El doble premio de Paco Fernández: la camiseta de Álvaro Odriozola y el abrazo de Imanol

"Estuvo chulo, yo me lo pasé como un auténtico enano. Disfruté como hacía tiempo. El partido estuvo interesante y entretenido. Con ver a la Real que perdía tiempo en el minuto 90, estaba satisfecho". Son palabras de Paco Fernández, portero del Buñol a la conclusión del partido frente a la Real. El meta de 44 años fue uno de los protagonistas del encuentro. Solamente Carlos Fernández fue capaz de perforar su portería y lo hizo al aprovecharse de un despeje del propio guardameta valenciano tras repeler éste un duro disparo de Dadíe. El portero del Buñol vivió una jornada inolvidable.

Más que la propia victoria en sí, el mayor trofeo a conseguir, siendo consciente de que la clasificación para la siguiente ronda era misión imposible, era hacerse con una camiseta del rival en cuestión. La lista en su caso era interminable, tal y como reconoció el protagonista de esta historia en la entrevista concedida a Relevo. La misión no fue para nada sencilla. De hecho, él no pudo conseguir ninguna. "Fue imposible acércame a nadie", reconoce Paco Fernández. Pero el meta no se quedó sin premio gracias a un compañero, que se hizo con la camiseta de Álvaro Odriozola. Pero más allá de este obsequio, Paco Fernández nunca olvidará el gesto que tuvo Imanol Alguacil hacia su persona. Con el partido recién acabado, el entrenador de la Real se dirigió hasta el centro del campo para encontrarse con el portero del Buñol. "Imagínate el detalle. Vino a buscarme, a darme un abrazo, la enhorabuena y a recordar aquel enfrentamiento que tuvimos hace 23 años", agradece el cancerbero valenciano. "Fue un detalle por su parte. Si ya lo consideraba un gran tipo, ahora el doble", asegura Paco Fernández, que hoy ha vuelto a tener que levantarse a las cino y media para acudir a su puesto de trabajo y seguir con su día a día.

El primer encuentro, y hasta el día de ayer, único, entre ambos protagonistas tuvo lugar en la temporada 1999/00. Imanol, por aquel entonces, defendía la camiseta del Villarreal, y Paco Fernández hacía lo propio con la del Levante. Ambos equipos militaban por aquel entonces en Segunda División y al término de aquella campaña, el 'submarino amarillo' ascendió a Primera División. Paco Fernández esperaba una oportunidad a la sombra de Veiga, portero portugués del Levante, mientras que el actual entrenador de la Real Sociedad era titular en aquel equipo entrenado, primero, por Caparrós y más tarde por Paquito. Paco solo jugó dos partidos en aquella campaña y no pudo conocer la victoria. Jugó los últimos tres minutos del duelo ante el Salamanca por la expulsión de Veiga, un duelo que terminó con triunfo charro por 2-3 y una semana más tarde salió de inicio en el Carlos Belmonte de Albacete. El equipo entrenado por Julián Rubio se impuso por 2-0.

"Va a costar olvidarlo", asegura Paco. "Fue un día largo y a la vez, espectacular. Conforme iba a pasando el día, iba sintiendo ese cosquilleo en el estómago de cuando eres joven y te toca jugar un partido importante o debutar o formar parte de algo. Ese cosquilleo aún me sigue saliendo a pesar de la edad que tengo y de los partidos que he jugado", reconoce. "Estaba deseando llegar al campo, cambiarme y saltar al verde. El recibimiento fue brutal por parte de las dos aficiones, porque también había gente de la Real. Fue un chute de emociones y de adrenalina brutal", destaca.

Hablando del partido en sí, el portero del Buñol sostiene que "hacía mucho que no lo pasaba tan bien y disfrutaba. Creo que ha sido la primera vez que he disfrutado de un partido perdiéndolo, pero dimos la cara, una lección de trabajo, de humildad y de que el fútbol regional también sabe jugar este tipo de partidos. Está claro que nos tocó defender el 95% del partido, pero, como diría Bordalás, : ¡Esto es fútbol, papá'

Cuando acabó el partido, "vino el éxtasis", rememora Paco Fernández. "No me había pasado nunca. No tuve ni la oportunidad de acercarme a ninguno jugador de la Real para pedirle la camiseta ni saludarlo. Fue un avasallamiento total de la gente pidiéndome fotos, la camiseta, los aguantes", explica el veterano de 44 años. Para infortunio de sus seguidores, se quedaron sin el premio deseado: "Les decía: 'No puedo daros nada porque esto me toca pagarlo y la semana que viene no tengo para jugar'. Fue muy bonito el cariño y el reconocimiento", aclara el cancerbero del equipo valenciano, consciente de que "más que la anécdota de firmar autógrafos, fue el reconocimiento por el partido".

Con el sentimiento a flor de piel, "no había manera de dormir", reconoce. "Eran las doce de la noche y, como se dice, estaba comiendo techo sin pegar ojo", puntualiza. "Cuando ha sonado el despertador a las 5.30 me he acordado del partido de ayer", asevera esbozando una sonrisa. A pesar de ser un día normal en la vida de Paco Fernández, "en el trabajo sí que se notaba un ambiente especial por el partido, felicitándome y dándome la enhorabuena. Estoy muy contento por todo y muy feliz, bajando de la nube. Todavía estoy flipando por todo esto".