, que eran los más cercanos al jugador atlético que inicia la jugada. Para Íñigo Martínez también es un tema de concentración. Pero también lanzó una clara advertencia: "Hay que saber estar en el campo... Hay desajustes y nos relajamos, y eso provoca que el rival cree problemas... En la idea fuimos superiores, pero cuando no rematas pasa lo que pasa. Todo pinta muy bonito pero se ha visto que el equipo debe estar siempre concentrado".
Tanto Íñigo como Flick considera que el equipo bajó en los últimos minutos y achacan la igualada del Atlético a la falta de presión por parte especialmente de los delanteros y medios, mientras que Pedri considera que el equipo tendría que haber ido más atrás para defender, como pasó en Sevilla con diez jugadores tras la expulsión de Fermín López, y defender con el balón en posesiones largas. En un tramo clave de la temporada, en el que los partidos se decidirán por detalles, el único borrón del sistema de Flick vuelve a debate.